Última clase viva del maestro  

Última clase viva del maestro  
POMPILIO IRIARTE
Última clase viva del maestro  

no fue la de su última jornada.  

Aquella tarde no nos dijo nada; 

ocupado en morirse, no era nuestro  

su trámite al silencio. Siempre esquivo, 

tampoco lo era su decir abierto  

como si aquella tarde hubiera muerto  

la terquedad risueña de estar vivo. 

En su inédita vez, con voz primera, 

un pájaro cantó en la cordillera 

y no lo hemos oído todavía. 

Es la clase que estamos esperando 

con sus comos, sus dondes y su cuando 

que en su nombre daremos algún día.