VÍCTOR MORALES
Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo
Soy de Perú, financiero especializado en temas de América Latina, emprendedor de proyectos con componente social. Me encanta estar rodeado de mi familia. Si bien me gusta la lectura, le dedico mucho tiempo a todo lo relacionado con mis temas profesionales y a la historia. Practiqué fútbol hasta que me rompí los meniscos. Disfruto de los viajes que me permiten contrastar realidades, busco lugares exóticos, poco conocidos.
Mi abuelo paterno, Víctor Morales, de Arequipa, participó de la guerra del Pacífico. Víctor Morales, mi papá, nació en Cusco, antigua capital Inca. Quedó huérfano siendo muy niño, entonces tiene una historia de superación muy fuerte. Como yo, también es emprendedor.
Mi abuela materna, Juanita Cáceres, es una mujer a quien amo y de quien heredé su carácter. Mi abuelo, Augusto Benavides, fue un hombre muy noble, con principios claros y férreos, pero padeció un cáncer que lo sometió a un proceso largo en el que, por fortuna, lo pude acompañar. Como la mayoría de los jóvenes de América Latina, tuve la fortuna de ser cuidado por mis abuelos mientras mis papás trabajaban. Mis abuelos son referentes de vida. Mi mamá, María Cecilia Benavidez, nació en Lima, heredó todo de sus padres en características de personalidad: es noble, empática, de carácter.
Mis papás se conocieron cuando se trasladaban en bus en la ciudad. Conformaron una familia que construyeron bajo los principios de confianza, rectitud, familiaridad, brindándonos seguridad en medio de un conflicto nacional importante. Somos tres hijos: Víctor, Sandra y Cristian.
En mí se mezclan las distintas culturas que heredé de sangre. Viví en diferentes lugares de Perú, por lo tanto, estudié en varios colegios. No me destaqué realmente, pero me gustó la historia y la ciencia. En la universidad fue distinto. Estudié Administración de Empresas en la Ricardo Palma, donde siempre quise ingresar. Primero ensayé arquitectura, pero me retiré.
Aún hoy no sé si soy emprendedor. Trabajé al tiempo que estudié. Con mis amigos quise hacer algo por los demás que terminó en un proceso de transformación empresarial. Cuando iniciamos no conocíamos los términos del emprendimiento tradicional, sino términos académicos que no quisimos seguir para trazar nuestro propio camino.
ANDREA SEGURA
Soy de México. Me considero una persona empática, amable y pendiente de lo que ocurre alrededor para que mi impacto siempre sea positivo. Me gusta la meditación, pilar fuerte en mi vida. Provengo de una familia muy unida, lo que me ha ayudado a crecer como ser humano. Soy alguien que sigue en construcción dando lo mejor de mí y mejorando cada día.
Mi familia es muy numerosa. Mi ascendencia proviene del país vasco, Andalucía, España. Mis abuelos, Jorge Segura y Gloria Reyes, hicieron parte de la fundación del Instituto Mexicano del Café, la primera piedra angular de la construcción de la industria cafetalera de mi país, así que aprendí a cortarlo, a degustarlo, a diferenciarlo. Fui testigo del gran esfuerzo que hicieron para sacar adelante a sus hijos. Mi papá, Eduardo Segura Reyes, es de los mayores referentes de esfuerzo, dedicación, rectitud, honestidad. Nos ha guiado muy bien, es ejemplo de trabajo, entereza, compromiso. Siempre tiene una sonrisa en su rostro.
Por parte de mi mamá se trata de una familia de sangre fuerte, guerrera, matriarcal pues las mujeres siempre han tenido la batuta en las decisiones. Tuve la oportunidad de conocer y haber convivido con mis bisabuelos por doce años, Papá N y Mamá N – Enedina Zamora, pues fueron muy longevos: Mamá N vivió 103 años.
Mis abuelos, Rubén Meza y Rosa María Zamora se asentaron en Puebla, a dos horas de Ciudad de México. Fueron ejemplo de entereza, fortaleza, de ver siempre todo en positivo. Mi mamá, Rosario Meza, es odontóloga que ha trabajado en el sistema de salud. Es trabajadora, organizada, metódica, buena amiga y consejera a quien la gente busca porque es la amiga que todo el mundo quiere. De ella he aprendido muchísimo pues es una persona dadora, generosa, empática, comprometida con la familia.
El hermano menor de mi mamá era amigo de mi papá y en alguna salida una tarde los presentó. Desde que se vieron tuvieron un flechazo y treinta y cinco años después siguen juntos. Somos dos hijas. Mi hermana Amara, mayor tres años, es un ejemplo enorme para mí; viaja mucho, ha vivido en diferentes países gozando del hecho de que ha tenido mucha libertad. Es alguien que se conoce a sí misma.
Me he sentido muy honrada de pertenecer a mi familia, vivo muy agradecida por ello. Mi infancia fue muy divertida, la recuerdo con mucho cariño y felicidad, acompañada de mi hermana y de la familia extendida. Aprendimos a comunicarnos de manera clara, precisa. Siempre contamos con alguien que nos brindaba ayuda o silencio, de acuerdo a lo que requiriéramos.
Mi vida estudiantil se dio en varios Estados de la República dado el trabajo de mi papá. Cambiaba de repente de escuela, pero en lugar de jugar en contra, me permitió adaptarme a las circunstancias. Supe desde niña que lo único constante es el cambio. Siempre me gustó estudiar, leer, aprender. En ocasiones fue difícil por querer sobresalir.
Cuando terminaba el bachillerato me sentí muy indecisa. Quise estudiar administración pública y ciencias políticas. De repente me interesé por el psicoanálisis dado su aspecto social. Al indagar, supe de una carrera nueva que contaba con quince años en la Universidad Veracruzana, Licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios, que abarca tanto lo público como lo privado.
Desde que comencé la carrera me enfoqué en hacer cosas disruptivas. El ecosistema en América Latina me dio la oportunidad de conocer a Víctor, hablamos y de inmediato depositó su confianza en mí.
ALFI
VÍCTOR
Trabajaba en inversiones y me di cuenta de que había un vacío no atendido que podría no solo ser negocio, sino una forma de cambiar la perspectiva del mercado financiero en Latinoamérica. En los estudios de política económica encontré que la forma de desarrollar las economías de la región era a través de sus mercados de capitales para que las personas descubran alternativas diferentes al crédito.
ALFI es una plataforma tecnológica y app de educación e inclusión financiera que conecta de forma gratuita, divertida, accesible a todas las personas con el sistema financiero. Nos apoyamos en un estilo propuesto por la OCDE y la CAF, de manera comportamental, planificada y digital.
Entonces usamos un recurso lúdico buscando implementar la mecánica de juego que se adaptara a las finanzas, pues, de hecho, la educación financiera tradicional es muy gris y aburrida. Diseñamos un juego de mesa cual monopolio, fuimos aterrizándolo aún más hasta que finalmente logramos un producto digital que apadrinaron algunas universidades.
Salimos a producción con una edición ya validada, destinada para el uso académico, no tanto financiero. Pero nos dimos cuenta de que la gente que entraba a jugar en la plataforma quería comprar productos, así ampliamos el modelo de negocio con una versión avanzada. El instrumento que creamos genera un mercado sostenible, gratuito, masivo en el que se inscriben entidades financieras.
Segmentamos los productos del portafolio para que los usuarios accedan a lo que les resulte más adecuado según la zona geográfica en la que se encuentren.
El proyecto primero fue respaldado por un startup en Chile, ya estamos en México gracias a Andrea, ahora en Perú, Bolivia, y buscamos llegar a Colombia.
El equipo lo conformamos Andrea, Roberto Vargas con formación econométrica, Carlos Vargas quien había trabajado en el Banco Santander, y Víctor. Hemos venido ampliando el portafolio al sumar la experiencia de los socios.
Queremos llegar a todos los rincones del planeta, atender América Latina, los Estados Unidos y Canadá. A corto plazo debemos atender los países de la Alianza Pacífico: Perú, Chile, Colombia y México, como eje central de expansión a través del Grupo Bolívar – Davivienda.
REFLEXIONES
- ¿Cómo contribuyó Social Skin a su crecimiento como emprendedores?
Social Skin es muy conocido en América Latina, por lo mismo supimos de él, leímos la convocatoria y sin dudarlo aplicamos al evidenciar que nuestro proyecto se ajustaba a los requisitos. Era una forma de acercarnos a Colombia, país objetivo primordial de nuestro emprendimiento.
El proceso de preparación nos ayudó a perfeccionar varios aspectos importantes desde el discurso de presentación, hasta lograr una mejor implementación. Fue un punto de inflexión muy importante para lo que queremos lograr en el inmediato plazo. Este es uno de los mejores programas en la región.
- Basado en su temprana experiencia, ¿qué recomendación le harían a quien quiera iniciar su camino hacia el emprendimiento?
VÍCTOR
Que crea en lo que hace. El componente social ayuda a motivarse para no desistir. El valor que se genera y el proyectarse cobran mucho sentido.
ANDREA
Que sea constante. Comenzar implica tiempo y esfuerzo, entonces que no se baje del barco en la primera tormenta, que se ponga la camiseta bien puesta. Que, si está impactando positivamente y quiere aportar a la sociedad, ese es el motor para continuar. Que no pierda el norte.
- ¿Cómo quieren impactar al mundo?
VÍCTOR
Cerrando la brecha de exclusión, porque vivimos en la región que más se ve afectada por esta variable cuando todos debemos tener las mismas oportunidades.
ANDREA
Me sumo a la respuesta de Víctor. Llevarle a las personas una educación más accesible, de forma diferente, que impacte significativamente a la sociedad eliminando los prejuicios en temas financieros.
- ¿Cuáles son sus mayores talentos?
VÍCTOR
Ser testarudo, no rendirme fácilmente, ahora le dicen resiliencia. Reinventarme y seguir construyendo.
ANDREA
Ser proactiva, aportar de manera permanente. Soy una convencida de que puedo alcanzar lo grande con pequeños pasos, lo que me lleva a ser comprometida.
- ¿Cuál es tu código de ética?
VÍCTOR
Transparencia, empatía.
ANDREA
Honestidad y transparencia, valores fundamentales para hacer cualquier cosa. Seguir los valores inculcados en mi familia, trabajar en equipo, ser paciente, respetuosa.
Isabel López Giraldo es responsable del contenido de este sitio web. Davivienda actúa como patrocinador de la sección “Jóvenes Talentos”.