Carlos Iván Zubieta

CARLOS IVÁN ZUBIETA – AGRAPP

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo

 

 

Agrapp, la primera plataforma de financiamiento web para el sector agro, es una aplicación que tiende puentes entre agricultores e inversores.

“Cuaderno de campo inteligente para administrar cultivos”.

Carlos Iván Zubieta León – socio.

Mi origen está en una familia católica, militar, y de una concepción de la que me aparté muy temprano. Pero siempre agradeceré a mis padres su respaldo a mi desarrollo académico. En mi mamá conocí el amor por la lectura y por el orden, y en mi papá el don de servir.

Cuento con experiencia en el mundo tecnológico, mi pregrado lo hice en ingeniería mecatrónica y mi tesis de grado la basé en una plataforma de simulación de vuelos. Trabajé en el ejército y fui asistente de investigación en la Universidad Militar en proyectos de biomecánica, específicamente en movilidad de traumas de mano: diseñamos un guante que mide el avance de las terapias y que obtuvo un premio médico.

También trabajé en una empresa del sector del entretenimiento, Higuera Studios, que producía videojuegos. Recuerdo que hicimos uno basado en una canción de Jiggy Drama, otros de lecturas infantiles que se comercializó en los Estados Unidos con muy buen impacto en ventas.

Luego me vinculé, en Miami, a la red social Urpin, con el objeto de unir varias redes. Fui su primer ingeniero, la vi crecer, alcanzó a integrar a más de quince personas y se desarrolló entre Colombia y Miami, precisamente, pero quebró de manera fortuita.

Pasé a trabajar en la alianza público-privada, CAOBA, de la Universidad de los Andes, en el tema de análisis de datos para Transmilenio. Justo en esa misma época comencé mi maestría y, antes de terminarla, tuve una oportunidad de trabajar nuevamente en los Estados Unidos.

Una vez allá, fui el primer empleado de Kiwicampus, la primera empresa de robótica en hacer robots para domicilios, conocidos como kiwibots, se extendió a tres países en los que viví la experiencia de montar sus fábricas. Al comienzo éramos cinco personas y, pasado año y medio, justo antes de mi retiro, ya ocupaba sesenta, pues lograron muy buenos inversionistas cuando ganaron en Shark Tank. En Medellín atienden clientes como Rappy y a otras empresas del sector.

Tuve una Startup con el objetivo de agrupar viajes de bicicletas, y un pequeño e-commerce de parqueaderos. Para mí resultó muy divertido, nos dio visibilidad y la posibilidad de viajar, pero no logramos aterrizar bien el negocio, pues éramos muy idealistas en esa época.

  • ¿Quiénes han sido tus mayores referentes?

Aunque no se crea, mi referente es llevar la contraria. Me gusta tener amplios grados de libertad y que, con lo que haga, genere cambios. Si bien he tenido trabajos formales, los odié muchísimo.

  • ¿Cuáles han sido tus más grandes retos?

En el mundo de la programación tengo amigos con los que me identifico: somos muy técnicos a la hora de hacer las cosas y de plantear soluciones. Recuerdo que con ellos iba a hackathones, en donde hacíamos unos productos magníficos, pero no ganábamos. Nos pasaba que hacíamos desarrollos tecnológicos magníficos, pero sin entender al usuario. Por supuesto, la consecuencia directa era que no encontrábamos la solución a sus problemas.

Tuve un blog dirigido al sector agrícola y varios emprendimientos. Y, cuando coincidí con mi socio David, fue en la peor condición económica que los dos hubiéramos tenido. Para ese momento yo no quería trabajar en una empresa formal, pero lo hacía, también David, entonces nuestros espacios de reunión eran en la noche. Fue un momento tremendamente difícil para ambos, pero cuando vimos que hubo personas que empezaron a acogerse a nuestro proyecto, resultó muy grato.

Comenzamos trabajando para terceros, nuestro primer cliente fue una empresa del sector financiero, entonces armamos un equipo con recursos ajenos y, con los excedentes, pagamos el de Agrapp.

Teníamos que cumplirle al cliente y, al mismo tiempo, aprender en la marcha. Porque no sabíamos de emprendimiento, ni siquiera sabíamos cómo hacer una llamada de venta, tampoco un flujo de caja, ni de temas legales.

  • Basado en tu temprana experiencia, ¿qué recomendación le harías a quien quiera iniciar su camino hacia el emprendimiento?

Recomendar es muy difícil porque cada uno tiene circunstancias muy diferentes. Le diría que debe intentar hasta lograrlo, que no se rinda, que no sucumba a sus ansias de comerse el mundo, y que desarrolle su potencial.

Cuando se trabaja con personas de alta vulnerabilidad, antes de comenzar un proyecto, debe indagarse de manera directa, llegar a acuerdos y buscar soluciones que realmente generen cambios positivos, y no llegar a imponer.

También le diría que nunca se detenga.

  • ¿Cómo quieres impactar al mundo?

Desarrollando soluciones tecnológicas distintas, porque reconocemos que la tecnología es una herramienta que tiene un factor multiplicador importante, porque expande, cambia escenarios, impacta vidas ayudando a las familias. Es increíble, pero, un Excel, por ejemplo, tiene el alcance de cambiar el plan de vida de la gente.

Queremos, desde Agrapp, hacer un cambio generacional aportando al crecimiento que tanto necesita el país, ser un referente importante. Queremos que nos identifiquen con claridad y contundencia.

También brindando oportunidades en el sector rural, especialmente a los pequeños agricultores, a través del acceso a recursos financieros, de la asistencia técnica, y del uso de la tecnología, encontrando mercados que ofrezcan un pago justo a los agricultores, promoviendo la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.

En Agraap estamos convencidos de que pequeños cambios en este sector tienen un impacto enorme a largo plazo. Queremos dignificar su trabajo y darlo a conocer.

  • ¿Cuáles son tus mayores talentos?

Soy muy competitivo, pero sé acudir a terceros cuando lo necesito. Por ejemplo, ante la adversidad busco a David. Soy un líder que trabaja a través del diálogo y la concertación. Aprendo muy rápido, sé comunicar y convocar.

  • ¿Cuál es tu código de ética?

Entrar en acción siempre que no se genere un daño. Aunque, establezco una clara diferencia entre ética y moral, porque creo más en una moral global de hacer las cosas bien.

Isabel López Giraldo es responsable del contenido de este sitio web. Davivienda actúa como patrocinador de la sección “Jóvenes Talentos”

Memorias conversadas para Historias de vida por Isalopezgirlado