CREMATORIO FRÍO

CREMATORIO FRÍO

JÓZSEF DEBRECZENI

FRAGMENTOS


La desesperación no consulta agendas y no conoce la planificación.

Mi medida de valor eran más bien las palabras.

Dormir es imposible, pero un trance vertiginoso acaba abrazándome.

Se convirtió en un punto de consuelo y solidez en medio del gran cataclismo.

Indignación fingida y magistralmente orquestada.

Los vivos envidian a sus muertos.

Me vuelvo inventivo y es por mi furiosa ansia de vivir.

Como una ola impetuosa la bondad les inunda al vernos encaminándonos hacia una supuesta muerte.

Aquí la arrogancia, como es comprensible, se transforma en sadismo.

Determino que se trata de visiones sobrecogedoras que se han hecho constantes en mi yo alterado.

Ardo en el crematorio frío.

Uno mismo siente, sabe con certeza, que el corazón se dispone a mudarse.

Con sus sonrisas alentadoras y sus palabras de consuelo se ha convertido en el barquero de los que se dirigen a la otra orilla.

¿Quién te asegura que la muerte sea el castigo? A lo mejor lo es la vida.

La ira no reflexiona.

Huyendo a la inconsciencia.

Crematorio frío, un crítico la calificó como <la denuncia más dura y despiadada jamás hecha contra el nazismo>”.

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