El arte de quedarnos sin palabras  

El arte de quedarnos sin palabras  
POMPILIO IRIARTE
Las palabras no alcanzan la estatura  

de la palma de cera, ni la talla  

del obelisco egipcio, ni la dura  

horizontalidad de la muralla.  

Nunca fueron los muertos más benignos 

y el momento del júbilo más largo,  

que en los tiempos sin códigos ni signos.  

Sigue habiendo palabras, sin embargo,   

para pedir a todos infinitos  

minutos de silencio. No más gritos  

ni holocaustos de ovejas ni de cabras.  

Con el fusil por índice en la boca, 

no se exige silencio ni se invoca   

el arte de quedarnos sin palabras.