Marcial Navarro Bazurto

MARCIAL NAVARRO BAZURTO

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo. Publicado por Blogger en El Blog de Isa el 6/29/2014 10:23:00 p. m.

ORÍGENES

Soy hijo de artesanos sastres, familia de clase media baja. Mis padres hacían ropa para hombre sobre medida en una época en que no existían las grandes fábricas de vestidos en Colombia. Fue en ese ambiente en que me crié.

Fuimos cuatro hermanos. El menor murió muy joven en un accidente de tránsito, fue bailarín, hizo parte del ballet folclórico y con el que estuvo mucho tiempo en Europa.

ACADEMIA

Mi madre siempre se preocupó de que estudiáramos. Lo hice en establecimientos del Estado.

COLEGIO

Estudié cinco años de primaria y siete de bachillerato en el Colegio Cárdenas, de Palmira Valle. 

Durante catorce meses presté servicio militar como bachiller en el ejército en el Batallón MAC-Bogotá. Después de un periodo de entrenamiento nos trasladaron al Batallón Caldas como instructores de tropa, pues en ese tiempo era presidente Rojas Pinilla y estaba creciendo el pie de fuerza, no solo por la situación de orden público, sino porque decían que él estaba tratando de llegar al grado de mariscal de Campo y que para lograrlo requería tener un determinado pie de fuerza, por lo mismo reclutó en formo masiva. Me retiré siendo teniente. 

UNIVERSIDAD DEL VALLE

Tuve muy claro qué era lo que quería estudiar y ser en la vida. Siempre quise tener un taller, un negocio propio, y veía la posibilidad de lograrlo. Dada mi facilidad para las matemáticas, me gustaba la mecánica y la electricidad. De inmediato entré a la Universidad del Valle a estudiar Ingeniería Electromecánica donde cursé seis años de ingeniería eléctrica e ingeniería mecánica. En el último año la Universidad nos envió a trabajar a empresas de 6:00 a. m. a 4:00 p. m. y estudiábamos de 5:00 a 10:00 p. m.

TRAYECTORIA PROFESIONAL 

SENA

Mi primer trabajo fue con el SENA en la construcción e instalación del Centro Industrial de Cali. Se trataba de un centro de capacitación industrial de grandes proporciones. Aquí conocí a mi señora, en el año 1962, quien era la secretaria del gerente general.

COLOMBINA

Estando allí me ofrecieron un puesto en la fábrica de dulces Colombina en la Paila, Valle. Las condiciones eran muy superiores a las que tenía en el Sena. Iniciando mi nuevo trabajo, el precio del azúcar comenzó a bajar de forma significativa al punto de que valía más un vaso de agua que una libra de azúcar, lo que hizo que suspendieran el proyecto de ensanche de la planta, pues quedaron ilíquidos.

En ese momento me plantearon dos alternativas, retirarme o quedarme trabajando en el departamento de producción de dulces. Decidí quedarme, pues ya estaba casado y teníamos un hijo, el mayor de tres, los cuales nos han dado grandes satisfacciones.

MAGNETRÓN

En Colombina comienza la historia de esta faceta de mi vida, pues estando ahí aprendí de administración, de la relación con el personal, a dirigir procesos productivos y a tener cierta responsabilidad más allá de la ingeniería.  

Como tenía que ver con el control del mantenimiento de la fábrica, recibí a un señor judío alemán, de ochenta y cinco años, responsable de la reparación de equipos eléctricos. El señor había llegado a Colombia huyendo de la persecución Nazi. Por alguna circunstancia se ubicó en Pereira con la ayuda de la familia Valencia, de Valher, y montó un taller de reparación de equipos eléctricos.

Este señor tenía un hijo que había estudiado ingeniería en Alemania, el mismo que lo puso a llorar, pues quería que su hijo se hiciera cargo del taller, pero este, al conocer el negocio, lo calificó de “porquería de taller” y regresó a su país. Como el señor no tenía a quién más heredar, me lo ofreció. Ahí vi la oportunidad de mi vida y ese fue el comienzo de todo este desarrollo que ha habido. Pienso que es el destino el que de alguna manera le pone a uno las cosas en el camino.

Hice sociedad con un hermano, vendimos todo lo que teníamos para comprarle, pues el negocio estaba muy acreditado y atendía a todo el antiguo Caldas. Esto nos significó trasladarnos de ciudad. Por esa negociación llegamos a Pereira en el año 1966. 

RETOS

Sucedió un hecho muy extraordinario como lo fue la separación de Caldas, Quindío y Risaralda. Cuando ocurrió, toda la industria de Manizales suspendió el envío de trabajos para Pereira. Esa fue la primera dificultad que asumimos en la vida industrial muy poco tiempo después de haber comprado el taller, con ocho personas en nómina. De él vivíamos todos, por lo mismo tenía que resolver la situación. Muchas cosas no nos dieron resultado.

Un buen día conversé con el señor Federico Drews, líder cívico de Pereira, quien me sugirió hacer transformadores por la gran demanda que tenían y porque un porcentaje muy alto eran importados. También me ofreció comprarme uno. Este fue el comienzo de la historia de Magnetron.

Compramos transformadores viejos, los desbaratamos, los estudiamos. Una parte muy bonita de la historia fue cuando hicimos el primero. Lo armamos, lo conectamos a la electricidad y finalmente ¡explotó! Eso ocurrió cualquier número de veces antes de lograr éxito. Repetimos el proceso, lo instalamos y, cuando salimos del sitio de instalación, de nuevo explotó. Finalmente lo logramos y ese primer transformador lo conservé por muchos años. Tengo una cantidad de anécdotas alrededor de esa experiencia.

CRECIMIENTO DE LA INDUSTRIA

Nuestra primera venta importante fue de siete transformadores despachados a Neiva. Llegaron a su destino, pero no pudimos comunicarnos con el comprador hasta que, luego de muchos intentos, nos contestó su hijo, quien se mostró sorprendido cuando preguntamos por su padre y cuando preguntamos también si habían recibido los transformadores, si les habían funcionado. El hecho fue que el señor se había muerto. Por mucha gracia, logramos que no incluyeran los transformadores en el juicio de sucesión y que nos los devolvieran. Comenzamos, entonces, a construir transformadores.

Nunca ha sido un problema venderlos, como lo vaticinara el señor Drews, quien sostuvo siempre que se trataba de un mercado con una demanda altísima, pues su comercialización está directamente relacionada con el Producto Interno Bruto de la Nación – PIB, que depende de la demanda de energía, íntimamente relacionada con la utilización de transformadores para distribuirla. Así pues, si hay un crecimiento del 10% del PIB, la industria crece en la misma medida.

TRANSFORMADORES PEREIRA LTDA – TPL 

Retomando la historia, comenzamos a crecer, pero teníamos limitaciones de dinero, así pues, nos asociamos con la Corporación Financiera de Occidente y con algunos comités de la Federación Nacional de Cafeteros.  La Corporación vio en nosotros una buena oportunidad para diversificar la economía de la región. Los ministros y demás visitantes preguntaban por fábricas distintas a las de confecciones y los invitaban a mi taller. Comenzó como Transformadores Pereira Ltda – TPL.

La empresa fue creciendo y la Corporación fue invirtiendo en ella, pero esta última era pequeña y llegó un momento en que el capital que tenía invertido superaba la reglamentación que la Superintendencia Bancaria, hoy Superintendencia Financiera, tenía reglamentada, por lo que se obligaba a vender su participación disminuyendo el riesgo. Lo que se buscaba era que, si TPL se quebraba, la Corporación no sucumbiera. 

WESTINGHOUSE

Buscamos alternativas y de esta forma encontramos a Westinghouse de Estados Unidos que por circunstancias especiales estaba desarrollando un proyecto en Cartagena. Un ingeniero de esta firma conoció la fábrica que quedaba en Dosquebradas y que ocupaba alrededor de ochenta personas para el año de 1976. Esta visita dio como resultado el inicio de una negociación de asociación entre WH y TPL. Cerrar el negocio tomó dos años. Fui gerente general de TPL.

Westinghouse quedó con una posición dominante, no había sido mi objetivo ser empleado de una empresa y mucho menos de la mía, por lo que al poco tiempo decidí retirarme, vendí mis acciones y volví a empezar. Mis hijos eran pequeños, socialicé el tema con mi familia que me respaldó.

TPL PEREIRA

Los efectos de la globalización de la economía en el planeta han generado la fusión de empresas para poder sobrevivir en un ambiente altamente competitivo. Por esta circunstancia en Europa se fusionaron dos empresas productoras de equipos electromecánicos, Asea de Suecia y Brown Boveri de Suiza, para conformar ABB, la que poco después le compró todo lo que tenía en el mundo WH en fabricación de equipos para transmitir y distribuir energía eléctrica, hecho que trajo la presencia de ABB, en calidad de socio, a TPL a Pereira.

En 1982 conformé un taller para reparar transformadores. En ese momento no era considerado ya “enemigo de los bancos”, lo que era mucho decir, no constituía una “amenaza publica”, tenía experiencia y un buen nombre.  

De ese momento a hoy, pasamos de ser absolutamente insignificantes a tener cerca del 65% del mercado nacional de transformadores. La diferencia la atienden Siemens, ABB, entre otras. Ahora buscamos, además, exportar para aprovechar los TLC’s y evitar que las fábricas extranjeras nos acaben en nuestro propio territorio. Actualmente exportamos el 60% de lo que producimos incluso a los Estados Unidos pese al costo logístico en el que incurrimos las empresas colombianas por la falta de vías y por los costos del transporte.

La globalización ha traído mucha incertidumbre y preocupaciones grandes pues las ventas se concentran en pocas empresas y eso no es bueno. Es el día a día en los negocios que hay que superar. La carga impositiva representa el 60% de las utilidades. Pese a esto pasamos de 280 a 27.000 m² de área de producción, de emplear seis personas a setecientas veinte de las cuales cincuenta son ingenieros.

EVOLUCIÓN DE LA ELECTRICIDAD

La evolución de la electricidad en el planeta, la energía eléctrica y el magnetismo, son partes constitutivas del universo. El hombre logró extraer la energía de la naturaleza para su propio beneficio. Lo primero que se invento fue la batería a través de medios químicos, de pilas. Se dio cuenta de que podía utilizar la energía para muchos fines. Luego encontró el ferromagnetismo, que es la unión de producir efectos magnéticos a través de la electricidad. Nacieron entonces los motores eléctricos. Es ahí cuando el mundo comienza a industrializarse, pues antes todo era manual, artesanal. Con esos equipos hubo un boom del desarrollo de la industria.

La dificultad era producir grandes cantidades de energía y trasladarla a importantes distancias. Algún día, un científico del imperio austro húngaro, actualmente Croacia, descubrió la corriente alterna y con esta solucionó el tema. Un transformador, como su nombre lo indica, transforma las características de la energía. La potencia eléctrica tiene dos bases fundamentales: la fuerza y la velocidad. La primera es el voltaje y la segunda es la corriente. A un transformador le llega energía eléctrica y transforma un voltaje de entrada en otro de salida. Transmitir energía eléctrica a grandes distancias solo es posible gracias a la corriente alterna, a muy altos voltajes, pero su utilización solo es posible a bajos voltajes lo cual origino el invento del transformador. 

CONCIENCIA EMPRESARIAL 

Debe haber conciencia. El crecimiento de las empresas se debe basar en la generación de utilidades con responsabilidad social. Que esa riqueza sea lo que haga crecer al país, con oportunidades de empleo, con reinversión de utilidades. Los problemas no se resuelven dando limosna, sino generando riqueza con sentido social.

El éxito lo concentramos en tres puntos básicos:

Primero. En la tenacidad, en no darse nunca por vencido, en el convencimiento de que la solución de los problemas de la vida son variados, lo importante es encontrar el adecuado en el momento preciso.

Segundo. En la cultura empresarial, desde hace muchos años, encontramos la forma de adquirir esta disciplina a través de la norma ISO 9000, es una verdadera filosofía aplicada y no un requisito más, donde los procesos de calidad van más allá de producir, deben estar documentados para que sirvan de capacitación a otros.

Tercero. En la moral y en la ética que son absolutamente importantes. Este punto tiene que ver con la persona y con lo que irradia a su alrededor. He perdido muchos negocios por no presentarme a ofrecer dádivas.

JUNTAS DIRECTIVAS

He pertenecido a gremios como la Andi, Acopi, ACIEM. Pero también a Juntas Directivas: participé por siete años en la junta de Aguas y Aguas de Pereira; tres años en el Consejo Directivo de la UTP; y estuve por dos periodos en el Comité Intergremial.

HOMBRE CÍVICO

Nunca me tentó la política ni tengo intensiones de eso, pero con un grupo interdisciplinario, de las más altas calidades, pensamos cómo arrebatarle a la clase política corrupta el poder a través de Luis Enrique Arango Jiménez.  

Pensamos que hay que orientar los esfuerzos hacia la disminución de la pobreza y del desempleo y para ello se debe crear riqueza con sentido social, como lo mencionara. El engranaje de eso obliga a buscar fuentes de generación y no dejar acabar las que ya existen. Lo primero se logra promoviendo ejes estratégicos que se requieren con el turismo, la industria, atender la actividad cafetera, por ejemplo. Se necesita capacidad gerencial para conseguir y administrar los recursos.

En las universidades hay transferencias de conocimiento, por lo general, pero no enseñan este para qué sirve, qué hacer con él ni cómo aprovecharlo. Las universidades tienen a su haber cualquier número de doctores, pero no aportan a la ciudad, no contribuyen al desarrollo.

Los invito a la reflexión para lograr un aporte eficiente y eficaz al crecimiento económico de la región.    

FAMILIA

Mi esposa y yo tenemos tres hijos. El mayor es odontólogo, está radicado en Medellín y es muy reconocido a nivel local, nacional e internacionalmente. El segundo es ingeniero mecánico y mi mano derecha en la empresa hace más de treinta años. El tercero es músico, guitarrista clásico con doctorado de la Universidad de Barcelona – España, con tesis summa cum laude, y en la actualidad se desempeña como director de la escuela musical de la Universidad del Norte de Barranquilla: considero que su vena artística es heredada de mi padre, que fue torero.