Lina María Camargo

LINA MARIA CAMARGO – KITSMILE

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo

 

Kitsmile es sinónimo de felicidad y de oportunidad en la rehabilitación en casa de niños con parálisis cerebral; es único en el mundo y cuenta con patente de invención.

Lina María Camargo – socia

Crecí muy feliz con mi mamá, mi papá y mi hermana. Conformábamos una familia de estrato medio que me otorgaba muchos beneficios porque podía ir a los sitios que quisiera, al club que mi papá administraba donde todos me consentían y consideraban. Pero a mis ocho años mi papá murió de repente y nuestra vida cambió.

Vino una crisis emocional y económica muy fuerte, y siendo yo la más chiquita de mi casa, sentí que debía ser el respaldo de mi mamá y de mi hermana, me cohibí de llorar, me mostré fuerte, tanto que me volví una roca.

Me cambiaron de colegio, descubrí una población de estudiantes totalmente diferente a la que yo conocía. Pasé del Sans Façon al Jorbalán de Chía, con un nivel cultural y económico que me costó asimilar, en el que nadie compartía nada precisamente porque, si se les perdían las cosas, no iban a tener cómo reemplazarlas. Por ejemplo, alguna vez pedí prestado un color blanco y cuando pregunté que porqué no me lo prestaba, mi compañera me dijo: “Es el único color que tengo en el año, si lo boto, no me pueden comprar más”. Esto me provoca lágrimas, pues realicé cuánto había cambiado mi vida.

El colegio tenía una fortaleza poderosa, una organización tipo gerencial, cada curso tenía un organigrama, había un gerente general, otro de recursos humanos, pero también financiero y demás. Hacíamos actividades para que los estudiantes generáramos ingresos que permitieran romper los círculos de pobreza que existían.

Fue así como desde muy chiquita comencé a tener funciones de gerencia y liderazgo, en ese momento veía como un beneficio que jugaba a favor para ayudar proactivamente, el hecho de que hubiera conocido otro mundo muy distinto que me daba herramientas para beneficio de toda mi nueva comunidad.

Veía oportunidades donde mis compañeros no, muchas veces los mismos profesores limitaban y bloqueaban actividades por la falta de recursos, cuando yo pensaba que si no había plata pues debíamos conseguirla, pero no dejar de hacer las cosas por eso. Entonces empecé a vender incluso dulces, aunque lo prohibieran, lo hice por rebelde, por la necesidad de logro y por el deseo de crecer.

Transformé mi dolor en liderazgo, fui la gerente durante todo el bachillerato, un caso único, por lo menos hasta ese momento. Les planteaba actividades muy vivenciales y les cambié la mentalidad, mostré resultados efectivos. Fui muy aplicada y de altas calificaciones, pero de mal genio cuando las directivas y profesores eran injustos con la gente, actuaba como “la abogada de los pobres”, como decían.

Alguna vez nos visitaron de una empresa que quería otorgar becas y yo estaba atrasada en los pagos, fui seleccionada para entrevista en la que me preguntaron qué quería hacer en mi vida, a lo que respondí: “Quiero estudiar administración de empresas, adelantar una especialización y trabajar en una multinacional y, cuando lo logre y adquiera experiencia, me quiero independizar, lo que debería ocurrir a mis 28 años. Pero también tener posibilidades económicas para formar una familia y casarme”.

En grado once me eligieron personera, mi campaña se llamó “Proponiendo con los pies en la tierra” y el pilar fue ayudar a los niños del colegio y a una Fundación de riesgo en Chía con alimentación. Recogí mercados dentro del mismo colegio, lo que era un reto pues las familias no eran de muchos recursos, pero les insistí en que no importaba si donaban poco porque entre todos sumábamos.

Las directivas del colegio me llegaron a decir: “Si la gente no tiene solucionadas sus necesidades básicas, no van a ayudar”. Pero tuve mucho éxito en el resultado, la coordinación quedó llena de bolsas de mercado que luego me pidieron repartir entre los mismos estudiantes que vivían en situaciones muy complejas.

Fue un lugar donde superé un dolor muy duro, de adaptación a los cambios, de tomar distancia de las actividades de mis amigas del Façon, pero de nuevos retos.

Comencé mi carrera en la UNIEMPRESARIAL de la Cámara de Comercio, con crédito del ICETEX y con el respaldo de mi mamá. Desde primer semestre podía trabajar por el modelo teórico práctico en el que se estudia por tres meses y se trabaja por otros tres. La primera práctica me la pagaron consignando para la matrícula, lo que fue de gran ayuda y alivio. En la Universidad también vendí dulces, pues quería tener mi dinero para gastarlo en mis cosas.

Como actividad social jugaba fútbol con los niños en una casa del ICBF los domingos, y ellos se animaban a estudiar para que los dejaran asistir a los partidos. Cuando llegaba decían: “Llegó la profe”, lo que me emocionaba profundamente.

Estudiando mi carrera conocí a mi socia, a su proyecto y las dificultades que afrontó con su tesis. Me pareció muy potente poder ayudar desde allí, la animé a que continuara y la apoyé con el tema de costos. Pude darme cuenta de que su proyecto resultaba muy rentable, con costos muy bajos frente al precio que se manejaba dando espacio para obtener ganancias.

Nos distanciamos un tiempo, pero el día que salió la nota de El Tiempo, ese viernes, nos encontramos en Carulla de la 85 que estaba a reventar de gente, la felicité y a los pocos días me habló de una convocatoria en la que se quería inscribir, pero que tenía una carga administrativa muy grande y me pidió que la respaldara.

Se trató de Destapa Futuro, de Bavaria, que impulsaba a los emprendedores. Allí aprendimos muchísimo, aplicamos el modelo Canvas, nos proporcionaron un tutorial digital que me tomó muchas horas de oficina, pero me dio experticia armando el modelo de negocio. Para ese momento estábamos en una etapa preliminar del prototipo, no había memorias escritas ni nada formalizado, pero pasamos a la semifinal en medio de un número muy importante de proyectos.

En mi universidad no enseñaban para ser emprendedor, sino para emplearse, y a todos les resultaba aburrida la línea por el enfoque que le daban. Pero con KitSmile tuve la oportunidad de revisar en detalle la forma como se construye un modelo y a profundizar los pilares estratégicos de un negocio así sea social, porque tiene que ser sostenible para poder ayudar a más personas.

Al comienzo agotamos los cupos de nuestras tarjetas y los pocos recursos que teníamos, tomábamos de nuestros salarios para invertirlos en los kits de rehabilitación, entonces claramente requeríamos recursos.

Nos postulamos a más convocatorias. Con Ventures debíamos superar unas fases para lograr un capital semilla, pasamos filtros, pero no ganamos. Con Cámara de Comercio nos dimos cuenta de los errores que estábamos cometiendo, incluso en la comunicación del producto al que le llamábamos de cinco formas diferentes: kit de rehabilitación, gumar silla, por ejemplo. Mejoramos nuestro discurso, buscamos presentar entre las dos, y los cambios se vieron.

Al año siguiente, más confiadas y con una buena presentación, participamos en Ventures nuevamente postulándonos al  premio de innovación social de Fundación Texmodas, y en la categoría Iniciativas para superar la pobreza de Ecopetrol. Quedamos en tercer puesto de la categoría y primero en innovación, el que otorgaban a un solo proyecto. Esta fue una alegría muy grande, el premio nos ayudó con recursos a avanzar, con él hicimos la primera producción importante.

Fortalecimos el modelo de negocios para que integrara los diferentes actores dentro del proceso, identificamos a las madres de los niños, los especialistas y los patrocinadores. A partir de allí lo que creamos estratégicamente va dirigido a nuestra cadena de valor que involucra a todos los actores.

Canjeamos mercadeo por donaciones con el respaldo de un buen número de empresarios que se sumaron aportando mensualmente a la Fundación, con muy buenos resultados. Ese tipo de estrategias, que va más allá de las soluciones tradicionales, nos ha permitido crecer en un mundo con la pirámide invertida.

Este año, en medio de la pandemia, vienen cosas muy innovadoras que involucran a las familias beneficiarias dentro de los procesos de producción para que generen ingresos, creando un modelo circular.

  • ¿Quiénes han sido tus mayores referentes?

Mi papá fue administrador hotelero y fue un gran referente al que quise imitar. Todos hablaban maravillas de él, que era un ser increíble, que era alguien muy decente y de admirar. Yo siempre quise acercarme a ese concepto, por lo mismo me he esforzado en ser muy gente, muy humana, y que me motivó a cultivar una faceta muy social y mi mamá quién me ha enseñado con su fortaleza, que todo en la vida es posible, y que nada puede contra nosotras.

  • Basado en tu temprana experiencia, ¿qué recomendación le harías a quien quiera iniciar su camino hacia el emprendimiento?

Que crea en si misma, muchas veces te dirán que no pero confía en tu talento, aprende a escuchar, vuelte el mejor en lo que decidas emprender, sin duda debes sentir pasión y felicidad por lo que hagas, y nunca te quedes en un lugar por el dinero, porque siempre llega de forma más abundante cuando haces lo que amas, no lo que te toco hacer.

  • ¿Cómo quieres impactar al mundo?

Trabajando por una población que se ha sentido sola históricamente. Proporcionando una herramienta que le permite a los niños ser superior a su parálisis. Innovando en el área digital, explotando estos canales para capacitar a la gente, para que sea el puente para comunicar.

  • ¿Cuáles son tus mayores talentos?

Ser estratega, líder y saber comunicar. Logré a los 26 lo que me propuse cumplir a los 28, recuperé mi paz, mi tranquilidad, me reconcilié conmigo ayudando de una manera importante a una población vulnerable.

  • ¿Cuál es tu código de ética?

Trabajar en lo que me haga feliz y me genere tranquilidad. Ser leal. Tener un impacto positivo de cualquier forma con mi trabajo. Ponerle pasión a cada cosa que haga.

Isabel López Giraldo es responsable del contenido de este sitio web. Davivienda actúa como patrocinador de la sección “Jóvenes Talentos”

Memorias conversadas para Historias de vida por Isalopezgirlado