Diego Guarnizo

DIEGO GUARNIZO

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

 Es una persona de sueños y cree ciegamente en que el amor existe y triunfa.

CASA MATERNA

Esa es mi bandera y lo aprendí de mis padres con influencia del pueblo donde yo vivía, pues por encima de todo se ubica el sentimiento, lo que amas y entregas. Más que bienes mis padres  siempre me dijeron  que:

  — Lo único que te puedo dejar es la educación. Sé una persona de bien, haz el bien, y ama sin freno.

Este año cumplo 50 y hoy vuelvo a mirar atrás, lo que he vivido, lo que ha sucedido, y me doy cuenta que todo lo que me enseñaron es realmente la clave del éxito, si es así como lo queremos llamar. Mi éxito es sencillamente el resultado de haber hecho bien la tarea que me enseñaron, el conducirme por el camino recto, sabiendo que si me llegaba a torcer un poco tendría que asumir las consecuencias. Seguramente me tuve que haber torcido muchas veces en el camino, seguramente muchas veces me caí pero siempre me levanté.

Fui muy gitano. Nací en un pueblo que no conozco, Villa Rica –Tolima-, y me prometí que a los cincuenta años iba a visitarlo y debo cumplirme esa promesa. Allí viví solo mis primeros tres meses para luego pasar mi niñez en el Huila.

Mi primera memoria es en Fresno –Tolima-. Recuerdo también Chaparral, el Espinal, dy Ortega donde nació mi papá y mi mama, allí donde pasé muchas temporadas de vacaciones, y donde mis montañas son cuadradas:

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ORIGEN (tomado de su página http://diegoguarnizo.com/ )

Desde muy pequeño aprendí a ver un mundo diferente. Seguramente por que soy daltónico y en mi niñez no lo sabia o seguramente por que mi condición de hijo mayor, primer nieto y primer sobrino en mi familia materna me hacía sentir especial y único. Crecer disfrutando mis vacaciones escolares en el seno de mi abuela Alcira, en Ortega, un pueblo al sur del Tolima que tiene de vecino a los indígenas de Coyaima, que está bañado por los ríos cucuana y Ortega y que está enmarcado por unas montañas cuadradas llamadas abechucos, me dió el privilegio de poder despertar todos mis sentidos adorando lo que me rodeaba.

Tengo en mi memoria las eternas caminatas al bosque de las ceibas en la Vega, así se llamaba el barrio de la abuela, con la tía Teresa, donde recogíamos cientos de cuescos (fruto de la palma que al caerse al piso, los marranos se comían y luego de su digestión y en su boñiga secada por el sol, dejaban la almendra protegida por un caparazón tan duro como el de un coco). La tía Teresa en su torpe caminar, a causa de una poliomielitis que sufrió de niña y que los abuelos por ignorancia o por falta de recursos o por falta de médicos que ni si quiera llegaban al pueblo, no pudieron controlar, me llevaba a ese bosque de gigantes ceibas y recolectábamos nuestra cosecha anual de cuescos que mas tarde sentados en la cuja destapábamos a punta de piedra y comíamos sin cesar.

Recuerdo también las madrugadas de domingo cuando el abuelo salía al matadero a sacrificar sus vacas, para que luego con ayuda de la abuela vendieran en el pabellón la mejor carne de res de la plaza de mercado. En esas madrugadas la abuela Alcira hacia las arepas de maíz blanco, asadas en leña y dejaba en remojo el arroz para la comida.

Yo esperaba ansiosamente la llegada de los abuelos del pabellón junto a la tía Teresa, que a veces la atacaban unos dolores de cabeza insoportables y que solo se curaban amarrándosela fuertemente con un trapo mojado. Esperábamos a que la abuela llegara y empezara uno de los rituales mas maravillosos que he visto: el arroz remojado desde la madrugada lo ponía en una olla de barro a fuego bajo en la estufa de leña y empezaba a aromatizar este potaje con hojas y azahares del naranjo agrio del patio trasero, ella cocinaba lentamente este manjar que empezaba a invadir de un olor exquisito toda la casa.

Cuando este inolvidable olor llegaba, era la hora de arrimarnos a la cocina y de sus propias manos recibir en un totumo la porción del “peto” (que quedaba con la textura del risotto), acompañado de la mas suave carne que era escogida por el abuelo en su oficio y que se secaba y ahumaba desde el domingo anterior encima de la dichosa estufa de leña. Luego pasábamos a sentarnos todos unidos en las banquetas del anden de la casa a saborear este ritual y ver caer el sol detrás de mis verdes, azules, moradas o castañas montañas cuadradas.

Con la tía Teresa comíamos rápido muy rápido porque luego nos esperaba ir a la misa obligada y luego cumplir con una cita nocturna: el concierto de las chicharras en el bosque de las ceibas, que oíamos extasiados hasta que dejaran de chillar pues esa era la señal para dar inicio al juego de la búsqueda de chicharras secas y así nosotros rendirles un tributo a su sacrificada melodía.

No olvido tampoco las caminatas largas para llegar al río acompañando a la abuela a lavar la ropa de su docena de hijos, y en ese largo caminar detenernos para bajar de los palos de anón su fruto y refrescarnos con su sabor. Al llegar a la orilla del río la abuela buscaba la sombra de un ciruelo y mientras ella castigaba con palo y con jabón como exorcizando los pecados de la ropa o de sus hijos, yo me dedicaba a comer y comer ciruelas verdes bajo la custodia y protección de los abechucos.

Algunas veces me llevaban al pabellón de la plaza de mercado y recorría todos los puestos donde los campesinos y los indígenas traían sus cosechas y productos a vender, y fue allí donde descubrí el sabor de los bizcochos blanqueados, de los dulces de arroz, de las achiras, del quesillo, del espejuelo, de los envueltos de plátano, del insulso, de las arepas oreja’eperro, de los masaticos, de la avena, de los mantecos, de los bizcochuelos, de la chicha y de la guama. En el pabellón aprendí a sentir la textura de la estera hecha con palma real, la nobleza de la cabuya y la caña en las mochilas y canastos, la suavidad de las tinajas hechas con barro horneado, la carrasposa piel del estropajo (que en los baños diarios me martirizaba), el sensible plumaje de los piscos y de los coloridos pájaros que los indígenas coyaimunos, un pueblo de los bravíos indios pijaos, traían también al mercado y que con su nobleza y generosidad y en su indescifrable dialecto lograban vender.

Al final de las vacaciones y cuando mi mamá llegaba a recogerme y llevarme a casa, y en la procesión que desde la casa de la abuela hasta el atrio de la iglesia donde nos esperaba un transporte para volver a la realidad, sentía que de su mano pasaba a la mía un legado de tradición, costumbres, valores y amores que ella también había recibido y que yo con ese agarrón de mano heredaba. Mientras a los gritos ella se despedía de su tío Enrique, de Carmen y de las gemelas de la esquina, yo me despedía también con la nostalgia y la promesa de volver al espíritu mágico de los abechucos, los únicos que dan fe de que mis montañas son cuadradas.

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Cuando visito a mi mamá me pide que la lleve a Ortega donde ella revive sus recuerdos y donde yo vuelvo a ver mis montañas. Es la infancia con los abuelos, de origen humilde por el lado materno y de gran poder económico por el paterno. Mis papás se unen y conforman su familia, así pues que soy completamente provinciano. Me honra decirlo.

SERVICIO MILITAR

El servicio militar, es una de las etapas más extraordinarias de mi vida, sin duda. Conocí el país, entendí la posición socio política, tomé partido, me ratifiqué en mis creencias. En el ejército aprendí con rigor; me enseñaron el respeto por los rangos, por los horarios; aprendí una cosa tan simple como saber que me tenía que afeitar todas las mañanas y embolar miszapatos, tender la cama cosas que para mí fueron importantes pues yo soy un niño consentido de mi mamá. El ejército me enseñó a ser un buen ciudadano.

Fui el primer soldado bachiller que llegó a Florencia -Caquetá- para vivir en Puerto Lara. Me eduqué a orillas del río Orteguaza. Aunque en el ejército nos blindaban y protegían, nos preguntábamos la razón por la que nos enseñaban a manejar un arma cuando había otras formas de defender a la patria, a través del diálogo por ejemplo:

  — Hablemos primero con el enemigo y lleguemos a un acuerdo con él.

Pensábamos. Así pues que nos convertimos en unos “chicos problema”. En esa época, tempranos ochentas, estaban cogiendo fuerza los movimientos guerrilleros. Era la efervescencia del M19. Hice entones una obra social extraordinaria con los soldados profesionales para ayudar a los que se encontraban en la selva defendiendo el territorio colombiano con alma, vida y sombrero, literalmente. Al encontrarse ellos desconectados de la sociedad, de sus familias, siendo además analfabetas, cuando llegaban del monte, les enseñábamos a leer y a escribir y hacíamos el contacto con sus familias.

Conocimos cualquier cantidad de historias, de alguno que dejó a su esposa embarazada y luego con el tiempo le informamos que ya había nacido su hijo que se encontraba bien. Yo les escribía las cartas y me comunicaba a través de Telecom. Hacíamos las veces de puente y para ellos resultamos siendo sus ángeles que brindaban alegría generando un ambiente amoroso para quien vive en soledad y miedo.

  — Siempre me ha rodeado el amor

Soy el mayor de tres hijos. Con mis hermanos viene otra faceta del amor.

VOCACIÓN

Cuando salgo del ejército mi papá nos abandona lo que me generó un choque, y mi mamápese a su muerte sigue enamorada de él.esa es mi teoría.  Ante su abandono yo asumí la responsabilidad de mis dos hermanos y terminé convirtiéndome en el papá de ellos. Forjamos un vínculo muy fuerte. He tenido que trabajar en los límites y entender que soy su hermano y no su papá,pero igual nosotros construimos como equipo, buscamos siempre protegernos, cuidarnos, y no dejarnos morir en una situación que efectivamente nos afectaba profundamente porque éramos niños consentidos y de repente estábamos en la inopia sintiéndonos perdidos.

Mi papá era el abogado del pueblo y mi hermana estudió Derecho como él. Yo, que estaba matriculado para medicina en la Corpas, aquí en Bogotá, muy temprano me di cuenta que sin el apoyo de papá no lo iba a lograr, además esa carrera no obedecía a mi vocación profesional.

Como bachiller pensaba que tenía que ser doctor y yo no quería ser abogado que era lo que mi papá me exigía, así que como una manifestación de rebeldía me matriculé, pero cuando me enfrento a la academia me doy cuenta que yo ahí no era feliz.

Tuve que trabajar para ayudar a mis hermanos fue así como llego como mensajero en el fondo de empleados de carilla  y debo agradecer al Fondo de empleados porque pagó mis estudios de publicidad.

Para ese momento de mi vida, yo ya estaba abriendo mi mente a nuevas áreas, las que despertaban mi gusto como el diseño gráfico, la arquitectura o la publicidad y ésta última era la única facultad que tenía el horario nocturno. En la facultad de la Jorge Tadeo Lozano, se despertó mi gusto por la creación, por el diseño y por el dibujo.

TELEVISIÓN

Estando en el último semestre de la carrera, conozco a Kepa Amuchastegui, que en una conferencia contaba todas sus experiencias en producción de televisión y a mí me llamómuchísimo la atención. Te estoy hablando de hace unos veinticinco años. Me acerco y le digo:

  — Señor, el trabajo que Usted hace me parece extraordinario. Yo no tengo idea qué es ser un actor, qué es una cámara, ni qué es la televisión, pero me gusta mucho lo que le escuché y quiero trabajar con usted.

El quedó muy inquieto, me pidió mis datos de contacto. A los días me llamó y me dijo:

  — Mira, voy a comenzar una historia extraordinaria que se llama “La casa de las dos palmas”, por favor ve a hablar con Iván Martelo a esta dirección, él ya sabe de ti y estamos buscando gente.

Yo pedí permiso en mi trabajo para ir donde Iván a la Macarena. Toco a su puerta y sale un señor extraordinario. Era Iván, quien hacía la dirección de arte que en ese momento no existía en la televisión colombiana, es decir, tenía a cargo la escenografía, la ambientación, el vestuario, la utilería y el maquillaje. Me dice:

  — Tú vas a ser mi mano derecha en el vestuario.

  — Usted enséñeme y yo hago.

Así fue como empecé a diseñar el vestuario de “La casa de las dos palmas”. Aprendí cómo se hace investigación, cómo se hace un trabajo de época.

Iván tuvo dos episodios de su vida garrafales. Uno fue que lo metieron a la cárcel durante esta producción y el segundo, la fatal consecuencia por su adicción a la cocaína. Te voy a contar una anécdota:

Diego Álvarez, actor que se hizo muy famoso por los “Pecados de Inés de Hinojosa” se suicidó tirándose por una ventana. En ese momento, por las cosas de la vida, yo vivía con Iván y él que era muy chismoso se dio cuenta que en el apartamento de Diego, vecino de barrio, pasaba algo. Fue hasta allá y regresó a contarme. Meses después, llegó la policía ala casa donde vivíamos en la Macarena y le dicen:

  — Mire Iván, Usted está sindicado por asesinato pues dicen que tiró a Diego por la ventana.

Así se llevaron a Iván y estuvo preso por casi cuatro meses. Como en ese momentoestábamos haciendo transiciones de época para la novela, buscamos con éxito que los del IMPEC me dejaran trabajar con él todas las mañanas, así que Iván diseñaba en la cárcel y me dejaba tareas:

  — Ve al almacén tal, en la tercera columna a la derecha encuentras los algodones, tráememuestras de estampados con fondo blanco, fondo negro. Ve también donde la modista. Haz esto y aquello, aquí y allá.

Como Iván también era el diseñador de los sets y de escenografías, de eso también aprendí. Decía:

  — Por favor, esta pared hay que pintarla de este color porque estamos cambiando épocas,entonces dile al escenógrafo lo que hay que hacer.

Terminaba, nuevamente yo, llevando mensajes y aprendiendo. Así fue como empecé a hacer mi carrera en televisión.

Con Iván hicimos tres proyectos más. El medio empieza a conocerme. Cuando VíctorMallarino comenzaba a trabajar para Producciones Jes haciendo dos novelas, “Sangre delobos”, y “La maldición del paraíso”, me pidió hacer el vestuario y esto a Iván le dio durísimo por lo que tomó distancia pero era mi oportunidad de alzar vuelo. Realmente nunca lo entendió.

Luego  me llaman de Cenpro Televisión para que hiciera “La otra mitad del sol”, trabajo con el que me gané mi primer premio Simón Bolívar el mismo que Iván ganó con “La casa de las dos palmas”, así pues que corrí a dedicárselo a él:

  — Iván, vea, este premio es suyo, Usted fue el que me enseñó y aquí están sus frutos.

A partir de aquí volvimos a conectar un poco.

Iván era un barranquillero terco pero un gran maestro. Yo creo que él nació en un mundo que no le correspondía. Iván no tenía que haber nacido en esta época sino en el siglo XVI y debió ser amigo de Da Vinci pues veía el mundo de otra manera, de otro color. Nuestra relación era paternal, su cariño y sus afectos hacia mí eran los que prodiga un padre. Hacía yo otra producción cuando recibo una llamada:

  — Diego, Iván está en la clínica, es importante que vengas a verlo.

Lo encontré inconsciente. Además del aneurisma en el cerebro tenía una complicación vascular que se lo llevó pero dejándome todo su conocimiento. Seguramente  hoy en día con los clásicos de la televisión, no me ven a mí sino a Iván Martelo.

Aquí te vuelvo a hablar de los sueños, pues yo quería ser el mejor diseñador de vestuario de Colombia por lo mismo le impregno todo el amor a lo que hago pues considero que éste como la honestidad son fundamentales. Sin ser egocéntrico te digo que los resultados demuestran que lo he logrado.

  — Si lo queremos poner en blanco y negro: soy un empírico de la moda.

Cenpro me dio la oportunidad de hacer la dirección de arte de “Por qué diablos”, y te confieso que me dio mucho susto porque ya no era solamente el diseño del vestuario, sino también el maquillaje, la escenografía, la ambientación y la utilería.

Nunca he soltado el diseño de vestuario y estoy rodeado de gente maravillosa en mi taller, como Olivia, Isa, Saira, personas muy valiosas y que sin ellas no tendría los resultados esperados. Este taller que estás viendo, nace por esa necesidad.

GUARNIZO Y LIZARRALDE

Así como inicialmente mi sueño fue ser el mejor diseñador de vestuario luego quiero ser el mejor director de arte del país cuando contaba apenas con treinta y tres años y es en ese momento cuando se acaban las programadoras y nacen los canales privados. Llega pues el golpecito en el hombro de German Lizarralde y a partir de ahí nace la firma Guarnizo y Lizarralde.

German llega diciendo:

  — Mira, esto va a cambiar, el futuro tuyo y el mío.

En efecto así fue, pues Germán que estudió arquitectura en la univsidad nacional  se especializo en lo efímero y decidió que quería la escenografía. Hizo televisión en blanco y negro y con eso te digo todo. Este ángel de la guarda me dice:

  — Diego, tu destino es buscar el mejor postor de los dos canales, sentarnos en un escritorio y estar vendidos a ellos. Yo te propongo hacer outsourcing, algo que en el mundo apenas comienza, así que les vamos a vender nuestros servicios de dirección de arte.

Germán es el que se inventa este proyecto y lo administra desde hace diecisiete años. ConCaracol hemos hecho desde el 2000 todo el prime time. Yo soy participe  de la creación de la narco televisión, de los realities shows, de grandes éxitos pero también de grandes fracasos.

Quisimos siempre profesionalizar la labor de los diferentes oficios que realizan los estilistas, los asistentes de maquillaje, los utileros, los escenógrafos, los asistentes de ambientación.Transmitimos a nuestra gente que lo importante no es cuánto se va a ganar con lo que hace sino que lo sienta, que vibre con su trabajo, y que si hace una caracterización de un personaje, sea creíble, real, para que no sea un disfraz, para que se respete el oficio del actor, para que con eso cree una historia y para que mi mama en el Espinal, cuando prenda su novela preferida, que seguramente es una de las que yo hago, se crea el cuento y se entretenga.

Cosa curiosa es que soy daltónico, y lo descubrí desde chiquito cuando pintaba los ríos morados, y mi mamá me lo hacía ver. Claro que Prismacolor siempre tenía los colores marcados y así lo resolví pero en mi trabajo siempre me voy a mirar telas con mis asistentes, porque para mí el amarillo es naranja, el morado es azul y el café es verde. A Eliza le gusta que yo haga las mezclas de los colores, me dice, porque quedan especiales y únicas.

Yo sostengo que los que hacemos televisión tenemos una responsabilidad muy grande con la audiencia. Nosotros imponemos moda, gustos, todo lo que la gente ve. He recorrido el país con el Concurso Nacional de la Belleza y veo cómo lo que yo uso en accesorios, por ejemplo, la gente quiere usarlo o el vestido de princesa.

NARCO NOVELAS

La televisión debe enseñar, debe culturizar a la gente pese a las narco novelas que he hecho como “Sin tetas no hay paraíso” que dio origen a ese género que es el nuestro. Hice, por ejemplo, “ Escobar el patrón del mal” con el que me gané cualquier número de premios. Le decía a Juana Uribe, libretista y productora, que me daba mucho susto porque desde pequeño viví tantas cosas horribles y por lo mismo debíamos hacer algo para que Pablo no fuera el héroe de esa historia sino Rodrigo Lara o Galán o los colombianos de bien:

  — ¿Qué hacemos para que el personaje no nos gane?

Todo lo que este monstruo hizo fue muy avasallador y lo sabemos todos, por lo mismollegamos a la misma conclusión:

  — Esto hay que hacerlo con honestidad, la de la memoria colectiva, la del sufrimiento,para que las nuevas generaciones no lo padezcan, pero que sí conozcan el país que nos tocó a nosotros porque el que ellos reciben tiene corazón.

Pensé que este era el final de la narco televisión pero el año pasado hice “Alias JJ” y con ese trabajo me di cuenta que lo que realmente se había construido era un género de entretenimiento masivo : la marcó novela. Y que le dice a las nueva generación que nuestro país hoy es otra cosa muy distinta.

Hubiera dado la vida por hacer “Garzón”, porque conocí a ese personaje y porque me gustan estos proyectos épicos, los que implican investigación. “La esclava blanca”, que fue el proyecto de la historia de la liberación de los esclavos en Colombia, fue un trabajo extraordinario que hicimos hace dos años con Caracol, Laura la santa una hostil de época también llena de misticismo y fervor del pueblo antioqueño . y hoy en día estoy produciendo la historia de “Simón Bolívar”, que la luchó, se la guerreó y se martirizó  por darnos a nosotros un continente además, libre del yugo Español.

 ¿Qué tanto te impacta el rating que recibe la producción de la que haces parte?

Desde mi andén, el rating lo veo como un alimento al ego, lo veo solamente como eso porque yo he tenido producciones que han tenido cero rating pero que me hacen feliz y que quedaron bien. “Leche” es un ejemplo de eso, “Esmeraldas” es otro pues no tuvo nada de rating pero es uno de los trabajos más bellos que yo he hecho. “La bruja” fue un proyecto divino, con Flora Martínez, en Jardín Antioquia, una mini serie de 26 capítulos extraordinaria y no tuvo mucho rating pero todos fueron proyectos muy alimentadores del alma.

REINADO NACIONAL DE LA BELLEZA

Un día me llama Oscar Azula porque iba a  haber un cambio importante en el reinado, pueslo querían modernizar cuando murió Doña Tera. Raimundo Angulo quería darle un carácter ejecutivo y ahí entro yo a hacer la producción de televisión, a volverlo más espectáculo.

  — Debo decirte que Raimundo es otro ángel en mi vida que me invita a cuidarme, a ahorrar, ha sido mi polo tierra, me sabe leer aún en la distancia, me da consejo.

Le brindé mi punto de vista con respecto al concurso, de cómo un evento de esa magnitud debía desmembrarlo de esa narco moda. A mi llegada recojo los rezagos de esa época, de la reina de novio traqueto, la que tiene incrustaciones de esmeraldas en la piel y demás. Mi reto era darles a todas las mismas condiciones, defendiendo valores, y el valor principal era el del género, el del respeto; debía enseñarles a cuidarse, a protegerse, a amarse. La vanidad es un don nato, y si bien es un concurso de belleza las reinas deben ser conscientes que van a construir país al representar un departamento que tiene una historia que deben mostrar.

Así empezamos nosotros a cambiarle el chip a las reinas y decidimos uniformarlas y para eso convocamos a todos los diseñadores del país, para que hiciéramos todos una sola fuerza. Unimos a la industria textil, a la del calzado. Cambiamos el famoso desfile de traje de fantasía por el de traje artesanal.

Ese proyecto es extraordinario, hoy se llama “Desfile artesanal Colombia, un país hecho a mano”. Esa frase se la inventó Raimundo y hoy todavía es vigente. Gracias a eso, yo recorrí este país en cada rincón, buscando artesanos y despertando consciencias.

El reinado cobra sentido más allá de la apariencia, en la medida que une a un país, que mueve diferentes industrias y que lidera la campaña rosa de cáncer de mama con Leonisa. Con un solo desfile se recogen importantes recursos que salvan vidas. También tiene himno propio compuesto por músicos de todo el país. Hay una serie de historias que enaltecen lo nuestro y que mucha gente desconoce.

SOY

Ya ya en la cúspide, entra por esa puerta María Luisa Ortiz para decirme:

  — Diego, me dijeron que Usted tenía un taller y quisiera que habláramos.

Así nace “Soy Diego y María Luisa”, una colección que compró Almacenes Éxito el año pasado, con esperanza, con generosidad y con vida. Esta colección nos llevó a NY y solo cosas buenas han pasado como el pescado de mimbre que hicimos con unos artesanos, que es una cartera que se volvió viral y la quiere comprar Bergdorf Woodman. El proyecto solito se defendió y está andando; rápidamente floreció de una manera muy loca, recoge todas esas experiencias de los dos. Sacamos más productos que enaltecen e invitan a crear una moda con identidad propia, de ahí su nombre.

  — Isa, ¡me siento como en un confesionario!

Y esto apenas comienza Diego, porque:

– Además de tus montañas, ¿qué otras cosas son cuadradas en tu vida?

CUADRADAS NO, PERO DIFERENTES SI. APRENDO A VER LAS COSAS DESDE OTRO PUNTO DE VISTA DESDE OTRA PERSPECTIVA, Y ESO HACE  QUE VEA QUE LAS COSAS TIENEN ALMA, TIENEN SENTIMIENTO.   QUE TIENEN SENTIDO.

– ¿Cuál es tu color favorito, el que ves o el que es?

EL AMARILLO. LO VEO CLARAMENTE LO RECONOZCO, ME ILUMINA, ME INSPIRA. ES MI COLOR.

Si hoy pudieras crear otro género para la televisión que te aleje de la narco novela, ¿cuál sería?

SIGO CREYENDO EN EL MELODRAMA. EN LA HISTORIA DONDE EL AMOR EXISTE Y TRIINFA. ASÍ FÁCIL. COMO LA VIDA MISMA.

¿Cuál es tu mejor canal para comunicar los mensajes, los que desde siempre has aprovechado para conectar a la gente y con ella?

El básico, el único, el verbal. Nada más fácil como la honestidad de la palabra y la sensatez de la mirada.

 Los intereses de la gente cambian y la televisión no es lo que hace unas décadas, entonces ¿cómo mantenerte vigente en un medio tan complejo y con una audiencia cada vez más exigente?

Entregando contenidos honestos, emocionantes y trabajos en donde la audiencia se sienta completamente identificada y reconocida.

 ¿Dónde radica la verdadera belleza?

En los sentimientos. En los valores. En el respeto.

¿Cómo celebras el éxito y cómo afrontas las crisis?

Celebro el éxito agradeciendo. El éxito no es una palabra individualista el éxito es colectivo. Además Lo celebro oyendo mis silencios. Sintiendo mi conciencia.

Afronto la crisis con emoción, con euforia, con la tranquilidad de saber que toda crisis se supera, pero mi Camino a la superación es con la efervescencia del sentimiento, si me ayuda  llorar lloro hasta desgarrar, si me ayuda gritar grito a reventar, si me ayuda estar triste me entristezco a reventar, pero con la consciencia de que la prueba se supera, que existe la posibilidad de levantarse limpiarse las rodillas y continuar.

¿A qué época perteneces?

Al aquí y al ahora.

– ¿Dónde querrías estar en este momento?

Siempre quiero estar al lado de mi amor mío de mi.

– ¿Cuál es el poder de la sonrisa?

Que cuando es honesta nos presenta con honestidad y confianza.

 ¿Dónde está el amor verdadero?

El amor verdadero nos rodea. Esta  en todas  partes. Ahí es donde está la clave. Somos ciegos en reconocerlo por eso muchas personas dicen que el amor verdadero no les llega, pero lo que pasa es que no son capaces de verlo a pesar de tenerlo siempre en su entorno.

– ¿Qué son los sueños?

Son la motivación y la inspiración para crear y volver reales cosas que dejen  huella.

Háblame de tu mascota.

Mumú, es una perra criolla adoptada. En mi hogar nos ha llenado de felicidad  y más amor. Es una revolución de afectos y alegría, desde que la recibimos hace tres años su temperamento y euforia no ha cambiado, es extraordinaria, es compañía. Es el mejor ejemplo del amor.

– ¿Qué te gusta dejar en las personas que se acercan a ti?

Me gusta dejarles todo. Una enseñanza, un recuerdo, un historia, un mensaje, me gusta dejarles una huella positiva. Me gusta dejarles una inspiración. Me gusta alentarlos a continuar y a creer.

– ¿Cómo querrías ser recordado el día de mañana?

Como una persona normal  que cree, que construye y que ama sin medida.