Ricardo Piñeres

RICARDO PIÑERES

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

– ¿Quién es Ricardo Piñeres?

Te puedo decir que soy una mezcla de muchas cosas en la vida. Nací en Cartagena, dentro de una familia bastante conservadora. En una ciudad pequeña, muy bella, muy particular, donde se desarrollan muchos sentidos. Esto es así porque, dentro de las ciudades colombianas, a mi modo de ver, es la más sensorial. Posteriormente y debido a mi familia, terminé estudiando Derecho porque en esos momentos las carreras permitidas para nosotros eran: arquitectura, medicina, economía, derecho…

Viajé a estudiar a París siete años. De ese momento en adelante me cambió la manera de ver la vida. Luego viví en Hong Kong, Londres, Milán, Mexico, Singapur. Dejé permear muchísimos aspectos de las diferentes culturas dentro de mi vida. Viví dieciséis años en el exterior.

Me vinculé a la moda por el lado contrario del escritorio. Como siempre lo expreso, comencé en la parte comercial. Cuando viví en Hong Kong hice negocios financieros. Debido a los contactos y viendo un oportunidad, terminé vinculado a un negocio de ropa. A mí siempre me había gustado la moda, pero cuando vi que era una actividad que disfrutaba, la empecé a tomar más que por dinero, por amor a lo que estaba haciendo.

Luego fui contratado por una empresa Italiana. Esto fue así gracias a un amigo que creyó en mi talento y que vio la posibilidad de que yo trabajara en moda. Entonces me fui a vivir a Milán donde aprendí a estructurar un negocio de moda. Desde comienzos del 2002 lancé mi propia línea de ropa aquí en Colombia.

– ¿Perfeccionista? ¿Exigente? ¿De carácter?

Soy una persona de carácter fuerte. Soy exigente, pero no de los que consideran el perfeccionismo una cualidad. Hay muchas personas que se escudan en eso para molestar. Las cosas hay que hacerlas bien, hay que hacerlas correctamente. Tengo un lema en mi vida: “todo hay que hacerlo bien”. Pero la palabra “perfeccionista” me parece peyorativa.

Conozco muchas personas que no triunfan en la vida y se enorgullecen de ser perfeccionistas. Lo son porque molestan por cosas sin importancia, eso no es una cualidad. Considero que el perfeccionismo como una obsesión en cada detalle de la vida, no aporta.

– Toda la experiencia, el bagaje, los viajes, se ven reflejados en los diseños que hoy ofrece.

Lógicamente que sí. En ese orden de ideas me considero una persona inmensamente cosmopolita. Diseño, no inspirado en las diosas romanas ni en la cultura griega, sino en la moda urbana. Cualquier colección mía es supremamente urbana.

Soy una persona que diseña en Londres y en París todos los años. Dentro de quince días me voy a hacer la siguiente colección porque me gusta diseñarlas citadinas. Me siento como un pastel donde tienes un pedazo de cada una de las culturas que he vivido. Soy un viajero que va a diferentes partes del mundo todos los años, tengo un gran contacto con las capitales de la moda como París, Londres, Milán. Busco estar en Bali, India, Marruecos y tengo un poco de todo eso en cada una de mis colecciones y de mi comportamiento.

– ¿Podemos decir que en Colombia somos generadores de moda o productores de confecciones?

No somos generadores de moda aunque haya proceso creativo porque estamos condicionados por parámetros, tendencias, ciertas posiciones. En Colombia no se puede crear moda.

El mundo de la moda está reservado para creadores que están basados en París, Londres, Milán o en Nueva York. No sale de ahí y no hay nada qué hacer. No hay la infraestructura para hacerlo ni los medios.

Es muy competido. Es muy difícil. No es una cuestión únicamente de talento pues éste es sólo una parte. Hay cuestiones muy simples como el que para un diseñador irse a Milán y abrirse paso, abrir una tienda es casi un imposible…

Nosotros no existimos en el mapa de la moda mundial.

– ¿Cómo definir elegancia?

Estar bien arreglado de acuerdo a cada ocasión. Es lo que yo considero ser elegante, saber qué llevar para cada una de las ocasiones que te presente la vida.Si eres una persona que vas supremamente arreglada a hacer el mercado estás mal vestida y si eres una persona que vas a un matrimonio de jeans…también estás mal. Es importante entonces saber qué ponerse en cada una de las situaciones, eso sí, hay unos parámetros de moda que van rigiendo, combinaciones, pero la elegancia en sí, es estar adecuado a la situación, para ponerlo en una palabra simple, porque la elegancia es un concepto muy amplio.

– ¿Qué es ser sofisticado?

Tener estilo, clase, buen gusto el mismo que no se aprende porque se tiene o no se tiene. El estilo permanece siempre. Tu te puedes poner una cosa u otra, que pasa de moda, que cambia, pero el estilo como tal permanece.Hay personas que tienen estilo y te pongo un ejemplo clarísimo, el señor Julio Mario Santo Domingo padre, se murió al rededor de los 88 años y la última vez que lo vi en un evento familiar en Bogotá, era una persona ya muy mayor pero con un estilo increíble y no estaba siguiendo ningún parámetro de moda.

 – ¿En qué perfil de mujer cobran vida sus diseños?

Hoy en día el mundo de la moda es concertado. Tu no puedes imponer una moda, tienes que conciliarla con las personas a las que les vendes y con el entorno en que te mueves como creador.

Hago mis creaciones y se las paso a mi equipo comercial para que opine si eso tiene salida y para que me diga la clase de mujer. Recibo su asesoría en ese sentido.

 – Una mujer conservadora prefiere lo tradicional. ¿Lo encuentra en su tienda?

Sí. Tengo ropa muy normal, clásica, con tendencia. Por ejemplo, una falda a la rodilla, negra, pitillo, ceñida al cuerpo, blusas normales, lo que pasa es que esa mujer tiene que tener cierto concepto porque mi tienda y te lo puedo decir con orgullo, es atrevida. Mi tienda se atreve, lanza, propone dentro del criterio que te acabo de mencionar, el de concertar con mi perfil de cliente pero mi tienda propone, no sigue parámetros de lo que encuentras en todas partes. Nunca miro otra tienda para diseñar.

– ¿En qué casos recomienda un cambio de estilo? ¿Ayudan los  “personal shopper”?

Hacer que una persona cambie su estilo es de las cosas más difíciles del mundo. Los personal shopper son quienes deben apoyar en eso pero aquí todavía la gente no los usa. En mi tienda mis asesores lo son, sugieren, ayudan, pero las personas tienen una idea de moda que está regida por el entorno social en el que se mueven y muchas veces por su pareja.

Tengo un caso que me llama mucho la atención, me pasa muy frecuentemente y es que vienen a buscar algo y se preguntan si a su pareja le va a gustar, permiten que terceros opinen sobre la ropa que se van a poner. Lo mejor es que tu te arregles, te sientas divina y sorprendas con una manera de vestir especial. Si es otro el que decide, termina perdiendo la magia que tiene el gusto de vestirse.

Cuando mi pareja va a comprar ropa yo espero afuera, opino si me pregunta; sugiero no impongo.

Tengo las anécdotas más increíbles porque en eso soy muy fuerte y en ocasiones adopto actitudes que interpretan mal pero es que “tu eres quien se va a vestir; no pierdas tu independencia; no te dejes cohibir; reconoce tu gusto; decide por ti misma”.

Cambiarle el chip a una persona con lo que quiere es muy difícil. Si buscan lo de hace años les sugiero que vayan evolucionando pero las personas piensan que es un signo de debilidad.

– ¿Qué tanto se sacrifica el gusto y el estilo personal por seguir una tendencia?

Si eres una persona buena para el tema no tienes que sacrificar tanto. Se debe hacer a la idea de que hay una manera de verse diferente. Yo te pongo un caso que a ti te tocó: hace unos años se usaban los pantalones de talle muy bajito con la bota ancha, resulta que ahora los pantalones se usan un poco más altos y completamente pegados al cuerpo.

Cuando saqué esos pantalones había mucha gente acostumbrada a lo anterior y me decían que no podían usar bota tubo porque no se veían bien, porque no les favorecía. Todas esas personas hoy usan esa moda pero su impacto visual inicial no les permitía rescatar esa nueva tendencia; habían unas proporciones que no entendían, pero al avanzar en el tema te das cuenta que la moda evoluciona para todos independiente de su estructura corporal.

Las personas tienen su estética, pero la tendencia mundial es tan amplia que hay literalmente para todos los gustos.

– ¿Cómo lograr la mejor pasarela en lo cotidiano?

Hay que tener en cuenta unas recomendaciones básicas. Consideraciones como la actividad diaria, lugares que se frecuentan, la ciudad en que se vive o a donde se viaja, condiciones de clima.

También se debe tener claro cuál es el físico; creerse lo que no es resulta fatal en todos los aspectos de la vida por lo tanto debes tener un ojo serio para observarte de manera objetiva. Las personas que saben de moda lo logran y pueden sacarle provecho.

Por otra parte, se debe tener una paleta de colores que sirvan entre sí y me explico, si compras cafe, rojo, amarillo, nada queda bien, pero si compras una prenda gris clara, oscura, blanco, negro, puedes hacer rendir las cosas entre sí, puedes mezclar y ampliar el closet. Se deben hacer compras inteligentes, dentro de una misma gama.

Saber vestirse se hace cuando se compra. El secreto del buen vestir está en la buena compra. Si todo lo que tienes es justo…entonces todo te sirve, todo lo usas, todo te lo pones y te queda perfecto.

No se debe limitar el armario y no hago referencia exclusiva al color sino a formas, texturas. Saber comprar termina siendo muy importante para vestirse bien.

– ¿Qué tanta conciencia de moda hay en Colombia? 

Muy poca. Colombia es un mercado que compra ropa pero que no compra moda, entiéndase como lo estoy diciendo, “comprar ropa es vestirse, comprar moda es proponer”.

En Bogotá se tiene un segmento de moda que ha crecido y se está volviendo cada vez más interesante pero la gente compra moda para cosas más especiales menos generales. En ciudades de moda de verdad como las que he mencionado, la gente compra moda para todo desde lo informal, pero aquí lo que se compra es ropa.

Hay unos estereotipos de moda que son muy particulares y hacen que tenga un gran impacto dentro del mercado local más que en un espectro completamente amplio de la moda.

– ¿Le da nombre a sus colecciones? 

No. Soy muy sencillo en eso, no me gusta. Por ejemplo: “La flor de loto bajando por el río Colección Primavera Verano”…”Aves del paraíso”…Eso no es lo mío. Tengo cosas muy específicas.

Si pongo un nombre es porque la colección me lo da todo en su contexto y en otras ocasiones porque la prensa me lo exige. Le doy un nombre que tenga relación con lo que estoy haciendo, de manera práctica, sencilla, normal. No trato de hacer filosofía ni dar una lección de vida en una prenda de vestir.

Pienso que la moda tiene que ser una cosa más divertida, menos profunda, más sencilla. No recuerdo como se llama la última colección de Chanel, ni la penúltima, ni me acuerdo de ningún nombre porque eso es algo muy nuestro.

Ahora, en cada colección tienes que tener nombres referenciados para tu trabajo, por ejemplo, en cada colección tengo la prenda de más tendencia pero de ahí en adelante decido que no la voy a tener en la tienda pero la puede comprar una cantante o una persona que vaya a hacer un show especial.

Después tengo unas prendas que llamo básicas, otras “easy dress”, sencillo, fácil de poner, que se vende bien, sin ser una prenda simple sino versátil, que sirve para todas las ocasiones y para todas las personas. Tengo también el vestido largo o coctel. Pero, no me gustan los nombres profundos en mis colecciones.

Amo las cosas sencillas de nombre y de filosofía.

– ¿Qué espera que experimente una mujer cuando se viste de Piñeres? Así como mi actitud habla, también lo que me pongo. Si llevo un traje suyo, ¿qué estoy diciendo?

Las mujeres que compran en mi tienda son muy características. A mi me podrán criticar por bueno o por malo, porque les gustan o no mis diseños, pero lo que no admiten es confusión.

Cuando ven mi ropa, el 90% de las personas del gremio de la moda saben que es mía porque tiene un sello. Soy un diseñador que trabaja mucho la cuerina, tengo una moda sensual, atrevida; las mujeres se ven sexis; tengo influencia del rock. Soy sofisticado.

Cuando alguien se pone un diseño mío está diciendo que se atreve y se quiere ver bella. No me gusta la moda para cubrir el cuerpo y para tapar a la mujer sino para resaltarle la belleza en los dos sentidos, no quiere decir que tenga que exhibirse sino que lleve lo que se le vea más lindo de todo lo que de verdad tiene.

– Pero el clima influye…

El clima es todo. La moda en el mundo le está dando la espalda a los climas, pero cada ciudad te obliga a vestirte de determinada manera. En Bogotá las siluetas y los cortes pueden ser tropicales pero los colores no. Bogotá exige una manera de vestirse por las condiciones de la ciudad, por el ambiente.

– ¿Qué viene para Ricardo Piñeres?

Estoy en un plan de ensanchar la marca. Ahora voy a abrir en Medellín. Tengo tiendas en los centros comerciales, con un crecimiento de mi marca diseñado y pronosticado para hacerse. Cuento con un representante en el Caribe, en República Dominicana, otro en Londres. Abrí un punto de venta en Nueva York y estoy abriendo otros en Colombia porque creo en mi país.

– Ahora me voy a deleitar con lo que está exhibido y muchas gracias por participar de mi Blog.

¡Encantado!

Publicado por Blogger en El Blog de Isa López Giraldo el 7/12/2014 12:53:00 a.m.