ALEGRÍA FONSECA
Las Memorias conversadas® son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.
Provengo de una familia que fue muy protagonista en mi formación como ser humano, que siempre me brindó apoyo, me rodeó y llenó de confianza para llevar una vida plena.
Mi mamá, Arcelia Barrera, originaria de Iza Boyacá, fue pedagoga, lo que significaba mucho en esa época porque las mujeres no estudiaban. Se casó con un hacendado criador de caballos, Pedro María Fonseca en su finca llamada El Edén, que se conserva aún en sus orígenes, es una joya arquitectónica que data de 1876 , está en un paraje de una belleza escénica natural, propia del Departamento de Boyacá, se conserva con sus muebles de esa época. En ella pasé gran parte de mi infancia especialmente durante las vacaciones.
Nací en Sotaquirá, un pueblo de Boyacá, situado en medio de grandes montañas de un extenso valle de un gran valor paisajístico; siendo muy pequeña nos fuimos a vivir a Tunja. Mi mamá nos enseñó las primeras letras en la cartilla “Alegría de Leer”, llegue al colegio con conocimientos. Ella marcó mi vida. Fue una persona linda, dotada de una inteligencia especial, exitosa, independiente “echada para adelante”, como se dice coloquialmente. La gente que la conoció la recuerda como una líder; sus enseñanzas han trascendido por haber formado muchas generaciones; mis hijos la valoran inmensamente ya que aprendieron muchísimo de ella cuando eran niños. Una de las frases favoritas con la que nos inculcaba la independencia en la vida era cuando nos advertía:
— “Cuente conmigo. Pero siéntase sola”.
Fue una libre pensadora que me inculcó la independencia de ideas; la creatividad y el hábito de la lectura. A veces en las noches reunidos en familia, alguien leía a la luz de las velas especialmente en la finca pues no había luz eléctrica.
Estudié en la ciudad de Tunja primero en el Liceo Santa Teresita Del Niño Jesús, luego en el Colegio Boyacá, establecimiento en el que me hice bachiller, cuyo rector era el célebre historiador Dr. Ulises Rojas. Ante las ideas retardatarias del profesor de religión organicé un movimiento crítico que culminó con la primera huelga del colegio, lo que me costó sanciones pero gracias a la comprensión del rector que entendió la causa de la protesta se lograron los cambios exigidos. Así comenzó mi vida política, pues a los quince años mi pensamiento era libre en medio de una sociedad monacal y machista.
Siempre supe que quería ser abogada y defender a la gente a la luz de las leyes. Cuando estaba en el colegio me gustaba asistir a las audiencias públicas para escuchar a los abogados penalistas los cuales con lujo de oratoria defendían a los presuntos delincuentes. Tuve la fortuna de pasar los exámenes de admisión para la carrera de derecho en varias universidades de Bogotá, finalmente me decidí por La Universidad Nacional, especialmente porque tenía un ambiente campestre que me recordaba mi infancia rodeada de naturaleza.
Este paso por la Universidad coincidió, con un momento histórico del país de gran controversia, era Presidente de la República el general Rojas Pinilla y había un gran descontento por la dictadura, situación que desde luego repercutió en nuestra universidad que también pasaba por un momento crítico a su interior por motivos académicos y del manejo poco democrático, existía un descontento por todo. En mi curso solo estudiábamos siete mujeres en medio de treinta hombres, una minoría que compartía y competía con ellos dentro de un gran respeto, solidaridad y compañerismo inolvidable.
Yo provenía de la ciudad de Tunja, una ciudad tranquila sin tanto movimiento y, desde luego, fue un poco angustioso para mí vivir de una ciudad como Bogotá. Primero mi hermana y yo por voluntad de nuestros padres estuvimos viviendo en una residencia para monjas y sacerdotes en el centro de la ciudad, frente al Teatro Colón; la permanencia allí fue traumática y de corta duración por razones obvias, entonces nos trasladamos a vivir a unas residencias estudiantiles, cerca de Teusaquillo.
Hice parte y contribuí a dirigir los movimientos estudiantiles. Al mes de haber iniciado la universidad participé activamente en la organización una huelga en contra del rector la cual ocasionó la suspensión de clases y el cambio del rector. Pasando el tiempo me fui consolidando como líder de la Universidad Nacional.
Alguna vez me dieron por cárcel un pueblito de Boyacá llamado Jenesano. En una de esos cierres de la universidad me fui para Tunja para donde mi familia; a mi papá le dijeron que me iban a capturar por lo que decidió enviarme a ese pueblo donde tenía muchos amigos. Allí pasé dos meses presentándome todos los días a la alcaldía aproveché el tiempo alternando la lectura, con los deportes, participar en competencias, en eventos culturales que se daban en ese pintoresco pueblo. Terminado el paro se reabrió la universidad y me reintegré a las clases.
Me dieron una beca para Filosofía y Letras en la Universidad Nacional que empecé a adelantar junto con los estudios de derecho, allí me encontré otros becarios de diferentes facultades. Uno de mis compañeros fue Uriel Gutiérrez estudiante de medicina, El grupo de estudiantes de filosofía solía estudiar en la cafetería de la universidad, un día a principios de junio estábamos en dicha cafetería, Uriel estaba con nosotros y vivía en las residencias estudiantiles situadas al frente, salió hacía estas residencias por unas copias para preparar un examen, con tan mala fortuna que en ese momento se presentó un allanamiento por parte de la policía y una de las balas acabó con su vida.
Confundidos mis compañeros y yo corrimos a socorrerlo pero era tarde, Uriel Gutiérrez había muerto víctima de las balas asesinas de las fuerzas invasoras enviadas por el gobierno para detener un problema que se había presentado en la Facultad de Odontología y que habían sido llamadas por la rectoría para solucionarlo, mediante la represión armada:
Empapamos nuestros pañuelos en la sangre del compañero, llamamos a la masa estudiantil que enardecida inició un gran movimiento de los más impactantes que se ha dado en la historia de nuestra universidad. Hoy recuerdo como si fuera ayer mi incendiario discurso frente a tan dolorosos acontecimientos acaecidos al interior de la ciudad blanca, sentando mi enérgica protesta ante este acto represivo, salido de contexto por ser realizado en una universidad en la que debe primar la libertad de expresión, en donde debe darse la investigación sin ataduras y la creatividad; sin límites, escenario de formación de los futuros decisores del país.
Al día siguiente el cuerpo de Uriel Gutiérrez fue llevado al Aula Máxima de la de la Facultad de Derecho, recuerdo cuando el Rector llegó al lugar fue casi linchado y expulsado a los gritos de:
— ¡Asesino¡
Obviamente el rector renunció.
Se adelantó una multitudinaria manifestación de protesta con la intención de llegar al Palacio Presidencial, dicha manifestación partió de la Universidad Nacional; recuerdo que la encabezamos con coronas y flores blancas; al llegar a la Avenida Jiménez fuimos recibidos a bala; mataron otros compañeros yo me salvé porque mi profesor de Gramática Española, Reinaldo Arciniegas, me sacó y nos refugiamos en la iglesia de San Francisco. Durante muchos años se siguió conmemorando las fechas 7, 8 y 9 de junio.
El movimiento estudiantil se organizó bajo el nombre de Federación de Estudiantes Colombianos, “FEC” de carácter democrático que representaba al estudiantado de la nacional y que también se coordinaba con otras universidades. Formé parte activa de esta organización durante el transcurso de mi carrera de derecho, fue un aprendizaje y la oportunidad para compartir ideales con valiosos compañeros de lucha.
Con uno de estos compañeros sacamos un periódico que lo bautizamos con el nombre RESISTENCIA. El objeto de la publicación fue luchar contra la represión y la dictadura. Camuflarnos nuestros nombres con el fin de ocultar quienes lo dirigían bajo los seudónimos Beethoven (que era yo) y Balzac (que era él) lo distribuíamos en los predios de la universidad, en la calle, a la salida de los cines, misas y demás lugares concurridos.
Alterné el tiempo entre las tareas de lucha estudiantil y la carrera de derecho, logrando un buen promedio de calificaciones, lo que me catalogó como una de los mejores estudiantes del país. La Universidad de Rosario me concedió el honor de pertenecer a su Sociedad Jurídica y la Universidad Nacional me hizo acreedora de una beca para adelantar especialización en Italia. No hice uso de la beca porque me casé con un compañero de facultad. Tuve tres hijos; Jorge Álvaro, Natalia y Andrés.
Mi iniciación en la vida política nacional arrancó con la designación que me realizó el Dr. Carlos Lleras Restrepo en su calidad de Director del Partido Liberal, como miembro de la Coordinación Femenina de Bogotá. Posteriormente fui elegida al Concejo de Bogotá, debo añadir que en esa época los concejales no tenían sueldo solo el gran honor de pertenecer a esa corporación y poder servir a la ciudad que los elegía.
Como Concejal de Bogotá por el Partido Liberal compartí con personajes de la vida nacional de todas las tendencias políticas entre los que recuerdo a Gabriel Andrade Lleras, Roberto Arenas Bonilla, Jaime Posada, María Eugenia Rojas con quién aunque estábamos en lugares opuestos de la política trabajamos varios proyectos exitosos para la capital.
Mi estadía en el Consejo de Bogotá me dio la oportunidad de conocer la ciudad, su problemática, recorriendo los sectores marginados, alternando con sus habitantes. Lograr el mejoramiento e inclusión de estas poblaciones en tan corto tiempo fue muy gratificante para mí. Con el fin de conseguir recursos para adelantar procesos sociales creé la Lotería de Bogotá mediante un Acuerdo que presente ante el Concejo y que sin duda ha contribuido a la economía de la ciudad para su mejoramiento.
Después del Concejo pasé al Congreso de la Republica, como Representante a la Cámara elegida por la suscripción electoral de Bogotá, en donde trabaje por 16 años en dos etapas: De los años1970 a 1982 y de 1994 a 1998, Durante mi paso por el Congreso, dediqué mi actividad y trabajo exclusivamente a los temas ambientales porque me pareció que era lo que yo debía hacer por Colombia.
Mi iniciación como parlamentaria, coincidió con la realización de “La Cumbre de la Tierra” Conferencia de Las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano, realizada en la ciudad Estocolmo en 1972 originado por movimientos encabezados por pensadores del Club de Roma que cuestionaban el Desarrollo Económico imperante por ser destructivo del Planeta Tierra.
Participé activamente en la discusión y aprobación de la Ley 23 de 1973 que se presentó bajo la influencia y como respuesta del país a la Conferencia de Estocolmo, dicha ley además de varias disposiciones sobre el manejo del Medio Ambiente, daba facultades al Presidente de la República, para expedir una codificación que ordenara el uso de los Recursos Naturales; mediante estas facultades se expide el Código de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente (decreto 2811 de 1973). Más tarde en el 1979 participé como ponente del Código Sanitario Nacional, ley 09 de ese año.
Mi trabajo parlamentario se desarrolló entre debates en defensa de varios ecosistemas y la presentación de proyectos de ley sobre Medio Ambiente, muchos de los cuales se convirtieron en leyes que rigen en la actualidad en el país.
Mi primer debate ambiental fue para salvar el Parque Nacional Tayrona en peligro ante una decisión del entonces Presidente de la República Dr. Misael Pastrana Borrero, quién ordenaba la realización y desarrollo de un complejo hotelero de alta gama en una de las bahías del parque, lo cual causaba un enorme desmedro al equilibrio ecológico y ocasionando consecuencias imprevisibles e irremediables a este valioso ecosistema reconocido como tal en el mundo. Mediante un largo debate, el más grande del que se pueda tener idea, adelanté su defensa. Para preparar dicho debate me interné en el parque, lo viví, lo investigué y me basé en esa experiencia para realizarlo.
El debate del Tayrona fue el primer debate ambiental que se realizó en el Parlamento Colombiano. Es de anotar que en la época del debate, 1972, aún no se había expedido el Código de Recursos Naturales y de Protección al Medio Ambiente por tanto se carecía de un soporte jurídico para adelantar la defensa del parque. En cambio el Recurso Turístico, manejado por la Corporación Nacional de Turismo constituía uno de los pilares en la economía nacional, circunstancia que aprovecharon un grupo de inversionistas y propietarios protegidos por el gobierno de turno, para adelantar un excelente negocio en un espacio estratégico por su belleza natural y que desde luego daba posibilidades de empleo a la población costera y demás rendimientos económicos que enfrentados a los valores estéticos y de conservación que defendíamos era irrisorios. He aquí las dificultades para defender el Parque Tayrona del zarpazo hotelero.
Nada detuvo la orden presidencial a favor de la hotelería y demás desarrollos turísticos, no le hicieron mella ni el éxito del debate en el Congreso, ni las múltiples firmas a favor de la integridad del Tayrona. En vista de lo anterior resolvimos enviar desde el Congreso a los bancos internacionales que financiaban las obras mediante préstamos, el resumen del debate, y una carta en que se especificaban los daños irreparables que se causarían.
Por otra parte, el INDERENA que no obstante haciendo parte del gobierno se opuso radicalmente defendiéndole contra viento y marea, solicitó a estos bancos una interventoría, estos enviaron un interventor quien una vez terminada su visita rindió un informe en el cual se reconocían los valores naturales del Parque Tayrona y la imposibilidad de adelantar el proyecto por factores económicos y ambientales. Al final los bancos internacionales que suministraban los préstamos negaron los recursos y las obras hoteleras no se pudieron realizar. ¡Salvamos el PARQUE TAYRONA¡
El segundo debate ambiental de gran impacto que adelanté, fue la defensa del Parque Nacional Natural Isla de Salamanca, frente a la orden dada en el Gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala impulsado por algunos ministros oriundos de la Costa Norte que buscaban realizar un negocio, presentó a la consideración del Congreso una ley de Honores a Simón Bolívar en la cual entre otras múltiples obras que debían realizar a lo largo del país, se disponía la construcción de una Ciudadela Industrial en una de las márgenes del Rio Magdalena, así en forma camuflada logró que la ley fuera aprobada, porque nadie se percató que dicha ciudadela quedaba justo dentro del Parque Nacional Natural Isla de Salamanca la cual no solo acabaría con esta valiosa reserva natural sino que causaría daños irreparables a la región costera. El artículo por no tener nada que ver con la filosofía del proyecto de ley constituyó el clásico mico que se bautizó como “El Mico de Salamanca”.
Cité a los respectivos ministros y a entidades gubernamentales para un gran debate en defensa de este valioso ecosistema, el cual fue acompañado de un movimiento ambiental compuesto por varias manifestaciones, la más grade fue la de Bogotá, con el lleno de la Plaza de Bolívar, gracias a la colaboración de la Sociedad de Ecología, de los periodistas Alberto Donadío , Gonzalo Guillén, Gloria Valencia de Castaño y otros tantos más convocaron a la sociedad para defender la naturaleza, algo que marcó la historia ambiental del país. Recuerdo que en aquella ocasión simbólicamente se quemó la figura de un mico construido con paja y se pronunciaron discursos ante la estatua de Simón Bolívar pidiéndole perdón por el abuso a su memoria. Simultáneamente en la ciudad de Barranquilla con empleados públicos a quienes se les concedió el día libre y con los licores para la ocasión, se realizó una contra manifestación que marchó a favor de la construcción de la Ciudadela Industrial.
Fui declarada Persona no Grata en Barranquilla con la prohibición de entrar a la ciudad mediante una proposición presentada en el Concejo de la ciudad, aprobada por la mayoría de sus miembros. Todos los periódicos titularon: “El país está dividido entre los que quieren la ciudadela y entre los que no la quieren”. Es de anotar que el artículo de la ley nunca se derogó pero ningún gobierno se atrevió a construir la Ciudadela Industrial. ¡Salvamos el PARQUE NACIONAL NATURAL ISLA DE SALAMANCA!
Visité La isla de Gorgona asignada como cárcel de alta seguridad donde estaban recluidos delincuentes de alta peligrosidad, me encontré con un ecosistema único no solo por su belleza natural escénica sino por su inmensa variedad de especies terrestres y marinas, su vegetación, su fauna y flora que en mi concepto reunía todos los requisitos para constituirse como parque Nacional Natural. La población carcelaria no era extramural pues salir de la isla era imposible; los que intentaron fugarse encontraron la muerte en el océano. La población carcelaria estaba constituida más que todo por campesinos muchos dedicados a las artesanías, trabajos en la tierra y un artista que pintaba al óleo en forma increíble quién me obsequio un hermoso cuadro que conservo con mucho afecto.
Con la colaboración de varios de los reclusos y con la complicidad de los guardias se derribó un muro en el que se leía: “Aquí se terminan las Vanidades del Mundo”. Lo sustituimos por una pancarta que decía “Esta isla será un Parque Nacional Natural para el goce y disfrute de la humanidad” y lanzamos los escombros al mar.
A mi regreso presenté el proyecto de ley por el cual se erradicaba la cárcel y se creaba el Parque Nacional Isla de Gorgona; el proyecto fue aprobado por el Congreso sin mayores problemas, pero no fue sancionado por el Presidente Julio Cesar Turbay, ante la dificultad, según él, que presentaba el traslado de la cárcel a otro sitio y además el gobierno estaba a punto de terminar. Posteriormente fue en el gobierno del presidente Belisario Betancur, en que se hizo posible la creación del “PARQUE NACIONAL NATURAL GORGONA PARA EL GOCE Y DISFRUTE DE LA HUMANIDAD”.
He defendido parques naturales, he debatido temas entre otros la problemática de la situación de las principales cuencas hidrográficas, Hoya Magdalena Cauca, el río Bogotá, La laguna de Tota, todo lo relacionado con la contaminación ambiental y además he influido en la aprobación de varias leyes sobre el ambiente de las que soy autora de varias entre ellas la Codificación Sanitaria, ley 09 de 1979, la ley 299 de 1996 sobre jardines botánicos, Ley por la cual se dan las bases para estructurar el Plan de Desarrollo Forestal y se crea el servicio Forestal Nacional, la Ley Ahorro y Uso Eficiente del Agua 373 de 1997 llamada la “Ley Alegría”..
Mi experiencia en el Congreso fue muy creativa e importante especialmente por el impacto que generó el haber introducido el tema ambiental que no había sido prioritario. Me siento muy satisfecha de haber impulsado los asuntos ambientales en el país.
Cuando aún formaba parte del Parlamento Colombiano, fui invitada a un evento en Berlín en el cual participé con una ponencia sobre “Desarrollo y Medio Ambiente”, en dicho evento, estaba Valentina Tereshkova, la astronauta; conocer esta persona ha sido una de las experiencias inolvidables ella era una personalidad mundial, irradiaba energía por todo su ser, un ejemplo de valor, conocimiento y osadía. Valentina, tan admirada en todo el mundo como en Rusia que era un personaje único más que cualquier gobernante, Rusia la veneraba como un Dios. El mundo se me vino encima cuando me invito a su país, fue un recorrido muy enriquecedor por la cultura, la política y la cotidianidad de ese lugar del planeta.
Por una invitación del BID a altos funcionarios, tuve la oportunidad de adelantar estudios sobre Gerencia Ambiental, en la Fundación Getulio Vargas en Rio de Janeiro, Brasil. Analizar lo ambiental y su gestión, desde el punto de vista gerencial para administrar entidades tanto en el sector público como en el privado me dio muchos conocimientos sobre gestión ambiental y me llevó al convencimiento de la necesidad de crear una entidad colombiana que se ocupara con seriedad, autonomía e independencia crítica de los temas ambientales en nuestro medio así nace la Fundación Alma en el año de 1985, institución que completa más de tres décadas de trabajo continuo, ahora empoderada por un brillante equipo de jóvenes comprometidos con la causa ambiental y con la fundación.
Esta idea de crear una entidad colombiana sobre el Medio Ambiente se la comuniqué al expresidente Carlos Lleras Restrepo, persona con quien continuaba llevando una muy fluida comunicación toda vez que mi trabajo político lo adelante bajo su dirección. La recomendación que me dio fue el de continuar sirviendo al país en los asuntos ambientales no solo en el parlamento sino fuera de él y que la creación una entidad me daba la oportunidad de permanecer y trascender en el trabajo que venía realizando; me dio algunos consejos que sirvieron mucho.
Una de mis preocupaciones fue la de llevar los asuntos ambientales a los medios masivos de comunicación, crear conciencia nacional de estos valores en la opinión pública del país llegando a todos sus pobladores y contribuyendo a llevar el tema más allá del valioso pero reducido nicho de personas, docentes, investigadores estudiantes de ciencias naturales, algunos dirigentes que lo conocían.
Gracias a Caracol Radio pude realizar un programa radial que se transmitía los domingos a través de Monitor, franja cultural en la que participaban importantes escritores y analistas, lo titulé: “EL ESPACIO DEL MEDIO AMBIENTE” fue un programa con amplia difusión, yo misma lo transmitía, para lo cual tuve que adelantar un curso de locución y presentar examen en el ICFEX en compañía jóvenes aspirantes. El programa duró 10 años y finalizó cuando las directivas de la emisora decidieron acabarlo.
En año 1991 las Naciones Unidas me otorgó el premio “GLOBAL 500” una especie de Nobel, que se le otorgaba a personas que se han distinguido a nivel mundial por su trabajo en el tema ambiental, este fue entregado en Estocolmo Suecia el día 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente, por el rey de Suecia y en el mismo teatro donde Gabriel García Márquez recibió el suyo. El evento lo cubrió Caracol Radio en esa época yo tenía mi programa El Espacio del Medio Ambiente y coincidió con un partido de futbol Colombia Vs Suecia que jugaba el mismo día en las horas dela noche. El premio me comprometía a asistir a eventos organizados por algunos países contando mi experiencia en la lucha por la defensa del ambiente algo muy honorífico.
Posteriormente Bélgica me invitó a realizar un entrenamiento en Namur para asesorar universidades, en donde tuve la oportunidad de estar muy cerca al Parlamento Europeo y de conocer a miembros de esa organización.
En el año de 1998 Colombia me otorgó el Premio Nacional Ambiental, en 1999 la Cámara de Representantes me otorgó la Condecoración de la Orden Policarpa Salavarrieta en el grado de Comendador, como también la Comisión Quinta de esa institución, una mención especial por mi desempeño ambiental.
He recibido varias distinciones, y condecoraciones en Parques Nacionales, Jardines Botánicos, de la Gobernación de Boyacá, de academias, de universidades y de muchas instituciones a quienes les guardo gratitud.
Es y ha sido una vida en constante aprendizaje y lucha por la defensa del entorno natural llena de trabajo pero muy satisfactoria, vivo muy feliz me gusta lo que hago, veo crecer la Fundación Alma en trabajos con la comunidad en defensa de ríos y ciénagas, campesinos pescadores, la identidad cultural y ambiental de Colombia. Aunque el tema ambiental está más institucionalizado, la situación ambiental en el país y en el mundo es crítica en todos los aspectos; por tanto hay que continuar trabajando para que las generaciones futuras puedan disfrutar de un mundo mejor.
Soy muy madrugadora, voy al gimnasio, regreso para irme a la Fundación. Mi hobby es la pesca deportiva, formé a mis hijos en ella desde muy niños y conformamos un equipo para salir a recorrer ríos y lagunas.
Fui mamá muy joven. Tengo tres hijos todos del Liceo Francés. Jorge Álvaro es arquitecto bioclimático ambientalista que hizo posgrados en Francia donde trabajó y actualmente atiende consultorías en varios países. Natalia estudió psicología y se dedica a su hogar. Andrés es publicista y un gran emprendedor pues le gustan los negocios, tiene mucha iniciativa y capacidades para ese desempeño.
Soy muy sociable y descompilada, me gustan los buenos vinos, la comida sana y bailar, reunirme con mi familia, con mis amigos especialmente con los pescadores con los que salgo de expedición en nuestra lancha que está anclada en Puerto Gaitán. Me emociona navegar, amo y defiendo los ríos, el Manacacías, el Meta, el Cravo, el Tomo, entre muchos otros que he recorrido.
Disfruto mucho de las reuniones con los ambientalistas, escucho sus enseñanzas y planeamos trabajos y acciones en torno a estos temas, como también disfruto de mi contacto con las universidades del país en donde con frecuencia estoy invitada a discusiones y conferencias.
Mi paso por la docencia lo realicé en la Universidad Javeriana en la cual durante diez años dicté la cátedra de Derecho Ambiental en los cursos de post- grado de dicha institución.
Tengo todo para hacer y no he dejado de hacer nada en la vida, he hecho hasta donde me ha alcanzado el tiempo, no he perdido un día y sigo; todo se va facilitando porque no tengo jefes, hago lo que quiero sin pedir permiso a nadie; creo que la mayoría de los obstáculos y talanquera se los proporciona uno mismo por eso se dificulta la vida.
Siempre me ha gustado la música clásica y para comprenderla he tomado varios cursos de apreciación musical, lo mismo hago para apreciar el cine pues asisto a cursos sobre el tema, es muy agradable como también lo es el grupo de amigos que se ha formado alrededor de estos temas.
Me considero una líder natural, porque para adelantar mi carrera me he mostrado como soy, diciendo la verdad, escuchando a las comunidades y aprendiendo de ellas, tratando de interpretar sus realidades, aspiraciones y sueños; me siento llena de energía para seguir.
- ¿Cuáles consideras tú serían las mejores claves para llevar una vida de méritos?
Pienso que es relevante actuar y pensar colectivo, no en lo personal ni menos en ascenso personal; es adelantar luchas con visión clara y objetiva; entregarse a causas que impliquen realizaciones que beneficien la sociedad y al país. Trabajar para un mejor futuro de la humanidad; dejar herencia de justicia social y ambiental a las nuevas generaciones para su buen vivir.
- ¿Dónde están tu equilibrio y tu paz?
Nunca lo he pensado, simplemente ahí están.
- ¿En qué crees fervientemente?
En el entorno. Soy hecha para analizar el entorno, creo que hay que mejorarlo para todos. Soy una hacedora de vida que simple así todo es más fácil, vive y deja vivir.
- ¿Le haces honor a tu nombre?
Sí. Vivo contenta. No aparento, no busco triunfar, no pierdo tiempo en eso. Camino tranquilamente.
- ¿Qué es lo que más habla de ti?
Que soy una mujer práctica con capacidad de síntesis.
- ¿Cómo le pones color a los momentos grises de la vida?
El día que estoy triste reconozco que estoy viva, como cuando pierdo una batalla o cuando me enfermo.
- ¿Qué te arranca lágrimas?
Los animales, el sufrimiento de la gente, las pérdidas, cuando alguien muere.
- ¿Cómo asimilas la muerte? ¿Para ti es un recomienzo o es un fin?
Es un sueño al que no le temo. Eso sí, no quisiera que me duela nada cuando llegue. y creo que hay vida después de la muerte. Hay unas energías posteriores, sin duda. En la finca hay fantasmas que se aparecen, no a mí porque me temen o porque no me asustan pero existen unas energías.
- ¿Qué le produce mal genio a una persona que es de temperamento calmado como el tuyo?
Que me jodan (risas). Que me presionen.
- ¿Qué color eres?
Azulito claro.
- ¿A qué lugar perteneces?
A la tierra, al suelo.
- ¿Eres soñadora?
Uno tiene que soñar con los pies en la tierra sino se cae.
- ¿Cuál es tu número?
El 13 me encanta.
- Si no fueras un ser humano sino un elemento de la naturaleza, ¿cuál serías?
Aire. Yo tendría alas.
- ¿Y si fueras un animal?
Sería un pájaro cantor que ve las cosas desde arriba.
- Por eso vives tan alto.
20 pisos elevados en una colina.
- ¿Cuál es tu relación con la humanidad?
No meterme con ella y dejarla que circule sin prejuicios todo el mundo tiene algo bueno.
- ¿Qué te roba energía?
La gente que habla cosas negativas. Yo me alejo, tomo lo que me parece y sigo, no me esfuerzo.
- ¿Cuál es el sonido más agradable a tus oídos?
El que produce la música. Me encanta Bach.
- ¿Y cuál el ruido que no soportas?
Los gritos.
- ¿Cómo agradeces?
Dando.
- ¿Tienes una filosofía de vida clara?
No tengo. Simplemente camino. No me pongo pilares, ni objetivos, ni metas y no lo hago porque entonces me asfixio, me canso.
- ¿Siempre fuiste muy madura para tu edad?
He sido chiflis, mis nietas que estudian en Francia me dicen abuela loca; fui Karateka cinturón negro, levanto pesas, voy al gimnasio, bailo salsa, pesco, duermo al aire libre en carpa, me encanta navegar por los ríos. Hago cosas que no hace todo el mundo pero sin distingo de edad.
- ¿Cuál ha sido tu más valiosa herramienta?
La oratoria. Soy oradora de plaza.
- Simulémosla.
Le diría a la gente que piense en el buen vivir, en armonía, con justicia, con igualdad, con oportunidades, con respeto por todas las ideas y de todas las personas. Que repudien la mentira, la hipocresía o la doble moral, a los vividores y a los trepadores.
- ¿Qué es la verdad?
La integridad de las cosas. Decir lo que es, lo que se piensa, no inventar, ser auténtico.
- ¿Qué es el silencio?
Algo que asusta.
- ¿Qué hay en tus silencios? ¿Acallas la mente?
¿Alguna vez le dices a tu sangre que no circule? Hay que dejar a la mente que funcione.
- ¿Qué hay en tu soledad?
Ocupación, cosas para hacer. No me siento sola, es más, en ocasiones quiero la calma para hacer mis cosas pero me llega mucha gente porque mi casa tiene un magnetismo especial.
- ¿Qué te gusta dejar en las personas que se acercan a ti?
Amor.
- ¿Qué debería decir tu epitafio?
Aquí estoy viva.
El día 20 de marzo de 2019 Alegría fue condecorada como “LA DAMA DE LA TIERRA”.