María Morán

MARÍA MORÁN

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

“Miro las pinturas de María Morán como paisajes que existen antes de mi ver. Imágenes surgidas de representaciones míticas y figuras de la memoria. Cuadros en que la luz corre veloz entre el claroscuro de las hojas. El dibujo aparece en el componerse de los llenos y de los vacíos de las ramas o en la urdimbre de tallos de flores multicolores. Sentimientos de cálidas estaciones tropicales…” Fragmento tomado del texto del pintor Valerio Adami. Traducción de Bruno Mazzoldi

El artista, a través de su talento y de su formación, hace una obra que cobra validez. Por supuesto, tiene diversas interpretaciones. Algunas personas le dan mayor importancia  al color, otras a lo que se registra en dibujo o a la idea que motiva el proyecto. La obra no tiene un solo significado son los ojos que la miran las que activan los diversos significados. Creo que es importante dar una mirada a nuestra riqueza natural, a nuestro patrimonio.

El semestre pasado estuve en Quibdó, por invitación del Banco de la República, ahora quiero volver. Hice un cuadro a orillas del Atrato y del Baudó. Mi próxima exposición será pintada junto al río cuando termine mi trabajo actual.

Recuerdo que hacía pintura abstracta cuando fui a vivir a España. Aquí adelanté mi doctorado en la Universidad Complutense de Madrid en Teoría y Enseñanza de las Artes Plásticas. Decidí cambiar cuando mis colegas preguntaban con curiosidad: ¿Cómo es Colombia? Fue entonces cuando generé diferentes series de pinturas. Esto, para hablar de la vegetación nativa. Es el caso de la que existe alrededor de las lagunas sagradas de los cerros tutelares de Bogotá. He continuado pintando la vegetación nativa de nuestro país.

Casi todos mis hermanos se dedican a las ciencias, soy la pintora de la familia. Mi padre tuvo una fábrica de baldosas fraguadas y pintadas con delicados y bellos diseños y colores. Entre otras cosas todavía adornan varias iglesias en Nariño. Sentía un amor muy grande hacia el arte: pintaba, diseñaba, construía objetos. Mi madre bordaba hermosos manteles. Ambos fueron una gran influencia artística para mí.

A los diecisiete años de edad vine a Bogotá. Mis padres deseaban que estudiara algo utilitario que tuviera que ver con arte. Venía con la intención de estudiar, pero también de continuar mi vida en pareja con mi novio el actor Humberto Dorado. Humberto se convirtió en mi esposo en un matrimonio que duró veinticinco años. Es el padre de mi única hija.

Las clases de pintura con el maestro David Manzur influyeron en mi decisión de empezar la carrera. Estudié en Bellas Artes en la Universidad Nacional de Colombia. En la Facultad de Artes tuve el privilegio de estudiar con extraordinarios artistas del país.

Terminé mi carrera con un trabajo de grado destacado en pintura. Al obtener mi grado de Maestra en Artes Plásticas con especialización en pintura enseñé en varias facultades de arte. Ingresé por concurso como docente de la Universidad Nacional en 1987 donde dicto mis clases hasta hoy.

Eran mediados de los sesentas el mundo estaba cambiando rápidamente. Además de las aulas de la universidad, compartimos con una joven generación. Generación inquieta, el génesis del teatro político, la nueva literatura y la música de ese momento. Todas estas experiencias por fuera de la facultad fueron una gran escuela para expandir mis conocimientos y cuestionar las ideas que la sociedad tenía establecidas.

He realizado exposiciones individuales y colectivas con mis pinturas y dibujos en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Venezuela, México, Hungría, Estados Unidos, España, China.

Esta curiosidad por otras culturas hizo que complementara mis labores en la Universidad Nacional y como directora de la Cooperativa de artistas. Investigué el arte en el contexto de otros países. Visité diferentes escuelas de arte con distintos métodos de enseñanza. Disfruté de la particular visión del arte de cada país. Entendí la manera como protegen su patrimonio. Todo esto me ha dado herramientas para enriquecer mis clases.

Como ejemplo la investigación que realicé en la India junto con mi hija Lina Dorado. Estudiamos artistas en las comunidades Tibetanas en el exilio. Viajamos en el norte y el sur de India. Visitamos el instituto Norbulingka y los talleres de pintura tradicional tibetanas.

De este proyecto me quedaron recuerdos. Por ejemplo, la audiencia privada en la residencia de Su Santidad el Dalai Lama en el Monasterio Namgyal en Dharamsala. Esta es una pequeña ciudad en las faldas de los montes Himalayas. La investigación se publicó en el libro editado por la Universidad Nacional. Su nombre, Del objeto solemne al objeto visual Thangkas y Tormas . Mi hija documentó el viaje por medio de fotografía y video, colaboró escribiendo con el texto final.

Los más recientes proyectos han sido colaborar con cuatrocientos artistas del mundo. The Drifting Project of engraving de Kang Jianfei. Esta es una obra colectiva en xilografía que quedará de manera permanente en el Museo de Guangzhou, en China. Imago Mundi en la Bienal de Venecia, Agosto de 2015, en la Fondazione Giorgio Cini.

Finalmente, participar en un proyecto curatorial de mi hija. Se trata del Colectivo FAXine, para el Salón Regional 2015. Lo hice con una obra realizada junto con cuarenta y dos artistas nacionales e internacionales. Ellos enviaban paginas de sus archivos personales directamente a las paredes del museo efímero que se exhibe en ocho salas de la Universidad Nacional.

Dirigir Cooperartes, la cooperativa de artes plásticas ha sido una gran aventura, complementando  mi labor artística en los últimos dieciséis años. Este centro de encuentros con el arte; cuenta en este momento con talleres donde trabajan artistas de varias disciplinas.

En este proyecto se comparte con creadores de diferentes partes del mundo que quieren conocer nuestra organización. Visitan los talleres, dialogan con los artistas residentes. Esto permite descubrir que nuestros artistas son trabajadores incansables, sensibles, interesados no solo en sus creaciones personales sino articulados con su contexto social.

En mi vida personal pienso que el arte complementa mis lazos familiares. Aún disfruto de una buena comunicación con Humberto Dorado. A él le reconozco su enorme fortaleza intelectual y su muy destacado talento como actor. Entre los tres tenemos discusiones muy interesantes, nos enriquecemos mutuamente con información pertinente al arte o la cultura. Mi hija nos aporta con su excelente formación académica. Ella es especialista en discursos contemporáneos del arte, egresada de la maestría de artes de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

En la humanidad no hay barreras ni geográficas ni idiomáticas. El lenguaje del arte es universal. Tengo la suerte de haber construido una familia y una comunidad que aprecia estos valores.

Publicado por Blogger en El Blog de Isa el 10/25/2015 09:05:00 a. m.