Para que no me leas ni me escribas

Para que no me leas ni me escribas

POMPILIO IRIARTE

Te escribo este poema. Te prohíbo

que lo nombres y palpes y lo veas

en su profunda desnudez. No leas

lo que con tanta sencillez te escribo.

No se puede nombrar ni ver aquello

que pone en riesgo la unidad humana.

Hombre y mujer comieron la manzana

y descubrieron, mutuos, lo más bello

y desdichado de llorar desnudos.

Veo que estás leyendo estos huesudos

versos, y aun no tienes mi permiso.

Cúbrete con la falda y la camisa.

Te ofende que te toque hasta la brisa.

Has perdido el amor y el paraíso.