Delivery Ya

Javier Benavides

Si pudiera definirme, en una palabra, esta sería lucha. Soy una persona que siempre está preparándose para dar lo mejor de sí. Me gusta la música, patinar, los idiomas.

ORÍGENES

El apellido Benavides es del oriente de El Salvador, específicamente de San Miguel. La familia tuvo que migrar porque eran tiempos de guerra, hasta llegar a Tacuba, pueblo vecino de Ahuachapán, al occidente, una zona más tranquila.

Dice mi papá que el abuelo, don Chilo, Cecilio, tenía el toque del Rey Midas, pues todo cuanto tocaba se le multiplicaba. Fue agricultor y tuvo tierras, vacas y gallinas ponedoras, inicialmente dos, días después ya eran veinte y luego cien.

Mi papá, de nombre Cecilio como el abuelo, quedó huérfano a sus nueve años, entonces hizo su camino solo, tuvo que forjar su propio destino. A los doce comenzó a trabajar en mecánica automotriz y viajó a los Estados Unidos donde se especializó en la materia. Es un hombre muy obstinado, incluso en temas que desconoce, se mantiene firme en su postura. Es muy creativo, con excelentes relaciones personales porque conecta muy rápido y abre puertas a donde va.

Mi abuelo materno fue zapatero, mi abuela vendía en plazas de mercado. Mi mamá, Sonia, nació en Ahuachapán, estudió en medio de la guerra y, aunque le tomó tiempo, se hizo licenciada en educación. Creció en medio del comercio, entonces su talento es vender, aunque se dedicó al magisterio. Su tía le inculcó la importancia de estar ocupada, de trabajar sin descanso. Tuvo negocio en su casa, vendió zapatos, juguetes y demás.

Cuando teníamos ocho años nos pusieron nuestro primer negocio de pólvora, que conservamos, pues en El Salvador se celebran las fechas especiales con pirotecnia.

Mis papás se conocieron cuando él manejaba el bus de la tía que iba hasta la zona donde vivía mi mamá. Se enamoró de ella cuando la vio por primera vez, se casaron en medio de un panorama muy incierto, pero salieron adelante.

Somos cuatro hijos: Cristina quien se acaba de graduar de licenciatura en Economía de la Escuela de Negocios de El Salvador, Xavier, Henry y José.

INFANCIA

Amé mi infancia, crecí a la par con mi hermano gemelo lo que me significó horas y horas de diversión, bañados en tierra en medio de juegos. Fuimos criados en medio de amigos sin teléfonos, sin redes sociales.

Desde pequeños conocimos la dinámica del comercio, supimos que si le dábamos a la gente lo que necesitaba obtendríamos una ganancia. Para mí las ventas son sinónimo de libertad, son mágicas.

ACADEMIA

Hace poco nos encontramos con las tarjetas de notas de tercer grado. Leímos los comentarios que decían que éramos muy inteligentes, pero inquietos.

Xavier y yo fuimos prematuros, nacimos a los seis meses con tres semanas, lo que nos significó un altísimo riesgo de muerte. El médico le dijo a mi mamá que estábamos enfrentados a dos posibilidades, nacer en estado vegetal o ser hiperactivos. Contamos con la suerte de ser hiperactivos, pero en extremo.

En noveno grado ocurrió que de los tres premiados, dos fuimos nosotros, porque los buenos resultados nos acompañaron siempre. Tengo inclinación por las letras y los libros, me gustó lenguaje y literatura, sociales y ciencias, todas aquellas áreas en las que hay historia detrás. Fui y sigo siendo buen lector.

A los diecisiete años tenía que decidir carrera y no acerté a la primera por seguir la presión social que me llevó a elegir la que no era para mí. Hice dos años y medio de ingeniería becado en la San Juan Bosco, con el argumento de que me brindaría un buen futuro, pero no sentí que tuviera un propósito ni que me encontrara en el lugar en que debía estar. Simplemente me retiré.

Inicié Relaciones Públicas y Comunicaciones al sentirme convencido de que me permitiría utilizas la mayor cantidad de talentos naturales.

YA

En las vacaciones de inter-ciclo de hace dos años me ocurrió que en un sueño me fracturé el pie contra la pared que me obligó a guardar cama. No tenía cómo calmar mis antojos ni quien me llevara comida. Pensé que debía hacer algo pues seguramente no sería el único con esa necesidad, entonces anoté en una libreta proyecto bicicletas, sin desarrollar la idea, sin plan de negocio, sin estructurar nada. Empezar cuesta porque no se sabe qué hacer, pasaron seis meses y la idea seguía guardada, solo soñaba con que alguien me trajera el pedido en bicicleta.

Pero llegó Xavier, alguien con una orientación natural para los negocios, quien desde niño vendió dibujos calcados a sus compañeros de colegio. Es un emprendedor nato, tiene habilidades, experiencia e incluso premios por concursos ganados: Global Student Entrepreneur Award 2019, HackturSV19, Premio Innovador BID, Estudiante emprendedor ESEN.  Él tenía todo lo que se necesitaba para ejecutar mi idea.

XAVIER

En el colegio monté una red de distribuidores de chocolates en los diferentes salones y vendíamos muy bien logrando hasta cincuenta dólares diarios, entonces me dediqué solo a la logística.

Trabajé en HUGO en San Salvador para hacer la pasantía de mi Universidad cuando estudiaba Administración de Empresas, como pasado un mes me despidieron argumentando que era alguien muy inquieto, decidí volver a mi casa y estudiar posibilidades para el proyecto de mi hermano. Aproveché el vacío que tenían en Uber para implementar la solución en el proyecto al grado de que poco tiempo después nos ofrecieron compra.

Vi a los jóvenes en el parque de Ahuachapán comiendo comida chatarra, entonces decidí comprar una máquina de palomitas de maíz, pero que, en realidad, no me interesó mucho, entonces Henry se hizo cargo por tres años dedicándole los fines de semana.

HENRY

El día de los farolitos viene mucha gente al pueblo, pueden ser cien mil personas, entonces me armé de valor, salí a vender e hice cuatrocientos dólares. Ahí supe que debía iniciar un proyecto. Abrí mi nota de apuntes y leí: “proyecto bicicletas”.

Como en la carrera aprendí a tomar fotografías, entonces salí a capturar imágenes de platos de comida.

XAVIER

De repente mi hermano les prometía a los comercios un perfil, pero cómo íbamos a lograrlo, esto me obligó a aprender a construir un primer producto.

HENRY

Xavier buscó reunir a los salones de belleza, pero como era algo complejo decidió concentrarse en el mío. Es aquí donde se une nuestro diseñador gráfico y cofundador Jorge Zambrano, que trabaja en una revista local en la que por su invitación escribí una historia que publicó. Fue quien se encargó de la construcción de marca, desde los manuales, el logo, el manejo de redes sociales.

Todos somos menores de veintitrés años, sin recursos, pero con ideas y el deseo de salir adelante.

JORGE

Me genera nostalgia recordar cómo comenzó todo esto. Conectar con Henry y con Xavier en el momento en que apenas nacía el proyecto. Aporté la bicicleta en la que se hicieron los primeros viajes y que conservo pues se ha vuelto icónica: en dos ocasiones Xavier se estrelló en ella. La bicicleta estaba dando el todo por el todo.

HENRY

Semana tras semana aplazábamos el inicio, pero es que nos daba miedo, aún sin tener competidores. El 22 de febrero de 2020, sin dramas, Xavier se puso el uniforme, tomó la bicicleta, el bolsón y salió. Como no existía la costumbre, nadie nos hizo pedidos. El primero fue de un amigo nuestro.

XAVIER

Para los primeros pedidos fui a comprarle comida a mi abuela para que los restaurantes supieran cómo funcionábamos presentándola como mi cliente. Luego me iba a dar vueltas, impecablemente identificado para que nos fueran conociendo.

Nació con otro nombre, Twin, sin que nos convenciera, entonces revisamos cualquier número de propuestas.

HENRY

Llegó a mi casa una tía abuela a quien mi papá le dice Ya Ya, entonces Xavier pensó que Ya sería un nombre apropiado, nuestra página es YaYaDelivery.com pues el consumidor quiere las cosas de inmediato.

JORGE

El primer color que nos identificó fue azul marino. De repente, en conjunto con otro amigo pensamos en el naranja. Fuimos a la psicología del color y este es juvenil, transmite felicidad y tantas otras cosas más. Lo probé en la propuesta, lo ensayé en la paleta y gustó.

HENRY

Xavier tuvo que decidir entre continuar su carrera o dedicarse al negocio y prefirió lo segundo pese a que pensamos venderlo a un competidor que apenas daba sus primeros pasos. Pedimos quinientos dólares, pero no se hizo el negocio.

La pandemia ya era una alarma, declarada también en Europa. Cuando llegó a Centro América el presidente Nayib Bukele anunció suspensión de clases y declaró la cuarentena estricta, obligatoria, suspendió cualquier número de sectores, toda actividad con algunas excepciones como las referidas a domicilios, lo que nos favoreció inmensamente.

A la semana ya teníamos cinco repartidores, pero dos más tarde ese número se dobló, al mes ya eran veinte. Tenemos como meta llegar a un empleo formal, por ahora damos beneficios, somos corresponsables de sus costos, gastos y riesgos.

Nuestra propuesta es importante para los negocios locales pues no les cobramos comisión, sino que los manejamos bajo mensualidad, así que se interesaron en nosotros, como los usuarios.

La cuarentena se extendió y nuestro negocio creció, operamos sin restricción de movilidad, nos dimos a conocer a través de reportajes que nos hicieron. Estamos entrando a Santa Ana, la segunda ciudad más grande de El Salvador, donde están todos los competidores, pero ya sabemos cómo penetrar el mercado. Por otra parte, Xavier siempre está atento a concursos que nos signifiquen beneficios.

REFLEXIONES

  • ¿Cómo contribuyó Social Skin a su crecimiento como emprendedores?

En el 2020 participamos sin éxito en Social Skin, todo se dio a última hora. Este hecho nos retó a intentarlo otra vez. Para la edición del 2021 recibimos el enlace por parte de quien había sido nuestro mentor. Vimos que teníamos muchas fortalezas y decidimos intentarlo nuevamente.

Este fue un ejercicio muy retador en lo profesional. Los criterios que usaron nos invitaron a pensar en factores como el impacto social, en cómo medirlo, en si se limita a las ventas, a la generación de riqueza. Descubrimos que nuestro diferenciador es social, sin que signifique que no podamos generar ganancia. También nos invitó a pensar en nuevas formas de hacer negocios, en ampliar el portafolio, en diferenciarnos de los competidores y en blindar la propiedad intelectual.

  • ¿Cómo quieres impactar al mundo?

HENRY

Llegando a los jóvenes que requieren orientación, generando empleo para ellos.

XAVIER

A través de un producto o un servicio con sus beneficios. Ayudar a quienes apenas inician en su camino también a través de mi libro de discursos en público.

JORGE

Con un mensaje que brinde orientación a los jóvenes que quieren salir adelante sin saber si quiera cómo hacerlo.

  • ¿Cuáles son tus mayores talentos?

HENRY

La creatividad. Tener la capacidad de conectar cosas que aparentemente no tienen sentido. Formularme preguntas que lleven a respuestas más interesantes aún.

XAVIER

La fuerza y sed de aprendizaje. Gestiono para que se produzcan resultados. Mantener muy buenas relaciones con los otros.

JORGE

Acoplarme a las personas, aprender de ellas. Tejer redes fortalecidas entre la gente, asumir nuevos retos.

  • ¿Cuál es tu código de ética?

HENRY

Excelencia, amor, respeto, lealtad.

XAVIER

Excelencia, compromiso, pasión, honestidad.

JORGE

Ser empático, respetar límites.

Isabel López Giraldo es responsable del contenido de este sitio web. Davivienda actúa como patrocinador de la sección “Jóvenes Talentos”.