Rafael Pardo

RAFAEL PARDO

Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

– ¿Quién es Rafael Pardo?

Aquí lo ve. Aquí está.

– ¿Qué lo define? 

A uno lo tienen que definir los otros. Uno no tiene la capacidad para definirse así mismo.

– ¿Es introvertido? ¿Qué le toca el alma?

A ver, diga usted…

– La ciudad, el país, la política, la familia…


Todos esos temas, ¡todos!

– Hábleme de su casa materna.

Soy el hijo menor, tengo dos hermanas. Cuando nací mis padres tenían entre 45 y 50 años y me eduqué casi como hijo único, pues mis hermanas se casaron muy pronto. Tenemos muy buena relación. Viví una infancia normal con las preocupaciones de todo niño; crecí frente a dos canales de televisión en blanco y negro y leyendo mucho, siempre he leído mucho.

– ¿Qué significa para Usted ser ex alumno del Gimnasio Moderno

Es un colegio muy liberal, muy abierto a nuevas tendencias. Tengo muchos amigos, conservo algunos de ellos. El deporte era muy importante en el colegio y pasé unos años muy felices.


– Y ¿cuál es su deporte?

Jugaba fútbol y practicaba el atletismo; actualmente hago gimnasia el fútbol lo considero un gran peligro pues implica mucho riesgo.

– ¿Qué le dejó su paso por La Universidad de Los Andes

En Los Andes no sólo estudié sino que trabajé muchos años como investigador y profesor, entonces tengo un gran recuerdo. Además estuve varios años en el Consejo Directivo de la Universidad. Mis dos hijas mayores también hacen parte de la Universidad, una ya terminó Ingeniería Industrial y la otra estudia Gobierno y Administración.

– ¿Herencia genética?

No creo pero ahí se dio.

– ¿Por qué decide estudiar Relaciones Internacionales?

Siempre me ha gustado, quise estudiarlo en pregrado pero tuve ocasión de hacerlo en postgrado. Me gusta mucho leer y escribir sobre esos temas.

– Tiene varios libros sobre el tema.


El más reciente es “Entre dos poderes” es sobre la guerra fría en América Latina.

– Usted fue Consejero Presidencial para la Paz y en efecto logró reinsertar un número importante de excombatientes. ¿Cómo analiza el proceso actual, este nuevo y reiterado esfuerzo por conseguir un bien tan preciado que nos ha sido esquivo durante tantos años?

Las FARC tienen la condición de que están derrotadas militarmente entonces creo que no tienen opción distinta a seguir sufriendo los golpes de la guerra o a hacer la paz y yo creo que lo que ha planteado el Presidente Santos está muy bien conducido por lo tanto creo que nos llevará a lograrla.
– ¿Se arriesga a dar un plazo?

Yo creo que nadie podría pero pienso que se logra muy pronto pero eso a veces no es tan fácil.

– No sólo fue Consejero de Seguridad Nacional sino que tuvo el histórico honor de ser nombrado por mi coterráneo César Gaviria Trujillo como el primer civil Ministro de Defensa. ¿Cómo lo marcó esa experiencia?

Para mí fue una gran responsabilidad y un gran honor, tuve las mejores relaciones con los militares, con la policía, con los marinos y aviadores y tengo un gran recuerdo de esa época, años muy difíciles en el tema de terrorismo y orden público y que pudimos trabajar juntos con todos los hombres y mujeres de la fuerza pública.

No tengo ni un sí ni un no de parte de los Generales o Almirantes, siempre tuvimos muy buen contacto, muy buena comunicación y lo que mucha gente decía, que iba a ser muy mal recibido un civil, pues figúrese que han pasado 20 años y hay civiles buenos, regulares o malos, a unos les ha ido bien a otros mal pero eso ha sido muy importante para que las fuerzas armadas se desprendan de la política.

– Y Usted ¿cómo las percibe hoy? 

No, yo creo que están muy bien, en uno de sus mejores momentos y creo que el país les reconoce todo su trabajo.

– Un tema infaltable para quien ha dirigido noticieros de televisión como CM& y RCN  es observar la objetividad de los medios y de los periodistas en general.

No hay nada objetivo en la vida. Usted cree que hay algo objetivo en la vida? Creo que uno tiene que mostrar las diferentes posiciones cuando éstas son encontradas, pero no pretender que haya objetividad absoluta sobretodo en temas muy polémicos que siempre están cargados de alguna posición.

– ¿Imparcialidad?

Imparcialidad sí, neutralidad no.

– Vuelve a incursionar en televisión, ayer comenzó un nuevo proyecto.

Sí porque quiero hablar de los temas de Bogotá.


– Es absolutamente novedoso. ¿Así comienza su campaña?

Por ahora no estoy haciendo campaña, estoy poniendo a la gente que sabe, a hablar de los temas que preocupan a la gente de Bogotá. No hay un programa sobre Bogotá. La ciudad requiere visiones plurales sobre sus problemas y sus soluciones. Este primer programa fue sobre movilidad que es de los temas más críticos para todos lo que viven en Bogotá.

Es terrible para el que tiene vehículo privado, para el que anda en bus, en Transmilenio, en moto, en bicicleta, porque no hay una solución a corto plazo por parte del gobierno de Bogotá. El sistema de transporte está cada vez más saturado y la gente cada vez pierde más tiempo, más dinero, más oportunidades estando sentado transportándose, dos o tres horas al día.


– La Movida Bogotana imagino va más allá del tema de la movilidad, ¿va a mover todos los temas de ciudad?

El próximo programa será espacio público. ¿Cómo lo ve? ¿Usted va a parques? ¿Hace deporte?


– Gracias a mi mascota he conocido una Bogotá que no sabía existía, Toby me invita a caminarla.

Ese es un tema que le interesa mucho. 

Quisiera que priorizáramos los temas de Bogotá. Comenzó hablando de movilidad lo que encuentro crucial, es el corazón, el centro de los problemas.

Ese hoy es el principal tema de preocupación; como le decía, es una tragedia independiente del medio de transporte, cada vez se requiere más tiempo para el transporte. La gente está perdiendo oportunidades valiosas, tiempo para su familia, para sí mismo, para ser productivo por una movilidad que no está funcionando.

– Sabemos que una ciudad necesita de planeación y que hay cosas que sólo en el largo plazo se van a ver en resultados positivos o no, pero ahora necesitamos soluciones inmediatas y no todas dependen exclusivamente del establecimiento sino del aporte de los ciudadanos, como la cultura que nos enseñó Mockus…


Estuve hablando con Mockus el otro día y con el profesor Paul Bromberg que fue alcalde y lo reemplazó; ellos dos sembraron la idea de cultura ciudadana. ¿Cómo empezaron? En esa conversación determinamos que se requiere de un sólo elemento que le indique a la gente por qué es bueno cumplir la ley, después iremos a todos, pero por qué cumplir una norma, una regla que hace que le vaya mejor al individuo, a la colectividad y a la ciudad.

Lo primero fue pintar las cebras en las calles por las que deben cruzar los peatones y que los carros no deben irrespetar. Ese fue un elemento fundador de cultura ciudadana. 

Creo que hoy en el transporte público hay que buscar otro elemento y tengo la idea de que sea este: el sistema integrado de transporte ha hecho un esfuerzo por ofrecer paraderos, en los que se ve un número, pero no hay un mapa de la ruta ni un horario. El horario es una regla del sistema de buses, del conductor del bus y una regla para el pasajero. Le pregunto a las personas el porqué no toman determinado bus y la respuesta es que no saben a qué hora pasa, ni qué ruta tiene, por lo mismo toman las busetas tradicionales.

– Y ¿cómo puede cumplir ese bus su horario con las congestiones, los semáforos malos…?


Usted lo ve en ciudades desarrolladas, en Roma en los que no hay carriles únicos.

– Ese es otro mundo, los buses son desocupados, las rutas y los horarios se cumplen…pero eso es cultura…

Todo comienza así. ¿Sabe qué decía la gente cuando a principios del siglo XX comenzaron a importar vehículos?


– ¿Qué decían?

Alguien dijo, pero ¿para qué van a importar carros si aquí no hay quien los maneje? Una innovación como esa genera cultura.

– Y quizás mucha capacitación y un perfil más alto para quienes son los conductores de ese transporte público.


Mire aquí tengo tres o cuatro aplicaciones que dicen qué bus sirve para ir a dónde, pero no contienen un mapa simple, no lo hay.


– Conocí un ejercicio académico en el que re programaban todas las rutas de Transmilenio y dicen que sí funcionaría…

Cuando estuve en la Alcaldía le puse ese ejercicio a los que programaban Transmilenio. A la gente le molesta estar esperando en una estación llena y ver pasar  los buses que dicen tránsito y que no paran en todas las estaciones y resulta que el sistema tiene varios satélites; hay unos portales en los cuales viene la gente de la 80 y va para los Héroes y luego toma otro destino.

El sistema de programación de las rutas de los buses hace que unos lleguen hasta la estación portal desocupados para salir completamente llenos. Para eso hay problemas matemáticos que definen eso y por supuesto que toda iniciativa es buena.

– ¿Y la seguridad?

Buena parte de la incomodidad en el sistema de transporte está relacionado a la seguridad.

– ¿Cómo me va a invitar a que sea usuaria de la bicicleta si corro el altísimo riesgo de que me la roben?

Eso necesita muchas cámaras, policías, sitios donde se pueda guardar la bicicleta, cultura ciudadana, que haya filas; que la gente entienda que el que primero llega primero entra; que si va una mujer embarazada tiene prioridad igual que un niño. Cuando uno ve que hay reglas, uno las acepta y los turnos, pero una montonera no acepta reglas y es lo que está pasando.

– ¿Cómo vincular a la empresa privada?

¿Ve lo interesante? No todo depende del Gobierno. Insistí mucho en que cambiáramos el horario y en el Ministerio de Trabajo lo hicimos; allá se empieza a las 7 de la mañana y se termina a las 4 de la tarde, antes de la hora pico y para la gente ha sido un cambio muy grande en el nivel de vida y eso fue votado por todos los empleados, hicimos una elección y ganó ese horario.

– Igual tendría que ser algo muy estructurado para que entonces no se cambie la hora pico y se desplace una hora más temprano…

Cualquier mil personas que salgan de la hora pico es un alivio porque ésta se encuentra totalmente saturada.

– ¿Cuál es su opinión sobre UBER?

Hay muchas críticas, tiene muchas ventajas para el usuario, pero es una competencia que no tiene las mismas condiciones de los taxis amarillos, no hay tarifas reguladas, no es la autorizada, es mayor; las placas son de fuera de Bogotá; si una persona tiene unos ahorros y compra un taxi para ponerlo a trabajar, como el número de taxis es limitado tiene que pagar un cupo que vale, no sé cuánto vale en su ciudad pero aquí en Bogotá se paga al rededor de cien millones, el UBER no paga cupo. 


– ¿Usted qué sugeriría?

Que se integre un sistema con una buena aplicación que permita que los taxis, si tienen esas condiciones de limpieza y de certeza en el servicio, entonces puedan tener una posibilidad de prestarlo. 

– ¿Cómo lograr que los taxistas, de taxis amarillos, no representen un riesgo como el que para muchos significa por los paseos millonarios, o porque “no voy para donde para Usted necesite sino para dónde a mí me sirva”?

Hay cincuenta mil taxis en Bogotá o mas y es el sustento de esas familias y son más porque están los propietarios y los conductores.

– Sí, pero eso no puede justificar un mal servicio…

Ellos tienen que mejorar el servicio, si no lo hacen, la competencia les viene por cualquier lado.


– Y ¿cómo garantizar la seguridad?

Todo eso es posible sentándose a arreglarlo, si uno no se sienta a arreglar el problema entonces no llegarán las soluciones. Y eso aplica a todo.


– ¿Bogotá tiene arreglo?

Tiene solución en la medida en que uno se siente a arreglar sus problemas, si uno cree que los problemas se arreglan solos o se sienta a echarle la culpa a los otros, ningún problema se arregla, ni en lo personal, ni en lo familiar, ni en su empresa, ni en una ciudad, ni en un país.


– ¿Usted es más gerente y administrador que político?


Yo soy las dos cosas; sé cómo arreglar problemas, sé cómo generar consensos, sé cómo buscar aliados y sé cómo arreglar las cosas, es posible que algunas no se puedan pero sí entiendo que si uno no se mete en el problema no lo arregla.


– ¿Qué nos falta? ¿Decisión política?

No hay problema que se arregle si la autoridad no se sienta a arreglarlo; ningún problema se arregla solo, sí así fuera el problema no existiría y no sea arregla expidiendo un decreto. Se revisan las causas, se evalúan las soluciones, se hace cumplir las normas y que la gente lo entienda.

– ¿Qué encontró durante los días de interinidad en la Alcaldía?


Eso, que con gestión se pueden arreglar muchos problemas, hay otros que son estructurales de largo plazo, construir el metro, hacer las troncales, pero decir que pongan policías en las estaciones de Transmilenio, eso es gestión.


– Bogotá tiene recursos y muchos, pero no los está invirtiendo…

Bogotá no está en una situación fiscal crítica, al contrario, aunque siempre hace falta plata para todo, pero tiene recursos y tiene cómo resolver problemas.

– Pero están en los bancos…


Ojalá estén en los bancos y no en otro lado, pero Bogotá tiene cómo resolver problemas.

– ¿Qué opina de las Alcaldías menores que alguna vez se mencionó fueran por elección popular?


No, no me parece, creo que la autoridad del alcalde tiene que ser sobre toda la ciudad.

– ¿Cómo es la relación del candidato con su partido? 

Un partido lleva un conjunto de ideas que lo representan, lo que sirve para orientarse políticamente. El voto por las personas ha sido trágico en Colombia; el voto por los supuestos independientes que acaban robándose una ciudad o por personas que lo único que les interesa es ocupar el cargo y después irse con el máximo de plata posible.

Los partidos pueden estar muy desprestigiados pero un partido tiene castigos y acaba teniendo un conjunto de ideas. Quienes están en un partido serio no puede hacer lo que quieren. Ejemplos de candidatos independientes se tiene en Cali, quien consigue firmas para ser candidato y fue una calamidad para la ciudad, así pues que los partidos por mal que estén son mejores que las personas que no lo tienen.

– Usted me dice que no está haciendo campaña, que el programa no es campaña para la Alcaldía pero claramente Usted quiere ser candidato.

Yo quiero ser Alcalde de Bogotá, pero no he tomado la decisión ni he inscrito mi candidatura, ni tengo todavía claro cuál es el esquema político en el cual voy a estar en ese proceso, ni sé quiénes serán los demás candidatos y falta un año para las elecciones pero sí quiero hablar de Bogotá.


– ¿Por qué no lo tiene claro?

Porque yo creo que Bogotá necesita una alcaldía que represente varios sectores políticos que no sea de un solo partido, sino que esté por encima de esos sectores y que pueda representar mucha gente.

Lo que se quiere son soluciones no problemas; soluciones y no controversias; soluciones independientemente de cuáles son los partidos que están en eso. Yo sé que los partidos son fundamentales, dígamelo a mí, pero Bogotá en este momento no votaría por un alcalde por ser de un determinado partido, sino por su propuesta y qué apoyos puede tener para lograrlo.

– ¿Está construyendo su propuesta?


Estoy oyendo los problemas, viendo cómo se pueden construir soluciones y trabajando en ese sentido.


¿Podrá volver a ser Bogotá una ciudad amable en la que se pueda levantar familia y quedarse a disfrutar del buen retiro?

Tiene que ser. Una ciudad amable y segura. Eso es lo que yo quisiera. Esa es la visión que tengo de Bogotá.

– Y ¿en cuánto tiempo lo puede lograr?

Siempre hay que seguir construyendo pero que la gente sienta que hay progreso en ese sentido.

– ¿Los cuatro años alcanzan para recuperar la confianza?

Sí, la confianza si, la solución de todos los problemas no, pero la confianza de que se va por el camino correcto sí.

– Usted me dice que no ha tomado una decisión, pero antes fue candidato a la Presidencia y una buena alcaldía en sus manos sería la puerta de entrada.

Estoy pensando en el tema de Bogotá para Bogotá, eso es en lo que estoy pensando.

Publicado por Blogger en El Blog de Isa el 10/14/2014 10:24:00 p. m.