BEATRIZ ESGUERRA
Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.
Soy una persona a quien le encanta el arte, la estética, que ama a su familia. Soy positiva, optimista, veo la vida bonita.
ORÍGENES
Mis papás se conocieron muy jóvenes, lo que los hizo fantásticos. Soy la primogénita de dos hermanas y fui única hija durante casi una década.
Mis primeros años de infancia los viví en los Estados Unidos. Cuando regresamos al país mi hermana no había nacido, entonces jugué y disfruté con mis primas.
Mis padres fueron muy presentes. Me enseñaron disciplina, orden, a tener norte, a ser comprometida, honesta. Me guiaron hacia el mundo artístico pues ellos lo disfrutaron de manera importante y desde muy chiquita me llevaron a museos y exposiciones.
ACADEMIA
Al momento de tomar la decisión de carrera conté con el apoyo de mis papás que me dijeron que podía hacer lo que quisiera, pero, eso sí, debía ser la mejor. Si decidía costura, tendría que se la mejor costurera; si optaba por la cocina, la mejor cocinera. Fueron muy enfáticos en que, cuando uno se decide por algo, debe hacerlo bien y de manera dedicada y consagrada.
Entonces estudié Historia del Arte en Middlebury College En Middlebury. Me encantó y quise trabajar en el tema.
TRAYECTORIA PROFESIONAL
Al regreso al país me vinculé al Museo de Oro como asistente de museología. Allí trabajé con el arquitecto Alejandro — cuando estaba diseñando los museos regionales.
Luego estuve por dos años en la Luis Ángel Arango donde monté dos exposiciones. En la llamada Obras Maestras del Museo de Lieja, incluí a Beatriz González.
Finalmente llegué al Museo de Arte Moderno como editora de la revista que se iba a lanzar de nombre Arte. Tuve dos jefes excepcionales como fueron Eduardo Serrano y Gloria Zea.
En 1990, con una colega del museo, abrí una oficina de consultoría en arte cuando apenas había tres galerías en Bogotá. Asesorábamos en compra y venta de obras, en un momento en que no se usaba, pero también en proyectos con empresas que fueron realmente interesantes. Recuerdo el de grabados para el Banco de Bogotá, pero también varios otros.
BEATRIZ ESGUERA ART – BEA
En el año 2000 decidí abrir la galería que lleva mi marca, mi sello.
Tener una galería es todo un mundo muy diverso que involucra al público, a los artistas, y a las instituciones, para integrarlos a todos. Se es un intermediario que genera dinámicas entre los agentes que participan en el mundo del arte.
Las galerías llevan el nombre de sus dueños porque uno tiene un ojo agudo y crítico, pero también un gusto. Finalmente, lo que se expone refleja la personalidad del galerista.
La obra de arte que promuevo tiene una estética que es la mía. Me gustan los cuadros que tienen atmósfera, me producen paz, tranquilidad, me invitan a pensar. Me encanta el arte abstracto geométrico, porque soy psicorrígida. Es importante que el artista cuente una historia y que esta sea interesante, que tenga profundidad, siempre que no falte a la estética y que, dentro de ella, me permita admirar su talento.
La estética en el arte, la estética, en general, es algo que alimenta el espíritu. Es un valor que no se puede medir, pero que es necesaria para el alma. El arte tiene que hacerlo a uno mejor persona.
Cuando descubro a un artista, no lo hago desde mi galería pese a que, a diario, recibo portafolios vía internet. Al revisar, de inmediato sé si cabe dentro de la galería o no, si me gusta o no, si estoy dispuesta a inyectarle toda la energía que requiere promoverlo.
Si me llama la atención, si conecta conmigo su obra, lo llamo para visitarlo en su taller, que es el mundo del artista. Lo inicio en exposiciones colectivas para ir desarrollando una relación, tanto con la obra como con la persona.
Para darse a conocer el artista requiere de los servicios de una galería. Pero la galería también es importante para el público por el tema de control de precios, para que estén alineados con la calidad y la trayectoria del artista. Un precio se estima por el trabajo, la estética, la hoja de vida.
La galería al artista le da respaldo y profesionalidad, y al comprador garantía de seriedad y calidad.
RELFEXIONES
- ¿Alguna vez has producido obra?
Como estudiante estuve del lado del artista, pues tomé clases de perspectiva, historia del color y otras, pero solo por dos semestres. Pero no está en mí producir arte porque lo que me gusta es lo sensorial que genera el hecho de tocarlo, verlo, vivirlo, entenderlo.
- ¿Qué le recomendarías a alguien que quisiera comenzar a invertir en arte?
Que si puede tener algo en su casa invierta independiente de su valor, puede costar un peso, pero que enriquezca su espíritu con arte para que lo lleve a otro nivel de emocionalidad.
- Ahora expones la angustia, lo que me invita a preguntarte ¿cómo manejas la frustración?
Con la edad uno mejora. Cuando siento angustia, trato de ver las cosas de forma positiva. Soy en extremo pragmática, práctica y directa sin filtro porque no decoro las cosas ni las situaciones.
- ¿Qué te gusta dejar en las personas que se acercan a tu galería y a ti en la vida?
En lo profesional, que el público se sienta seguro de lo que está comprando y de lo que se está llevando, algo de calidad y muy profesional. Que el artista sienta que está con una persona que lo respeta, que lo quiere, que lo promueve como debe ser.
En lo personal, me gusta regalar una sonrisa, un momento amable. Porque lo más importante es rodearse bien, de buenas energías.