DAVID LUNA
Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.
Muchas gracias, Isa. Estoy feliz, pero un poco intrigado. No es usual que una persona que tiene Blog propio, haga entrevistas dándole la posibilidad al entrevistado de hablar relajado.
ORÍGENES
– Hay que abrir espacios y este es tuyo. Cuéntanos quién es David Luna.
Soy una persona común y corriente, hijo único de una familia trabajadora de estrato medio. Mis padres, David y María Eugenia, hicieron un esfuerzo muy grande por brindarme educación,. Por eso y por mucho más los amo y les agradeceré toda mi vida.
INFANCIA
Mis padres se separaron cuando yo tenía diez años. Tanto mi mamá como mi papá se volvieron a casar y hoy en día somos muy unidos.
Nací, crecí y me he educado en esta ciudad. Soy 100% bogotano. Y no tengo hermanos.
– ¿Qué significa para ti ser hijo único?
Me acuerdo, quizás a mis cuatro o cinco años, diciéndole a mis papás a diario: “Papi, mami, un hermanito; papi, mami, un perrito”. Era mi discurso, casi que permanente. Pero llega un momento en la vida que tienes claro que eres hijo único. Y lo que tú dices, el complemento son los primos. Tengo una relación maravillosa con ellos, que son numerosos.
También soy una persona de muchos amigos. Mis amigos son de diferentes niveles, edades, pensamiento. Precisamente porque tenía que obligarme a hablar, a oír, a compartir, y eso ha sido muy interesante.
Muchas personas me preguntan que si es muy dramático tener hijos únicos y les digo que para nada. Tampoco eso de que: “Ser hijo único es ser hijo consentido”. No es cierto, ni debe serlo. En mi casa viví los llamados de atención.
Mis papás fueron muy cariñosos, pero estrictos en mi formación. Les debo a la vida, el ser ordenado, el tener claro que la familia es lo más importante. Después de la familia viene ayudarle al prójimo y por último un poco el goce. Pero todo esto es formación.
ADADEMIA
Estudié en el Gimnasio Campestre, colegio católico. Nos inculcó principios y valores y nos puso a pensar mucho en los demás. Realizábamos un ejercicio llamado Vanguardia de Acción Social – VACS. Con este programa apoyábamos a la gente vecina al colegio que requería algún tipo de ayuda académica, social o deportiva.
Perdí quinto de bachillerato. Lo perdí porque me dedicaba al fútbol, al periódico, a la banda de guerra, a la VACS, a todo menos a lo que debía dedicarme. Fue muy duro porque perdí a mis compañeros de toda la vida. Entre comillas digo que los perdí, porque son hoy mis mejores amigos. Pero no me pude graduar con ellos. Claro, establecí después otros vínculos. Este golpe me ayudó a replantear mis prioridades y a entender y comprender que las responsabilidades son también las que generan impacto.
Así, fui adquiriendo una serie de motivaciones muy grandes. Diría que fueron las que me llevaron a la política. Entiendo la política como el arte de servir y no como la actividad para servirse.
LÖSUNG CONSULTORES
Después de veinte años de servicio público, estoy en el sector privado. Soy consultor asociado de Lösung Consultores, firma que dedica su trabajo a la consultoría socio política.
REFERENTES
¿Quiénes son tus referentes?
Familiarmente mis padres, por supuesto. Tengo un par de tíos que adoro con el alma, han sido pieza esencial en mi formación. Unos amigos incondicionales que han estado en las buenas y en las malas. Me han dado la mano en los momentos más críticos y han celebrado conmigo las mayores victorias.
Filósofos y políticos, tengo varios. A nivel internacional leo mucho a Winston Churchill. No dejo de leer a Kissinger, secretario de Estado de los Estados Unidos. Leo de manera constante biografías de Bolívar y de Santander. Me gusta leer el pensamiento de personas con quienes no comparto su visión o sus acciones. Entonces he leído sobre Franco, Mussolini, Hitler. Son tres personajes nefastos en la historia mundial, pero hay que saber qué era lo que pensaban para evitar que se repitan esas historias.
Recientes pensadores colombianos puedo citar a Alberto Lleras, uno de nuestros grandes en política, diplomacia y periodismo. Empresarios como Alejandro Cortés, quien acaba de tomar la decisión de retirarse del Grupo Bolívar. Otros como Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia.
Políticos como Mockus porque viví la transformación que hizo en Bogotá. Peñalosa a quien admiro, quiero y agradezco lo que hizo por Bogotá. Personas como Juan Manuel Santos han sido muy importantes para la transformación de este país. Le reconozco ese mismo valor a Álvaro Uribe. No milito en su partido, pero creo que es de caballeros reconocerle a los demás sus aciertos. Y muchos otros que han aportado y que son vitales y esenciales como el exministro Rafael Pardo. Son personas que han construido con nosotros. Otras que murieron, como Gilma Jiménez, defensora de los niños.
MOMENTOS CRÍTICOS
– ¿Cuáles han sido esos momentos más críticos que has tenido que afrontar?
Cuando inicias una carrera pública tan temprano y cuando escalas peldaño a peldaño, resulta muy exigente. No me he saltado ninguno. Todo lo que he hecho ha sido con trabajo y a pulso. No soy miembro de una familia política, es decir, no soy delfín. Me ha costado mucho más que a otros este esfuerzo.
Los momentos más emotivos han sido los triunfos electorales. Los más difíciles, las derrotas electorales.
Me ha dado muy duro que he comenzado a escribir tres libros y sólo he terminado uno.
FAMILIA
– Ya tienes tu propia familia.
A medias porque estoy recién y felizmente casado con Laura y esperamos que pronto lleguen nuestros chiquitos.
– ¿Hijo o hija única?
Ojalá que no sea único, pero si eso es lo que Dios define, nos apegaremos.
VIDA POLÍTICA
Muy joven, a los dieciocho años formé parte de la Junta de Acción Comunal de mi barrio. En la Junta buscamos recuperar la quebrada La Vieja que estaba absolutamente contaminada. Y lo logramos con ayuda de las entidades distritales.
Después de ese ejercicio comencé a preguntarme el porqué no participar en lo público, electoralmente hablando. Comencé como edil. Fui dos veces concejal. Estuve en el Congreso representando a Bogotá como representante a la Cámara. Después aspiré a la Alcaldía, y me derrotaron. El presidente Santos me invitó a ser su viceministro y después su alto consejero Presidencial.
Le recuerdo a mis estudiantes lo que Galán dejó como legado. Esto es que “la política es el arte de servir y no de servirse”. Quien llegue a la política para hacer plata terminará muy mal, ojalá en la cárcel. Esa frase de la complementó Mockus. En su momento dijo: “Lo público es sagrado”. Quienes lo hemos entendido así, tenemos la tranquilidad de haber actuado bien en lo público.
PENSANDO BOGOTÁ
– Uno de tus temas necesariamente es ciudad.
Me he dedicado a pensar en Bogotá y no en la política electoral. Vieras el descanso y la facilidad de encontrar soluciones sencillas a los cientos de problemas que tiene la ciudad.
Veo que Bogotá atraviesa su peor momento. No desde el punto de vista político, sino desde la ejecución. Los ciudadanos perdimos la esperanza, pero puede volver a recuperarse.
Los expertos en Bogotá, quienes la han estudiado y la conocen, han dejado de ser interesantes para los bogotanos.
– ¿Por qué ocurre?
Porque Bogotá se convirtió en el premio de consolación de quienes pierden las elecciones a la Presidencia de la República. Todo candidato sabe que si no gana tiene la posibilidad de ser alcalde. Eso ha hecho un gran daño. Están llegando personas que no conocen la ciudad. Es posible que conozcan muy bien el país, pero no a Bogotá. Y no es lo mismo. Bogotá tiene sus propias dinámicas. Tiene sus grandes diferencias, incluso entre barrios, entre localidades, entre el oriente y el occidente. Tiene micro climas, dificultades en materia de transporte, más específicas en una localidad que en otra por su geografía.
La ciudad no va bien y no sólo por culpa de los gobernantes. Los ciudadanos no pensamos a la hora de elegir quiénes son los expertos en ciudad y quiénes no. Esto tiene un componente complejo. Bogotá se convirtió en un pieza de poner del lado de la derecha o la izquierda. Lo lógico y prudente es que estemos del lado de la ciudad.
Concluyo diciendo que la ciudad no va bien. Afortunadamente, puede y debe mejorar. En las próximas elecciones tenemos una oportunidad, no para votar en contra de alguien. Tampoco para hacerle equilibrio al presidente de turno. No para posicionar a la izquierda o a la derecha. Debemos buscar un candidato que conozca y que resuelva los problemas de la ciudad. A eso es a lo que debemos apostarle. En ese sentido recuperaríamos la esperanza, la ciudad.
ELECCIONES
– Cuando el abstencionismo es alto, se elige sin el respaldo mayoritario que da legitimidad. ¿Cómo evitar que la motivación a la ciudadanía no se maneje solo en campaña?
Esa es una muy importante pregunta porque más del 50% de los bogotanos se abstienen. Sienten que un alcalde no les puede resolver los problemas, pero están lejos de la realidad.
El ciudadano que vive frente a una calle sin pavimentar, no tiene el problema del hueco, sino que tiene el problema de que su hijo se va a enfermar por el hollín que produce el polvo que levantan los carros pasando por esa vía. El que tiene su centro de salud muy lejos de su casa, es un ciudadano con más dificultades.
El ciudadano que vive en Bosa, pero tiene que enviar a su hijo a educarse a Suba, podría cambiar su situación si elige bien. El que vive en Usme y se demora horas hasta la 72 con 7ma. Este personaje podría cambiar su calidad de vida demorándose 45 minutos si vota bien. Debe elegir a alguien que sepa cómo resolver los problemas de movilidad.
Los problemas ciudadanos del día a día los resuelve el Alcalde y no el Presidente y sin embargo la gente vota más por el segundo. Quien verdaderamente está con uno es el alcalde. Por eso la invitación es a que cada día nos enteremos más e influyamos más en la toma de decisiones. Esto aplica para cualquier ciudad.
Temas como la seguridad, la arborización, parques. ¿A dónde llevo a mi hijo a jugar si no tengo Club o Caja de Compensación? Lo llevo al parque. Si este se encuentra en malas condiciones es por responsabilidad del alcalde. Pero también mía por no haber votado bien.
– Se elige un alcalde, pero hay localidades. Por lo mismo alcaldías menores responsables de su sector.
La forma de elección de los alcaldes locales es diferente. No se eligen por voto popular para no fraccionar la ciudad.
– Pero fue una propuesta.
Hay una propuesta sobre ese particular. Yo no la comparto. Creo que no es oportuna por lo que menciono, no se debe fragmentar la ciudad. Un alcalde menor en oposición a otro toma decisiones que compiten, como las de pico y placa. Situaciones como esta ocurren en Caracas, Venezuela.
Los alcaldes locales tienen hacen máximo cinco cosas y no las doscientas que tienen como responsabilidad. Deben mantener los parques, las vías locales, garantizar el aseo, la seguridad y aplicar las normas urbanas. Así lograran que el ciudadano se interese por su localidad. Hoy le preguntas a un ciudadano y desconoce en qué localidad vive y qué alcalde lo gobierna. Esto es así por la falta de cercanía. No hay interés. Esto es lo que Bogotá debe modificar.
GERENCIA
– Bogotá es una ciudad que necesita gerencia.
Es que las ciudades lo que exigen son gerentes y llegan políticos. Esto no es malo en sí mismo si están preparados. En el gobierno de Lucho Garzón, el periodista Sánchez Cristo le hizo, terminando su período, una entrevista. En esta le preguntó qué fue lo más difícil durante los cuatro años. La respuesta fue: “El primer año”. A la contra pregunta de por qué, respondió: “Porque fue el tiempo que me demoré en conocer la ciudad”.
Uno no puede darse el lujo de elegir un alcalde para que llegue a aprender. Debe haber una condición contundente para poder elegir de manera correcta.
– ¿Es posible conocer tan al detalle una ciudad? En especial una que crece de forma desorganizada y que pareciera que se le sale de las manos a todo el que asume el cargo.
Yo conozco el 80% de los barrios de Bogotá. E 20% faltante no lo conozco porque cada día nace un barrio nuevo. Pero más que conocer cada calle lo que se debe es tener una claridad sobre las políticas públicas. Por ejemplo, en los últimos gobiernos se ha pensado que para resolver el problema de movilidad hay que promover restricciones como el pico y placa. Yo creo que esa no es la solución. Creo que hay que construir infraestructura, empezando primero por la faltante.
La Circunvalar se llama así, pero jamás ha sido la que le da la vuelta a Bogotá, hay que terminarla. La Avenida Boyacá y la Avenida 68 nunca concluyen donde estaban inicialmente diseñadas, también hay que terminarlas. Pero también la Avenida José Celestino Mutis está a medio construir. La Avenida Luis Carlos Galán no ha comenzado a construirse. Qué quiero decir, que si contáramos con una ciudad terminada en lo que está diseñado, tendríamos un 30% menos de problemas en movilidad.
Hay que construir una nueva infraestructura. Autopistas urbanas, por ejemplo la Avenida Longitudinal de Occidente que atravesaría la ciudad desde el sur hasta el norte. Construir con transporte público tipo Transmilenio y con ciclorutas.
METRO DE BOGOTÁ
¿Qué si debemos hacer el Metro? Claro que sí, pero en el entendido de un sistema integrado de transporte público. Todo eso es importante. Pero también es importante pintar las cebras, las intersecciones para que la gente no se pase, para que no se generen trancones.
– Y llamando nuevamente a Mockus, se debe construir cultura ciudadana.
Pero no sólo eso, sino un sistema de semáforos inteligentes. Hay muchas cosas muy sencillas que podríamos resolver con muy poquito.
– Corrupción es la respuesta a la no inversión y no solución rápida de muchos de los problemas de la ciudad.
Corrupción. Por falta de gerencia, de gestión. Por falta de veeduría ciudadana. Como ciudadanos deberíamos llegar al punto de exigir.
Un ejemplo es el de una comunidad en un barrio de Fontibón. En un parque, al lado de un colegio, el espacio de recreación de todo el barrio y del colegio, un funcionario tomó una decisión. La de entregar en concesión ese parque a un privado. Desde ese momento para entrar al parque hay que pagar. Los ciudadanos se expresaron, hicieron una asamblea, citaron a las autoridades, nos llamaron. A eso es a lo que hay que apostarle, a que la ciudadanía sienta que sus derechos son exigibles.
TRANSMILENIO
– Desde ayer los transportadores están reclamando su derecho a trabajar. ¿Cómo ves su problemática, la del SITP?
Es por falta de gerencia.
Antiguamente, al bus tradicional se le pagaba por el pasajero recogido. Esto era absurdo. Por lo mismo se daba la guerra del centavo. Así que si el bus venía por la izquierda y veía un pasajero, se atravesaba a recogerlo, pues por eso le pagaban. Finalmente Peñalosa entendió que ese modelo había que acabarlo. Fue cuando creó Transmilenio. Les pagó a los transportadores por kilómetro recorrido independiente del número de pasajeros recogidos. Esto, siempre que cumpliera las normas de seguridad. Normas como parar en los paraderos. Pero tambique el conductor sólo labore seis horas diarias, que cuente con seguridad social, riesgos laborales y tenga una vida tranquila. Los otros conductores trabajan 18 y ganaban menos.
Después de Transmilenio se evidenció la necesidad de tener un sistema integrado. El alcalde Moreno, hoy en la cárcel, con Clara López, su secretaria de Gobierno quien aspira a la alcaldía, firmaron los contratos de concesión. Estos, para hacer trece zonas, las de los buses azules. Al llegar esos buses, los demás debían ser chatarrizados y enganchar a los conductores al nuevo sistema. Han pasado tres años y no ha pasado nada. Por lo mismo, cuando les ponen el pico y placa a los buses tradicionales, ellos se manifiestan. Y no deberían, pues estos no tienen razón de ser.
– Y esa medida incrementó el uso del SITP y con todos los bemoles que tiene.
Es increíble que el SITP funcione gracias a un paro.
– ¿Cómo subirle el perfil a los conductores de servicio público? Tienen la responsabilidad de vidas humanas y son los que más atentan contra las normas de tránsito.
En esos contratos se establece que los conductores tienen que pasar un examen técnico y psicológico.
– Pero cuando salen a las calles pensaría uno que se ganaron el pase en una rifa…
No se respetan las leyes. Pero el conductor hoy tiene que ir por el carril que le corresponde, a la velocidad permitida. Tiene que recoger y dejar a los pasajeros en los paraderos exclusivamente.
– ¿Y dónde están los guardas de tránsito que cuiden porque las normas las cumplan y no sólo estar buscando multas en los privados?
De acuerdo. Ahora que tienen metas que cumplir, la responsabilidad es de la policía y de la oficina de movilidad. A Bogotá le hace falta autoridad, una que haga cumplir la ley, que todos independiente de su cargo la respeten, la acojan.
Nosotros estamos empeñados en la cultura de la legalidad. ¿Cómo aprendimos que es imposible manejar un carro con un grado de licor? Con las multas millonarias. Es bienvenida la zanahoria, pero si no se cumple… S debe evitar que sigan incumpliendo.
ILUMINACIÓN
Por sectores la ciudad se queda sin luz, en penumbra y eso alimenta la inseguridad.
Se tiene la teoría de las ventanas rotas. Una universidad muy importante en los Estados Unidos hizo un estudio hace veinte años. Dejó un carro sin seguro, con las ventanas abajo en un barrio en oscuro, con basura. Después hizo el ejercicio en un barrio iluminado. Al del barrio iluminado no le pasó nada, el otro quedó completamente desvalijado.
Temas como iluminación, seguridad, señalización son fundamentales. Cómo es posible que estemos vestidos de pasacalles y de publicidad en los postes cuando ese tipo de temas son facilísimos de resolver. Uno sabe quién es el anunciante, pero no se denuncia. El interés general prima sobre el particular.
ESPACIO PÚBLICO
– Hablemos de espacio público.
El presidente de una compañía y el portero son idénticos de lunes a viernes, tienen sus rutinas. La diferencia se da el fin de semana. El primero se va a un club social y el segundo lo único que tiene es el parque. En el espacio público es donde todos somos iguales. Por lo mismo, este tiene que ser de calidad para que todos lo disfruten de la misma manera.
No solo los parques sino las alamedas, las ciclo rutas, el camino peatonal de los Cerros Orientales. Este es un proyecto que Bogotá necesita a gritos.
El espacio público es la mejor herramienta para que todos podamos tener tranquilidad, seguridad e igualdad. Si entendemos que ahí está el cambio de una sociedad estaremos al otro lado.
Los andenes son para los ciudadanos de a pie. Los carros no deben tener las mejores condiciones, pero los peatones tampoco las peores.
Cuando era edil de Chapinero, quisimos peatonalizar la Zona T. Pero la gente se opuso, cuando en cualquier lugar del mundo los pasos más importantes son para peatones. El equilibrio es fundamental.
PARQUEADEROS
– Ahí viene el tema de parqueaderos, el abuso de tarifas, que no hay suficientes o no están cerca.
Claro, tienes toda la razón. Hay ausencia de parqueaderos y abuso de tarifas. Pero no por esa razón debo quitarle el espacio al peatón. Tendremos que lograr que la gente entienda que hay sitios autorizados. En paralelo es posible parquearse en algunas calles. Es absurdo que todos los días de 8 a 8 no se permita parquear en determinadas calles. No se puede poner en tela de juicio el poder del peatón.
El espacio público de la recreación es otro frente. Bogotá no puede seguir dándose el lujo de privatizar las canchas de fútbol. Estas deben ser sintéticas para que no cueste mucho mantenerlas. Lla entrada a las bibliotecas públicas merece atención, y no se deben cobrar. Todo lo que hace referencia a la actuación comunal y comunitaria.
Bogotá tiene casi tres mil juntas de acción comunal y los salones les deben pertenecer y no a la Alcaldía. Aademás, deben contar con recursos.
TOROS
– ¿Toros Sí Corridas No?
No soy fan de las corridas. Siempre he defendido el derecho de los animales en todas mis actuaciones públicas. Lo que debe haber es un equilibrio. A quien le gusten pues que pueda ir, pero no financiado por el Estado. Esta no es su responsabilidad.
Hay otros temas culturales, el coleo en el Meta, la pelea de gallos en Sucre… Hay que tomar decisiones de acuerdo al tema regional.
– ¿Al que le guste vaya? Debería replantearse qué es cultura, que es tradición y revisar qué es válido y qué no. Tenemos que evolucionar.
Hay que evolucionar, pero también hay que respetar la Ley.
– Pero la ley la hacemos las personas y la sociedad es la que las modifica.
Claro. El día que el Congreso diga que no más toros en Colombia, no habrá más.
– ¿Cuánto más se necesita para que el Congreso saque adelante el tema? Esto por encima de los intereses económicos que se mueven alrededor.
Total. Eso hace parte de los debates públicos. Hasta que logremos que el país entienda. A esto se suman los derechos de las parejas homosexuales. O lo que tiene que ver con la donación de órganos, que pienso debería ser una obligación. El aborto tiene que ser permitido en los tres casos que ha estudiado la Corte.
No podemos seguir polarizando. Debemos resolver los problemas.
CONCEJO MUNICIPAL
– Es importante cuidar las relaciones con el concejo.
Estuve en el concejo cinco años con Mockus y con Garzón. A este último le hacía oposición y a Mockus le votaba los proyectos que me gustaban. La diferencia de estos dos alcaldes con lo que se está viviendo ahora, es que ellos llamaban y hablaban con los concejales. Hoy, si no hay acuerdos los señalan de mafiosos.
El secretario de Gobierno de Petro dijo hace unos días que revelaría una lista de los clientelistas. Lista que nunca revelaron.
Bogotá está hastiada de eso. Lo que la ciudad quiere es esperanza y entrar a un sueño para los próximos veinticinco años. Reconocerle a todos los aportes positivos.
Resolvamos los problemas, atraigamos inversión, tengamos la mejor educación independiente de la filiación política.
LIBROS
– ¿Eso es lo que estás consignando en los libros que estás escribiendo?
Eso fue lo que consigné en el que ya terminé. Se llama Nueve propuestas para transformar Bogotá. Lo hice con el ingeniero Eduardo Berenthz y la Universidad del CESA hace un par de años. Trabajamos en la segunda edición.
Creo que los problemas están sobre diagnosticados o mejor, las soluciones. Lo que necesitamos es poner en práctica.
PROYECTOS
– ¿Qué sigue para David Luna, terminar los libros, sembrar el árbol, tener los hijos…ocupar la Alcaldía?
Terminar los libros. Si Dios nos hace ese milagro, el poder tener un hijo o más.
Que Bogotá tenga un gran acuerdo para que primero esté la ciudad que los partidos. Yo no soy candidato a nada, entonces puedo darme el lujo de decir que estoy trabajando para lograr acuerdos.
Me encantaría en el futuro ser alcalde porque me preocupa la ciudad. Pero si no lo soy sabré entender que los ciudadanos no me quisieron en esa responsabilidad.
Más que sembrar un árbol quiero lograr que en los Cerros Orientales, que son dieciseis mil hectáreas que atraviesan 6seislocalidades, podamos hacer el paseo recreativo. ESto para establecer un límite físico y para que allá no se pueda construir. Este es un pulmón activo. Queremos que la gente los pueda disfrutar.
CIERRE
Es muy agradable hacer este Blog contigo, en el que permites expresarse de una manera muy transparente.
Me defino como un enamorado de la ciudad y, cuando eso pasa, uno hace todo lo posible por lograr que la ciudad lo mire.
– Además eres hijo de la ciudad. La has sentido, la has vivido, la has sufrido, la has llorado, la has reído. Y ahora, la has construido.
Y como soy un enamorado, seguiré enviándole flores a los ciudadanos. Esto será así hasta que algún día logre que reconozcan que yo puedo ser un buen novio.
Publicado por Blogger en El Blog de Isa el 10/24/2014 11:16:00 p. m.