Daniel Enrique García Calao

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DANIEL ENRIQUE GARCÍA CALAO

Soy un joven colombiano de veintiún años, estudiante de Finanzas y Economía en los Estados Unidos, quien todavía se pregunta quién es, en qué puede aportar. Estoy aprendiendo a usar diferentes técnicas y recursos para ayudar a otros desde mi carrera, y busco ser el mejor en lo que hago.

ORÍGENES

He tenido un vínculo muy fuerte con la rama materna, no así con la paterna. A mis nueve años ya habían muerto todos mis abuelos.

Miguel Ángel García Niño, mi papá, es bogotano, se pensionó como abogado de Ecopetrol estando aún muy joven, en sus tempranos cincuenta y en plena pandemia. Lo hizo al acogerse al plan de retiro temprano que ofrece la empresa.

No crecí a su lado, pero pude compartir con él los fines de semana, los mismos que me permitieron conocer su lado divertido. Tiene un carácter fuerte que aprendí a anticipar, porque con los años pude comprender sus emociones y sentimientos. Es exigente en temas de presentación personal resultando muy conservador.

Claudia Calao, mi mamá, perdió a su papá, el abuelo Francisco, cuando yo tenía tres años, pero él me disfrutó mucho en ese breve tiempo. Me cuentan que yo le pegaba con su bastón buscando que conservara su postura. Fue político conservador de Lorica, Córdoba, capitán de la aduana, desplazado por la violencia de la época. Se casó con mi abuela Josefa María González, hija de liberal, con quien tuvo nueve hijos quienes vivieron en Bogotá.

Crecí con mi mamá y con mi abuela materna quien cuidó de mí mientras mi mamá trabajaba. Mi abuela fue realmente muy consentidora, pero murió a mis doce años, lo que generó un vacío enorme en mí. En adelante no me separé de mi mamá hasta que cumplí dieciocho años, y me rodearon mis tíos. No olvido un diciembre en que viajamos todos hasta la Costa por tierra para pasar el Año Nuevo juntos. Resultaba extraordinario escuchar su acento, sus chistes, sus maneras de comportarse, pues son de una región diferente a la mía.

Mi relación con mi mamá ha sido muy fuerte, me inculcó principios y valores, ha sido un referente importante. Recuerdo que la acompañaba a su trabajo donde pude observar cómo se desenvolvía en lo profesional y a través de ella he conocido gente magnífica a la que admiro.

ACADEMIA

Estudié hasta graduarme en el Montessori British School. De él recuerdo, entre otros, a Andrea Linares, mi profesora de español y directora de curso que obró como mentora. Desde pequeño me gustó la música. En primaria tomé clases de flauta y de piano, en bachillerato de bajo. Me encantó Ensamble, que era como llamaban al hecho de integrar a todos los músicos. Y conformé la primera banda de música salsa interpretando el bajo, la dirigía Manuel, Many, un gran consejero para mí.

Alcancé a considerar dedicarme a la música. Los proyectos finales de cada año los enfoqué en temas relacionados con ella, y los presentaba en francés. El último año trabajamos el de multidisciplinariedad pensado para que lo que fuéramos a dedicarnos, pero yo no sabía, entonces también lo concentré en música.  

Cursando séptimo grado me lesioné la rodilla, lo que me dejó dos meses en muletas y dos en terapia. Durante ese tiempo descuidé los estudios y perdí el año. La lección fue clara, supe la importancia de la dedicación, de la disciplina, del compromiso. Entonces, decidí cambiar muchos de mis hábitos, dejé a un lado las distracciones y me concentré en el estudio. Al repetir el año cambiaron el currículo, entonces fue como cursarlo por primera vez.

Lo que siempre tuve claro fue que quería hacer mi pregrado en los Estados Unidos. Me ayudó el que mi tía Vilma Sánchez viviera, y aún hoy, en Louisiana, y yo la visitaba con frecuencia durante mis vacaciones. Expuesto a su cultura y el poder hablar el inglés aprendido en mi colegio hicieron que yo quisiera aprovechar esa oportunidad magnífica.

VOCACIÓN

Inicialmente me interesé en Administración de Negocios aplicada a los deportes, pues siempre me gustó el futbol. Soy hincha del Junior y del Barcelona equipo del que tengo colección de camisetas desde pequeño. Pero no fui bueno jugándolo. También aprendí de otros deportes: Fórmula 1, fútbol americano, basquetbol, golf. Luego supe que me limitaría en mi desempeño profesional, así que lo descarté.

PENN STATE

Inicié en Penn State. Penn es la universidad que más exalumnos tiene en el mundo, son más de sesenta mil. No solo cuenta con el campus central, sino con veintiún ubicaciones satélites en todo el Estado. Yo estudio en State College, en Penn State University Park.

Durante el primer semestre se toman clases generales y, aunque queriendo estar en el mundo deportivo, supe que estudiar Finanzas o Economía me daría un ámbito de desempeño más amplio. Entonces ahora adelanto tercer año de Finanzas.

Cada semestre reconocen a los estudiantes por logros académicos, actividades extracurriculares y liderazgo. El año pasado presidí la Organización Latina que no se había caracterizado por su presencia, conmigo pasamos de un evento en el Mes de la Herencia Hispana, a ocho, lo que me hizo merecedor de un premio que recibí ganándole a competidores de toda la Universidad, aunque comencé en un campus satélite, en Abington, Philadelphia.

Hice parte del Consejo estudiantil dirigiendo una rama del gobierno. Trabajé para la oficina Global ayudando a estudiantes internacionales con temas de visas, con eventos que los integrara mejor a la cultura. Apoyé emprendimientos de estudiantes. Asumí otros roles de liderazgo que me fueron reconocidos.

Logramos también crear una nueva clase sobre salud mental, buscamos des estigmatizar el tema. Resulta que durante la primera semana del primer semestre, compartí cuarto con tres estudiantes más. Uno de ellos sufrió un episodio fuerte de salud mental. Pedimos ayuda y me pareció que el manejo que le dieron no fue el adecuado. Lo llevaron a un hospital psiquiátrico donde permaneció por dos semanas, luego regresó en mejor condición. Este hecho me llevó a considerar que debía hacerse algo, entonces surgió la clase.

Por otro lado, creamos e hice parte de un grupo de discusión cívica, espacio para debatir temas políticos, sin ser juzgados, lo que me mereció otros premios.

PREMIOS

Ardeth & Norman Frisbey Award (2024).

The Penn State Abington

Advisory Board Impact Award (2024).

Exemplary Leader Award (2024).

Major Drum for Justice (2024).

PROYECCIÓN

Solo hasta ahora he venido teniendo claro lo que quiero hacer a futuro. He considerado trabajar en banca de inversión lo que exige unas habilidades muy puntuales que yo reconozco en mí. Ocurre que también me gusta lo público, la política, las asesorías económicas (públicas y privadas). Si he de regresar al país sería muy importante dedicarme a lo segundo. He pensado montar un negocio con un amigo, así que no descarto en el futuro crear empresa. Algo avanzamos, pero no hemos concretado aún.