Guillermo Aníbal Gärtner Tobón

GUILLERMO ANÍBAL GÄRTNER TOBÓN

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo. Publicado por Blogger en El Blog de Isa el 8/15/2014 07:15:00 p. m.

ORÍGENES

Nací en Santa Rosa de Cabal el 12 de octubre de 1945. Santa Rosa era entonces un municipio pequeño que hacía parte del entonces existente Departamento de Caldas.

Mario Elías Gärtner Gómez, mi padre, se desempeñaba como notario único del Círculo Notarial. Esther Tobón Vargas, mi madre, tuvo ocho hijos Sonia, Nubia, Blanca Luz, Mario, Absalón, Carlos Alberto, Hermann y Libardo. Mi padres fijaron luego residencia en la ciudad de Calarcá, entonces también pertenecía al Departamento de Caldas. Allí ejerció mi padre la misma función pública de notario.

PILARES DE FAMILIA

En mi hogar pude evidenciar un permanente sentimiento de solidaridad hacia las personas que no gozaban de las mismas condiciones de vida. Fui testigo del ejercicio cotidiano de la caridad por parte de mi madre. Se concentró a ayudar a las personas que ella llamaba “pobres vergonzantes”. En otras palabras, personas o familias cuyas condiciones habían cambiado de la comodidad a la pobreza. Mi padre era especialmente deferente y amigable con los trabajadores, campesinos y artesanos. A ellos los trataba en pie de igualdad que a sus pares en la administración pública.

INFANCIA

No recuerdo de mi infancia momentos amargos. En ese contexto de las relaciones familiares, siendo el menor, disfruté de las atenciones de todos y ese afecto era recíproco. Siempre profesé amor y respeto hacia mis hermanos y hermanas, disfruté de su compañía y encontré en sus consejos estímulos para mi propio desarrollo.

Gracias al ejemplo de mis padres, se despertaron en mí sentimientos de solidaridad con las personas pobres y desvalidas. En una ocasión llevé a mi casa a un jovencito sin piernas, se movilizaba en un precario carrito de balineras. Recuerdo que le entregué todo lo que tenia en un alcancía de la Caja Agraria. Esto generó un debate en mi casa. Una de mis hermanas consideró que mi acto era reprochable pues no estaba autorizado por mis padres.

ACADEMIA

Estudié mis primeros años en la todavía existente escuela Pedro José Rivera. Tercero lo cursé en el Colegio de Jesús.

No faltaron algunas tensiones cuando ya en la escuela fui muy ajeno a ciertas materias. No se me dieron bien las matemáticas por las tablas de multiplicar. Preferí hacer dibujos, para lo cual conté con la complicidad de mi madre. Mis hermanos mayores tenían su cantinela: “Buen dibujante, mal estudiante. ¡Guillermo Aníbal, la tabla del 9!”.

En mi adolescencia milité y contribuí a la creación y fortalecimiento de las juventudes comunistas del Viejo Caldas. En esa relación tuve la oportunidad de recibir formación política en una escuela de élite de la Juventud Libre Alemana (FDJ).

Me gradué como bachiller del Colegio Deogracias Cardona de Pereira. No pude obtener el apoyo necesario para viajar a Leipzig en la todavía existente República Democrática Alemana. Quise estudiar el arte de la ilustración de libros, pues tengo la facilidad de leer un texto de manera gráfica. Para mi papá eso era para bohemios.

ABOGADO

Estudié Derecho en buena medida porque al obtener mi grado no obtuve el apoyo que quería para cumplir con mi sueño. Rescato del Derecho la Ciencia Política.

Por las circunstancias de inseguridad del país en el 2008 vi en riesgo mi vida y advertí a mi familia de ello. Resultaba molesto para mucha gente que en algún momento quería sacarme del camino. Mis intervenciones como abogado defensor y como parte civil en procesos judiciales en casos de desaparición forzada y de ejecuciones extrajudicales explican lo ocurrido.  Estos hechos, enmarcados en el conflicto armado interno, me hicieron consciente de la precariedad de mi seguridad y la de las personas bajo mi responsabilidad.

IDEOLOGÍA

Blanca Luz, mi hermana, es una profesional del derecho, egresada de la Universidad Nacional. Fue una de las primeras mujeres en ejercer como juez penal en la región. Es una muy juiciosa lectora y dotada de un especial brillo intelectual, conocedora de la literatura universal,. Gracias a ella pude acercarme desde temprana edad a la filosofía existencialista y a otras expresiones de Weltanschauung, Sartre, Camus, Kafka, Jaspers, entre otros existencialistas. Pero también a otras formas de pensamiento principalmente el de Bertrand Russell. Esto explica el no haber caído en el sectarismo ni el marxismo ortodoxo, por el contrario.

Tuve afinidad con el pensamiento de Adam Schaff, Roger Garaudy entre otros. En este mismo contexto, y con el estímulo de Blanca Luz, me inicié en la obra de Goethe. Desde entonces particularmente el Fausto constituye una de mis lecturas recurridas.

Sigo considerando que ese caudal de corrientes de pensamiento crítico constituyen parte de mi patrimonio cultural. Me permiten, como ha sucedido en mis prácticas académicas como docente e investigador, lograr lo que he denominado una visión holística, global-local, compleja, ambiental. Me identifico con el físico Fitriof Capra, a quien pude leer en alemán (Wendezeit) durante una permanencia en la ciudad fáustica de Staufen (RFA).

INSTITUTO DE CRÉDITO TERRITORIAL

Gracias a Teresita Arias, compañera de estudios de la Universidad, me vinculé al Instituto de Crédito Territorial. Para mí significó hacer parte de un sistema al que cuestionaba teóricamente. Pero no encontré nada que me repugnara ni que desde mi conciencia me impidiera hacerlo.

FUERZAS ARMADAS

Comencé como asesor jurídico manejando todos los programas de vivienda militar. Algún día llegó el coronel Hernán Zapata Vélez, del corregimiento La Florida, en Pereira, Risaralda. Me manifestó que en el ejército estaban necesitando profesionales, entre ellos dos abogados. Como yo tenía represado mi deseo de hacer carrera militar y conseguir mi grado decidí presentarme.

Le sugerí que habláramos en privado. Entonces nos reunimos en Medellín, para evitar sorpresas. Tenía que manifestarle que yo había sido dirigente de izquierda. Había hecho parte de la redacción de la revista estudios marxistas. También fui preparador de cuadros del sindicato de trabajadores de Antioquia, a quienes les dictaba cursos de historia del movimiento obrero. Porque he sido un líder comunista. Me dijo que estaba bien que le comentara estas cosas, de igual manera ellos hacían su estudio de seguridad. Y valoró mi actitud para brindarme todo su apoyo.

De esta manera asistí al primer curso mixto de escalafón para oficiales del cuerpo logístico. Me notificaron la aceptación para que hiciera el curso en la Escuela Militar de Cadetes. La recibí cuando ya estaba el coronel Augusto Florián, quien se levantó y me saludó militarmente. Me dijo: “Lo felicito por su acción de comando, teniente Gärtner”. Como quien dice, “usted se nos infiltró”. Es lo que mucha gente piensa, que yo era mandado por el partido comunista o por el ELN. Porque cómo es posible que una persona que ha sido guerrillera, sea militar. Es la vida, son las condiciones de clase, de estrato, de procedencia. Conceptos todos que entran a jugar ahí un papel importante. Para ese momento yo era reconocido como intelectual, pues también era conferencista en EAFIT, profesor en la Universidad Bolivariana, era directivo de la Autónoma.

ALEMANIA

Mi interés fue siempre el de prepararme políticamente con visión internacional. En la Escuela Superior Wilhelm Pieck (Jugendhochschule Wilhelm Pieck) de Alemania, recibí estudié filosofía y economía política. Esto me permitió conocer y trabajar con académicos como Klaus Meschkat reconocido sociólogo alemán.

ACADÉMICO

Mi formación en filosofía marxista, en economía política y en estrategia y táctica de los partidos comunistas, constituyó toda una experiencia. Me permitió se monitor y auxiliar de cátedra en la Universidad de Antioquia. También docente en la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín. Tenia un bagaje intelectual que mis condiscípulos no poseían.

Las últimas décadas las he dedicado al trabajo académico, a la investigación en criminología. Fui el constructor del Observatorio del Delito que sería luego el Observatorio de Seguridad, Convivencia y Derechos Humanos de la Universidad Tecnológica de Pereira. Esta fue una iniciativa propuesta por el Ministerio de Justicia y del Derecho.

Soy un convencido de que la escuela en Colombia amerita ser tan superada como el mismo conflicto armado interno.

He tenido y conocido educadores que bien pueden llevar el titulo de maestros, pero no son la generalidad. Las instituciones educativas, en buena parte, han sido escampaderos para la sobrevivencia de personas que no han podido integrarse a otras esferas.

Pienso que la pereza mental de los alumnos es simplemente resultado de la mala calidad personal y profesional de ciertos domesticadores que fungen de educadores.

MILITANTANCIA

Presencié escenas de mal trato a personas detenidas por la policía local. Esto me impresionó e indignó. No tuve otra salida que el de guardar mis sentimientos. También escuché en mi casa historias trágicas sobre personas que se habían enfrentado a las autoridades.

En Calarcá, en una época de especial virulencia, de la violencia partidista, fui testigo de las atrocidades y la barbarie. Parientes asesinados, otros perseguidos. Vi cómo exhibían cadáveres en una funeraria cercana al parque. Recuerdo que me subí a una volqueta que venia cargada con mas de veinte campesinos mutilados: los despedazaban a machete. Contra la voluntad de mis padres y hermanos, asistí al sepelio colectivo. Esto marcó definitivamente mi propia vida.

Sí, he sido una persona, valga la expresión, de “armas tomar”. Fui aficionado a las armas desde pequeño y estoy familiarizado con ellas. He tenido durante años una pistola Heckler 9 mm. La conservo desde la época en que fui teniente del Cuerpo Logístico del Ejercito Nacional, cuando ejercí como auditor de Guerra en la IV Brigada. En varias oportunidades tuve que enfrentar situaciones de alto riesgo. De alguna manera mi preparación y disposición como militar contribuyó a su superación y a defender mi propia integridad.

Ahora pienso que los términos derecha e izquierda son palabras que no dicen nada. Dependen de si miramos hacia occidente o hacia el oriente. Me he encontrado con individuos sin discriminación de genero o nacionalidad, etnia o lo que se quiera. En la práctica niegan lo que se adjudica a un término. De ahí la importancia del ejercicio de la tolerancia, de la apertura del pensamiento.

No pocos de mis conocidos de izquierda se caracterizan por la cortedad de miras, por sus actitudes autoritarias. Y no pocos de mis conocidos de derecha son proclives al libre pensamiento, a las transformaciones en todos los ordenes. No puedo desconocer que para muchas personas mi nombre se asocia con la siniestra (sic) o se me estigmatiza a partir de esa etiqueta.

ERROR HISTÓRICO

Como balance de mi militancia comunista y de la proximidad con diferentes expresiones políticas subversivas (concepto que me parece encomiable), no tengo de qu arrepentirme. Creo haber contribuido en algo a transformaciones culturales plausibles traducibles en prácticas democráticas y un compromiso permanente con la esfera de los derechos humanos.

Mi falla fundamental fue un error histórico, el propósito de una transformación radical, de una revolución a nivel mundial. Esto como superación del capitalismo y como entronización de un sistema socialista universal. Un imposible, como se ha mostrado en la práctica. Fue este un compromiso romántico con la utopía de un total y libre despliegue de las potencialidades humanas. Esto es algo que puede lograrse o por lo menos es posible acercarse a ello a nivel individual.

Concibo el llamado conflicto armado interno, la guerra establecimiento – insurgencia de corte comunista, como una realidad lamentable que constituye un anacronismo degradado.

Las acciones de guerra, dramáticas y patéticas, dolorosas y repudiables, que tenemos en la actualidad, no se justifican. Se explican en las determinaciones y condicionamientos de una historia marcada precisamente por la guerra. Ha primado, no el conocimiento, sino en las operaciones psicológicas de distracción y confusión de la mente. Son muchos los vencidos y los caídos no precisamente a causa de las balas, sino de las palabras.

Hice una maestría en Derecho Penal Internacional rsé en el Instituto de Altos Estudios Universitarios de la Universidad de Granada, España. Allí expresé de manera sintética mi opinión sobre el tema de la guerra y la paz en nuestro país.

LAS FARC

En lo referente a las FARC, considero que en La Habana están reunidos dos cuerpos cojos, incompletos. De una parte están allí los representantes de los actores políticos, son el establecimiento. De la otra están los representantes de los actores militares, que son la insurgencia. Sería conveniente, sin lugar a dudas, que se sentaran a buscar acuerdos las dos partes, pero en su integridad. Me refiero al componente político y al componente militar de las fuerzas enfrentadas.

Una debilidad de lo que se hace o busca hacer en La Habana, es la visión parroquial del problema. Hace apenas unos pocos meses se vino a cuestionar, aunque muy tímidamente.

A solicitud de unos jóvenes comunicadores de la Universidad Católica expuse mi punto de vista. Fue publicado en la revista Expresión de su programa de Comunicación Social. En él expongo que el conflicto armado interno, entendido como guerra revolucionaria contra el capitalismo y el imperialismo, no fue un hecho aislado. Este fue un componente de propósitos estratégicos del movimiento comunista internacional y de la lucha de países capitalistas más desarrollados. Los capitalistas defienden el status quo y el orden mundial con un centro dominante altamente desarrollado. Este fue el eje de la guerra fría.

FAMILIA

Estuve casado en Medellín con Silvia. Silvia era descendiente del maestro Jose Félix Fuenmayor, considerado un maestro como lo fuera su amigo Gabriel García Márquez.  Somos padres de Anneli. Anneli terminó sus estudios de Ciencias Agrarias en la Universidad Federico Guillermo, en Bonn. Actualmente es ciudadana alemana, madre de tres preciosos hijos, mis amados nietos Sylvia, Natalia y Sjard. Cuando me separé de Silvia obtuvimos la anulación de nuestro matrimonio.

Unos años después inicié mi vida de pareja con Margarita Gutiérrez, mi alumna en la Universidad Autónoma Latinoamericana. Es graduada de la Universidad Tecnológica de Pereira en Etnoeducación y Desarrollo Comunitario. Luego de un acercamiento donde se hicieron evidentes objetivos comunes, decidimos conformar una familia y formalizar nuestro matrimonio. En esta unión, que permanece, tuvimos tres hijos: una ingeniera mecánica, un músico y un talentoso joven estudiante de artes visuales.

Tuve una relación anterior a estos dos matrimonios con Maria Lucila Ortíz. María Lucila quedó en embarazo de Jorge Edisson, a quien reconocí cuando ya tenia el treinta y dos años. Jorge, de la noche a la mañana, me convirtió en el abuelo de Jennifer, Katharine, Camila y Johann. Cuando se produjo el encuentro con Jorge en años recientes, sentí que me estaba recibiendo a mí mismo. Experimenté una magia de vida. Agradezco que este hecho se haya producido como una oportunidad de reparación debida. Jorge es una persona admirable, profesional en el campo de la seguridad y un padre como pocos.

Las relaciones entre mis hijos, bien diferentes todos, son de amor y respeto, de buena comunicación y ayuda mutua. Somos una familia compleja, admirable, que ha marcado las posibilidades y el camino para no ser el Lobo Estepario que pude llegar a ser.

RELIGIOSIDAD

Diferencio radicalmente lo religioso de lo eclesial. Fui bautizado en la Iglesia Católica, pero luego apostaté para mi primer matrimonio civil. Considero que la religiosidad es un don del ser humano que le impulsa a trascender mas allá de su epidermis. También le permite sumergirse en las profundidades de su vida interior. De lo eclesial prefiero no decir nada y que cada quien opte por lo que mejor considere. Si es que necesita que alguien, un sacerdote o un pastor o un guía espiritual le administre su alma, su espíritu y su conciencia. Estos conceptos no son lo mismo, pero están íntimamente vinculados.

Es cierto que me extasío caminando por entre el monte, por una quebrada, buscando su nacimiento o su desembocadura. Me gusta escuchar el viento entre los árboles, el murmullo del agua, el canto de las aves. Todo esto me conmueve e inspira. Siento así mi propio cuerpo como algo de lo cual podría prescindir.

Así disfruto en mi vida íntima familiar con mis hijos viviendo la ternura, lo simple, lo cálido, la dulzura del amor.

VIDA / MUERTE

Lo que más valoro de la vida es la vida misma en toda su multiplicidad y complejidad. La vida y la muerte no son dos puntos opuestos, sino simples momentos de la unidad de lo existente. Lo que existe e se trasforma, cambia, muta, perece, nace y se renueva. Hasta donde nos consta, es un proceso ininterrumpido, permanente. Lo que alguien cercano llamara “mis muertos”, no son más que los mismos seres ya descarnados, valga la expresión. Siguen tan vivos o más que los que se creen vivos y con vocación de eternidad.

Mis padres, mis hermanos ya despedidos de sus envolturas físicas, mis amigos y conocidos, los vivo en la memoria y la expresión eternidad social. Esto es así, con su carácter relativo. Me convence, de hecho puedo ver cómo mis hijos viven a los antepasados que han conocido por mis relatos y mi recuerdo.

CIERRE

Me considero un enamorado de la vida al grado que quisiera poder contemplar a los nietos de mis hijos. Pero, así mismo, no tengo ninguna aprehensión hacia la muerte, pues vida y muerte van siempre de la mano.

He estado muy comprometido con el arte por vocación desde mi infancia y una admiración inagotada por las artes gráficas. Busco desde la sensibilidad más elemental a la más elevada del espíritu. No tengo pretensiones de eternidad mas allá de la que me otorgue la memoria y el afecto de mi familia. Espero celebren lo que fue mi vida con una fiesta, sin lamentaciones. He vivido intensamente, sin dejar cosas pendientes y sin razones para la tristeza.

Debe tenerse cuidado en la manera como uno enfoque este tema vida-muerte. Lo que la gente llama el fallecimiento, es la conclusión de la muerte. Nacemos muriendo, de tal manera que a lo que se le pone punto final es a la muerte. La vida quedaría para pensarla en otras dimensiones y latitudes.