Salud Hernández-Mora

SALUD HERNÁNDEZ-MORA

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

ORÍGENES

Nací en Madrid. En la familia somos siete hermanos, todos casados a excepción mía. Cuento con el privilegio de tener diecisiiete sobrinos. Mis padres, con más de sesenta años de matrimonio, son empresarios del sector de la construcción.

ACADEMIA

En mi familia no tenemos la tradición de seguir la carrera de los padres y tampoco se hablaba del tema. Aunque desde pequeña leí periódicos especialmente noticias internacionales. También consideré la arquitectura como opción profesional. Pero en quinto bachillerato debía elegir entre ciencias o letras y opté por lo segundo. Descarté ciencias de entrada pues los números no son lo mío.

Amigos de mis padres, a quienes llamamos tíos, son dueños de la más grande agencia privada de periodismo de la madre patria. A ellos los veía como empresarios, no como periodistas, así que no influyeron en mi vocación.

Comencé a estudiar Derecho porque quería ser diplomática. Mi única vocación era viajar por el mundo, de ser posible por las galaxias o por donde fuera. En España la diplomacia es una carrera de muy alta exigencia por lo que decidí buscar una alternativa que me permitiera con el tiempo hacer lo que siempre quise.

La política debería ser complicada, pero ocurre lo contrario. Son muchas veces los más ineptos, aquellos que no saben hacer nada, quienes van a la política. Pero si van los buenos, porque hay también gente buena, deben estar muy formados.

Estudié periodismo y este no es que sea fácil pero como carrera podría decirse que sí. Aunque todas las profesiones son difíciles, exigen actualizarse e implican grandes responsabilidades.

TRAYECTORIA PROFESIONAL

Durante los años de universidad decidí comenzar la vida laboral porque me daba alguna autonomía económica. Mis tíos, para que yo sentara cabeza, me facilitaron las cosas. Recuerdo que mi madre me dijo: “El lunes empiezas a trabajar”.

Años más tarde dejé el periodismo activo y fui asesora de prensa, es decir, estuve al otro lado de la barrera.

ASPECTOS DE PERSONALIDAD

Me gusta generar controversia, es mi forma de ser, mi personalidad. A mí no es que me guste pelear, pero no eludo la pelea y no dejo de decir una cosa así tenga consecuencias. El periodismo que hago sí me hace estar muy expuesta.

No conozco el odio y a nadie le deseo lo peor. Tengo manía a alguna gente, eso sí, pero nadie me quita el sueño ni me merece tanto ni es tan importante como para desarrollar un sentimiento así.

Ni siquiera experimento odio hacia el criminal más espantoso. Me genera rabia y pienso que debería estar en la cárcel pero no sería capaz de verlo sufrir. No entiendo cómo hay gente que va a una ejecución, me parece una barbaridad la pena de muerte.

Abdón Espinosa Valderrama alguna vez se refirió a mí como una “exponente de la inquisición moderna”. Pero no lo soy, eso es propio de una persona muy intolerante. Acepto que digan de mí lo que quieran, pero solamente me importa la opinión de determinadas personas. Si las personas que valoro me dijeran cosas feas, no dormiría.

Me pueden decir incluso que soy franquista. Cuando Franco murió yo tenía dieciocho años. Cuando le metes el dedo en el ojo a la gente, no puedes llorar cuando la gente te lo mete a ti. Tampoco me voy a hacer la inocente, pelear es peleando no corriendo y yo los enfrento. (risas)

Una persona, a quien prefiero no nombrar, me genera rabia porque me perjudicó muchísimo diciendo que soy paramilitar. Es una mentira que se publicó y se extendió. Pese a esto, tampoco le deseo el mal. Cuando alguien me fastidia no le contesto nunca, no leo lo que escribe.

POLÍTICA

No pierdo la fe en los políticos. Yo trabajé en política en España y considero que la de Colombia es peor. Por lo menos en Europa los partidos son fuertes y obedecen ideologías. Aquí todo es una empresita electoral y hacen lo que les parece.

VIAJE A LA CUNA DE LA PROSTITUCIÓN

En algún momento se dio un escándalo por un titular, “Viaje a la cuna de la prostitución”. Obviamente que les molestó, pero la historia no era esa, solo que nadie la leyó. Me declararon persona no grata. Lo que deberían hacer es tomar medidas para que las niñas no se prostituyan, para que dejen de ser la primera ciudad en consumo de heroína.

Así que más que cortarle la cabeza al mensajero, lo que se debe hacer es sentar las bases para que la gente de Pereira no se tenga que ir a buscar la vida por fuera. Si lo hacen, que sea porque quieren y no porque lo necesiten. Si bien no es un tema exclusivo del Eje Cafetero, especialmente de Dosquebradas.

Lo que se tiene es un problema social que requiere soluciones.

REFLEXIONES

PERIODISMO

– ¿Cuál debe ser el papel que jueguen los medios de comunicación y en especial el de los periodistas dentro de la sociedad?

Los periodistas tenemos que contar las cosas como suceden, no endulzarlas o recrudecerlas en función de un Gobierno. Por ejemplo, en época de Uribe le otorgan diez páginas a la noticia de un secuestro, en cambio, en época de Santos, no apareció ni en clasificados.

Un secuestro es un secuestro y se investiga, se publica. Igual debe ocurrir con cualquier otro tema. El escándalo de los cupos indicativos, por ejemplo, en otro momento hubiera sido un escándalo y no debe ocultarse en nombre de la Paz, como se hizo ahora.

– ¿Es posible la objetividad e imparcialidad en el ejercicio profesional del periodismo?

Los periódicos no deben jugar a estadistas. En la época de SamperHernando Santos, director de El Tiempo de ese entonces, consideraba que la institucionalidad había que salvarla. Para lograrlo había que salvar a Samper. Las cosas se cuentan como son y se debe publicar lo que está pasando.

No se puede evitar que los medios de comunicación estén parcializados. Mi periódico español, El Mundo, es independiente. Antes era económicamente una fortaleza, ahora ya no es así porque Internet nos está arruinando. Por eso muchos diarios están frente a dos opciones, cerrar o que los compre un millonario. Yo prefiero lo segundo, pero obviamente hay peajes. Así ocurrió con The New YorkTimes o con el Washington Post que lo adquirió Jeff Bezos, de Amazon.

Las redes sociales son un arma de doble filo. Estas también acaban con la gente o desinforman en algunos casos.

Hacer periodismo no es barato, requiere investigación. Entre un tribunal popular y un juez independiente con una trayectoria importante, prefiero al juez. Prefiero al New York Times a que me informen las redes sociales.

Se requieren los filtros y me parece bueno el de un medio.

COLOMBIA

– ¿Colombia tiene arreglo?

No, ninguno.

En algunas cosas de la vida el arreglo se da de abajo a arriba. Aquí tiene que darse de arriba abajo. Los de arriba están felices de cómo va el país y no tienen la menor intención de cambiar. Luego esto no tiene arreglo ninguno.

– ¿Qué amas de Colombia?

Su gente, su optimismo. Me encanta el espíritu emprendedor de la gente paisa.

EQUILIBRIO

– Cuando se es crítico de situaciones y de personas, se intoxica, se pierde paz y tranquilidad. ¿Cómo lograr el equilibrio y mantenerlo? ¿Cómo dormir tranquilo?

Ser así de malgeniado es fatal. Yo envidio a la gente que es tranquila. No es que lo disfrute, sería más feliz que me diera igual todo. Hay gente optimista que se cree las cosas y por lo mismo es tranquila.

Por ejemplo, cuando me dicen que el río Magdalena va a ser navegable siendo una noticia falsa, me enferma oírlo. Sería más feliz si me lo creyera porque de pronto ni voy al río por lo que debería no importarme y no enfermarme el tema. Y como éste tantos otros.

SENTIDO

– Vives la vida intensamente. ¿Cuál es tu sentido real y profundo de la existencia?

Buena pregunta. No sé, hay muchos, según cada persona, el mío me lo reservo, aunque no lo tenga resuelto al 100%, quizás me falta un 40%.

Soy una persona muy reservada.

– ¿En qué escenarios, lugares o personas, rescatas la delicadeza y dulzura de lo bello?

Tengo la suerte de contar con unos padres que desde pequeña y junto a mis hermanos, nos llevaron a recorrer España y algunos países europeos. Viajamos apreciando el arte. Ese es un mundo que me encanta, por ejemplo, El entierro del Conde Orgaz de El Greco (que está en Toledo), es un cuadro que me entusiasma; Caravaggio, Boticcelli entre muchos otros…

Leer una buena novela. Me gustan un poco fuertes. Algunas, aunque sean tristes, también pueden ser bonitas.

Hay gente que es maravillosa, que me transmite tranquilidad. Gente serena. Cuando me enfado puedo decir cualquier barbaridad, pero hay quienes no responden a eso, lo que admiro.

– Elegiste para vivir un país machista. ¿Cómo vives la feminidad sin perder el carácter que te caracteriza?

Crecí con hermanos varones. Toda la vida jugué con hombres, para mí no es extraño. Jamás tuve una muñeca.

ACORRALADA

– ¿Qué te hace sentir “Acorralada“?

No hay nada que me acorrale. Lo único que me preocupa al final es que mi familia y amigos estén bien, que el entorno esté bien y ojalá a todos nos vaya bien. Me angustia el medio ambiente. El futuro que le espera a la gente joven me parece que será de horror y no creo que haya cómo evitarlo.

El Gobierno ahora necesita plata y va a ayudar a las carboneras para que exploren más sitios. El medio ambiente no es una preocupación prioritaria para los gobiernos, tampoco para las personas que botan los deshechos plásticos y demás. Es sólo mirar los océanos, kilómetros de basura. Eso no es gratis y nos debería importar. Tiran la basura a la calle, los químicos llegan a los ríos, contaminamos a diario, no se toman medidas, ni las más pequeñas. Si a los ciudadanos no nos importa, a los gobiernos menos.

Estamos acabando con el entorno, con las playas, con las ciudades, con todo. Tristemente el Gobierno quita los obstáculos a las carboneras.

Escribiste la obra Acorralada, una historia real que habla de “dos crímenes, un secuestro, una pesadilla sin final”.

Es la primera novela que escribo y quizás la última, no lo sé. Me tomó tres años hacerla. Llevo catorce años en País Libre, decidí escribir una historia desde la mirada del que está afuera, porque la gente no tiene idea de lo que es negociar un secuestro, la tensión que se vive durante meses o años. Encontré el caso de una mujer a quien tuve ocasión de conocer de cerca y toda su tragedia, y aceptó que escribiera el libro.

Es una novela, pero no es ficción. Es de acción y suspenso. Todo lo que contiene es real, no hay ni una sola línea inventada. No como algunas series que son basadas en hechos reales, no. Aquí son todos reales, escrito como una novela para que sea entretenida, no sabes que va a pasar en el capítulo siguiente. Me han dicho que no pueden interrumpir la lectura por el deseo de saber qué sigue.

PROYECCIÓN

– ¿Cómo te visualizas en el mediano y en el largo plazo?

Nunca me lo planteo por la incertidumbre misma, eso quizás a los veinte años. Mi único planteamiento es seguir haciendo las cosas bien, hacer reportajes, columnas.

Me fascinaría pasar un año en Irak para conocer mejor, para recorrer el país, llegar a esos lugares en los que pueda entender cómo la gente de Bagdad sobrevive, cómo soporta esa realidad. Desde la invasión de Estados Unidos, viven bajo un terror pues no se sabe nunca cuándo va a estallar una bomba, cuando va a pasar algo.

– ¿Cómo meterse en la herida, en el corazón de una guerra si no se soporta el sufrimiento de una persona? Lo hablamos al comienzo. ¿No arde la piel? ¿No quema el alma?

La experiencia hace parte de mi trabajo. Poder contar cómo alguien puede durante tantos años vivir en un lugar donde se despide a los hijos por la mañana, pero no se sabe si van a volver. Donde, además, la única esperanza es que el hijo consiga una visa y se vaya del país. Pero es necesario ir hasta allá y compartir la experiencia.

Me gustaría hacer una “Acorralada” de una mujer Iraquí.

– ¿Cuál es tu noción de riesgo y de peligro?

Perder el tiempo es lo único que me da miedo.

C.V.

“Española. Colombiana. Periodista con Maestría en Broadcasting Journalism New York University. Fue reportera  en Europa Press y en Antena 3 Radio. Trabajó en prensa en un partido político, fue directora de comunicación en un banco y gerente en Colombia de Burson-Marsteller. Corresponsal de El Mundo y columnista de opinión de El Tiempo, de Caras. Colaboradora del diario La República y de Caracol Radio. Miembro de la Junta Directiva de la Fundación País Libre. Autora de varios libros donde Acorralada es su primera novela de muchas.

Publicado por Blogger en El Blog de Isa el 1 de septiembre de 2014