Camilo Olarte Chaparro

CAMILO OLARTE

Las Memorias conversadas son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

Isa López Giraldo es responsable del contenido de su sitio web en el que Davivienda actúa como patrocinador de la sección Jóvenes Talentos.

Soy un líder creativo. La creatividad entendida como el hecho de agregar valor y el liderazgo desde la perspectiva de valorar al otro.

Mi abuela materna, Anna María Wilbrink, es de Holanda y siempre me hablaba de la leyenda de un ancestro pirata de apellido Wilbrink que fue sentenciado a muerte. Supongo que de ahí viene mi tendencia a desafiar la reglas y no temerle al riesgo. Revisando mi personalidad encuentro que este origen holandés también está muy ligado a mi creatividad y a mis mayores pasiones: la innovación, el diseño y el emprendimiento. Su padre trabajó toda su vida en Philips una empresa reconocida por grandes innovaciones en iluminación, electrodomésticos y tecnología; fue también arquero del equipo de futbol de la empresa, lástima que no heredé esos dotes deportivos jajaja. Mi abuela fue criada en Eindhoven durante la segunda guerra y perdió a la mayoría de su familia durante este periodo; supongo que buscaba nuevos comienzos cuando conoció a mi abuelo Armando Chaparro en París y decidió mudarse a un país completamente desconocido a comenzar una nueva vida. 

El padre de mi abuelo fue un terrateniente de los Llanos Orientales que llegó a acumular más de diez mil hectáreas de tierra en las que tuvo ganado, es decir, mi abuelo se crio en una familia vaquera, pero sorprendentemente siempre fue un hombre del mar por lo que decidió estudiar Ingeniería Naval en la Armada de Colombia donde fue oficial y luego estudió en Inglaterra. En ese tiempo fue que viajó a París donde conoció a mi abuela, comenzaron a cruzarse cartas y muy rápidamente decidieron casarse. Mis abuelos se instalaron en Colombia donde tuvieron cuatro hijos siendo mi mamá la tercera, su nombre es Anna María, como el nombre de mi abuela. Mi mamá es una artista muy creativa que estudió diseño textil y que ayudó a criar a mi tía, su hermana menor, cuando mis abuelos se divorciaron. 

Mi familia paterna está conectada con Camilo C. Restrepo que fue Ingeniero jefe del ferrocarril de Antioquia y varios presidentes le ofrecieron altos cargos en sus gobiernos, algunos de los cuales rechazó por su compromiso con el ferrocarril mostrando con esto determinación y compromiso a sus proyectos. 

Mi abuelo, Jaime Olarte, fue vicepresidente de ventas de Fabricato, una persona muy influyente en su tiempo cuando la industria textil era una de las más importantes en la economía de Medellín, de pronto de ahí viene el vendedor que soy de todas mis ideas. Mi abuelo se casó con Amparo Restrepo, tuvieron tres hijos de los cuales mi papá, Juan Esteban, fue el del medio, pero mi abuela falleció cuando mi papá era muy joven; lo curioso es que una vecina nuestra, de toda la vida, compartió no solo su nombre sino también su primer apellido, además, la considero mi abuela ya que ayudó a criarnos y a malcriarnos un poco dándonos chocolatinas y Coca-Cola todos los días. 

Mi papá estudió en la Universidad de Florida Ingeniería agrónoma, fue un finquero que se vio afectado por la violencia, sufrió amenazas que cambiaron las condiciones de vida de una familia acomodada generando crisis en todos los sentidos: económicos, familiares y emocionales. Esto hizo parte de las razones que motivaron la separación de mis padres. Fue ahí cuando mi mamá se puso al hombro la responsabilidad de criarnos, educarnos y sacarnos adelante, tal como lo había hecho con mi tía. Menos mal tuvo carácter, porque mi hermano y yo no fuimos para nada fáciles. 

Soy un afortunado de haber tenido una madre como ella, me enseñó siempre muchísimo de ética, de emprendimiento, a ser un luchador, a no darme por vencido, a seguir adelante. Ella es mi ejemplo de vida porque al tiempo que atendía la casa, fue una gran madre, buena cocinera, talentosa artista, inigualable amiga y hermana. Siempre fue una consentidora e inspiradora de la gente, dándolo todo para que los demás estuvieran mejor, así eso significara sacrificar un poco su bienestar; tampoco era perfecta pues fumaba mucho y eso causó su muerte cuando yo tenía 19 años, pero su amor, cuidados y enseñanzas me acompañan siempre. 

Recuerdo que fui muy competitivo con mi hermano mayor, solo nos llevamos dos años, entonces era de esperarse. Competimos por ver quién comía más rápido para repetir, por quién tenía el control de la televisión, básicamente por ver quién era mejor en casi todo, viéndolo de una manera positiva, me dio mi espíritu de competencia. 

Estudié en varios colegios en Llanogrande y me crie en una finca, El Tablazo, en Rionegro. Me gusta decir que soy montañero porque literalmente crecí en una pequeña cordillera. Esto me conectó mucho con la naturaleza, factor que ayudó a que fuera muy inquieto y curioso, porque con mis amigos salíamos al monte con los cinco perros que teníamos, íbamos en travesías que se sentían como aventuras de exploradores y matábamos el tiempo al aire libre y de maneras muy creativas. 

Dibujé muchísimo, tanto que cuando los amigos decían querer ser astronautas, policías y bomberos yo quería ser caricaturista. Eso fue así hasta cuando me enteré de que no ganaban lo que yo esperaba. Me ha gustado tener libertad financiera, desde siempre he ahorrado con propósito de tener cosas buenas y vivir una vida cómoda, así siempre me pude comprar las cosas que quise como un Play Station, videojuegos, viajes y demás. Cuando niño tuve tres microemprendimientos, vendí chucherías en el colegio, hice artesanías con mi mejor amigo y las vendíamos en ferias y a amigas de mi mamá.  Finalmente cultivé matas de mortiño o agraz con la ayuda de mi mamá, inicialmente sembré 250 matas, eché azadón, preparé la tierra, pero cuando me enteré de que tomaba cinco años la cosecha, mi impaciencia me hizo venderlas con una pequeña ganancia. 

Luego en la universidad vinieron proyectos más serios, trabajé de freelance mientras hacía mi carrera en la Universidad Eafit donde estudié Ingeniería de Diseño. Esta carrera me llamó muchísimo la atención cuando supe que el proyecto de octavo semestre era hacer un carro y yo siempre había soñado con hacer algo así, entonces, básicamente escogí una carrera de cinco años por un proyecto que duraba 6 meses. 

En conjunto con otros amigos hicimos un camión eléctrico para el que se debían combinar muchos temas: la creatividad, la ingeniería, la lógica y el trabajo en equipo. Creo que ese fue el primer proyecto donde entendí qué es Design Thinking que, en últimas, es lo que más me atrae de mi carrera porque en otras áreas encuentro falencias pues el pensum no reacciona lo suficientemente rápido a las necesidades del mundo real, ni prepara para los procesos de trabajar con empresas reales y fue lo que me llevó a buscar actividades por fuera del pensum normal de mi carrera como lo fue mi intercambio/maestría en Holanda. 

Desde los primeros semestres me independicé de mi casa, viví la rumba, no tuve reglas diferentes a las mías y descuidé mi enfoque en crecer como persona, pero cuando murió mi mamá vi todo diferente y entendí cómo funcionaban las cosas realmente. Este fue un duro choque con la realidad. De ahí entendí lo que era pagar mis estudios y mi sostenimiento, tuve que madurar, replantear mi vida y mis circunstancias. Viajé a Miami por seis meses, estudié inglés y pensé en la imperiosa necesidad de compartir, crecer y crear para vivir, de tener objetivos claros que me dieran norte. A mi regreso me uní a clubes de mercadeo, mejoré mi promedio y así obtuve el 4.0 que exigía la universidad que quería me recibiera de intercambio. Esto significó mucho esfuerzo que se combinó con un poco de suerte, pues me promediaron para arriba el 0.01 que me faltaba de nota jajajaja. 

Cuando viajé a Holanda por mi intercambio aproveché para visitar a mi abuela y re conectar con mi sangre holandesa. Entendí porqué me gusta tanto el dulce, el diseño, el emprendimiento, las personas directas y muchas otras cosas, y es por esa herencia genética que tengo. Desde pequeño mi abuela me enseñó a comer pan con mantequilla y azúcar morena, uno de los mejores snacks, al estar allí descubrí los De Ruijter que son lo mismo, pero en vez de azúcar llevan moronas de chocolate. Me vi reflejado en esa cultura en la que son directos, hablan sin adornos, sin filtro, no son políticamente correctos, porque así soy yo, aunque aquí me haya traído problemas de vez en cuando. 

Por otro lado, me conecté mucho con el tema de innovación y de diseño, con el hecho de crear una mejor realidad para ti y los que te rodean. Entendí también que en Medellín vivimos entre montañas, lo que por un lado nos protege, nos hace sentir acogidos, que hacemos parte de algo, de un paraíso, de una familia, pero a la vez nos encierra un poco y por eso hay que salir, conectar con la gente del mundo, conocer otras culturas, explorar y descubrir. Y fue lo que hice precisamente porque recorrí Europa, inicié una red global de amigos, de colegas, mentores y uno que otro romance. Hoy me muevo libremente por el mundo, de forma independiente, conociendo mis raíces, pero sin atarme, sin anclas, reconociendo que necesito un lugar, un espacio, mi propio mundo, pero cada tanto tener ese deseo de atravesar fronteras. 

Estando allá trabajé en proyectos con gente muy diversa y de grandes habilidades, desde ingenieros de MIT hasta diseñadores de Milán. Esto me abrió la mente y el mundo, el universo realmente. En la universidad de Delft hicimos un traje militar para proteger a los soldados de ataques químicos, tema de alta ingeniería apoyado en la industria, con recursos privados de una compañía real. Supe que así debían ser mis proyectos y no los de hacer cosas sin ninguna necesidad real, sin aplicación práctica ni resultados, y supe que tampoco debía utilizar mis recursos para financiarlos. Entonces implementé lo aprendido en mi camión eléctrico, conseguí dos empresas que me pagaron por los prototipos y un pequeño salario al equipo que hizo parte del proyecto.

Este fue el primero en el que me sentí líder y en el que me comprometí con alma, mente y cuerpo. Pese a lo arbitrario de los profesores que consideraban que el contar con patrocinio nos iba a limitar, no nos iba a dejar aprender y que iba a ser problemático. Entonces aprendí, con mis propios recursos, el arte de la negociación, cómo hacer una contratación y sobre derechos de autor mientras los profesores ponían trabas y eran ácidos con las notas cuando esta era una oportunidad de oro para reestructurar el sistema que tenían implementado y que claramente no funcionaba cuando, por el contrario, hubiera podido generar valor a los estudiantes. 

Nuestro proyecto es uno de los más únicos que se han hecho, las empresas invirtieron más de 20 millones de pesos cuando los proyectos no pasaban de 5 y ahora está operando en el puerto de soporte de Avianca del Aeropuerto Internacional. Nos patrocinó Mauricio Betancur, de Tecnologías Marte, quien se ha ganado el premio a la persona más innovadora de Colombia, trabaja temas de energía solar, robótica, robots de desminado, blindajes y otros. Es una gran persona y, más aún, es un inventor apasionado a quien conocí en un extracurricular cuando participé de un proyecto de investigación de fachadas solares. Desde ahí me conectó con Nediar, empresa que trabaja temas de aviación. 

Al inicio se trataba de un camión para transportar misiles para las Fuerzas Armadas, pero luego se transformó en un vehículo multipropósito para soporte terrestre en aeropuertos que ejecutamos en seis meses, entregamos un prototipo funcional con diseño y concepto que ellos continuaron desarrollando. Como te comenté al comienzo, en seis meses adelantamos lo que normalmente toma cinco años, actualmente el carro está operando y no parqueado en un taller de Eafit, y tiene el potencial de aportar a mejorar un tema ambiental dentro de una industria que contamina muchísimo al brindar movilidad eléctrica. 

Lo que en el TUDelft en Holanda hacía parte de una maestría, en Colombia aportaba a mi pregrado, entonces este viaje fue un paréntesis en mi carrera. La maestría está enfocada en la experiencia y no en el resultado de un producto, herramienta que ha sido fundamental en mi actividad actual. No se trata del producto terminado sino de la satisfacción que brinda, ese es el concepto del JobToBeDone, en él las personas tienen un trabajo para hacer y el producto ayuda a hacer ese trabajo, como en el caso del celular que su fin es comunicarse con el mundo, el del carro es transportarse. Como estos ejemplos hay muchos más y las compañías que entienden esto transforman industrias. 

Ya graduado me llamó un estudio de diseño para trabajar con la Alcaldía de Medellín en una aplicación para un sistema de bici parqueaderos que conectaran con el Metro. Trabajé mucho para conseguir ese proyecto, pero nunca me definieron nada, así pues, tomé la decisión de no trabajar para nadie y concentrarme en lo mío. 

Tuve varias ideas de emprendimiento, lo que tampoco es bueno porque se necesita foco, me gasté todos mis ahorros e invertí mucho tiempo con pocos resultados, pero muchos aprendizajes. Casi que puedo oír a mi madre diciendo “el que mucho abarca poco aprieta”.  

Warzone fue una cancha de paintball con magnífica iluminación. Aquí queríamos explorar cómo aumentar la experiencia de juego introduciendo máquinas de humo, música, sonidos, un tema de proyecciones dentro de la cancha e inclusive quisimos intervenir el traje. Todo esto lo hicimos basados en el modelo de negocio basado en la venta de las balas debido a que la adrenalina hace que la gente dispare más. Como teníamos de vecino al alcalde Fico, entre otras personas de influencia, nos afectó el que no les gustara el ruido que generamos así que tuvimos que cerrar cuando ya habíamos hecho una inversión. Lástima porque quedaba en un lugar precioso cerca del Tesoro, un bosque en la mitad de la ciudad.

Desarrollé la idea de un kit para el guayabo apoyado en mi experiencia personal. A mí me gusta salir, pero no lo que viene al día siguiente y eso se resolvería con una aplicación inspirada en las clínicas del guayabo en Holanda. Pensé que al oprimir un botón se podría recibir todo el oxígeno, la hidratación y los alimentos que necesita el organismo para compensarse. Ojalá alguien lo saque algún día porque, aunque ya no tomo, sí siento empatía por aquellos con guayabo jajajaja. 

Luego vino Medallo una empresa de turismo alternativo que no fue viable. Ofrecíamos experiencias a la medida para personas y grupos de empresas que llegaban a Medellín, pero el servicio a la medida resulta muy costoso y los márgenes muy pequeños, requiere dedicarle mucho tiempo. 

Con el amigo que estaba trabajando en Medallo, comenzamos a operar apartamentos en Airbnb. Otro negocio inspirado en mis viajes por Europa. Tuve la fortuna de heredar una finca de mi mamá la cual vendí para comprar apartamentos y operarlos en este modelo. Literalmente, con esto mi mamá me dio el empujón así que todo se lo debo a que ella cuidó ese patrimonio para nosotros. 

De emprender aprendí mucho pero también debo mencionar que es necesario trabajar en empresas o startups de otras personas para aprender y para adquirir visión. 

Tuve la oportunidad de trabajar en RutaN donde manejaba el programa de landing empresarial y donde conocí muchísimos emprendedores. Entendí las apuestas de la ciudad de Medellín por la innovación y gané mucho conocimiento sobre cuál es la estructura de un ecosistema de ciudad dedicado a la tecnología, negocios e innovación. Conocí grandes empresarios, emprendedores y creativos, y me conecté con muchísimas oportunidades y, una de ellas, fue presentada a mí en una reunión inesperada cuando mi camino se cruzó con Selina, en ese entonces una pequeña empresa de hoteles con ganas de comerse el mundo. 

Trabajé dos años en varios departamentos, posiciones, equipos y lugares del mundo. Fui un nómada digital por un año, conocí gente que me acompañará por el resto de mi vida y creé experiencias como ninguna otra. Trabajé como director de innovación ayudando a consolidar ecosistemas alrededor de las locaciones de Selina y terminé como director de experiencia global donde ayudaba a entender qué experiencia tenían nuestros clientes y cómo generar estrategias para mejorar más de 60 locaciones en el mundo. Esto me dejó mentores muy importantes. 

Actualmente soy CEO y socio de dos empresas, Indie que es un universo de espacios y experiencias para creadores independientes con líneas de negocio como Indiestudio, Indielab, bajo el concepto del coliving & coworking espacios en los que se genera contenido único y también brindamos experiencias para inspirar a las personas a crear más bien sea a través de espacios y herramientas, o de conectar comunidades. Indie es un universo creativo para todo aquel que quiere hacer de su pasión su vida y su profesión. 

Por otra parte, estamos desarrollando otra empresa llamada Lokl que busca revolucionar la forma en que la gente es dueña de espacios físicos y también busca dar oportunidad a una nueva generación de ser dueña de sus propios hogares sin tener que sacrificar su flexibilidad y experiencia de vida. 

Mi propósito con todo lo que hago es transformar una generación de usuarios en una generación de creadores. Este propósito lo encontré durante una ceremonia Ayahuasca que me mostró mi norte, el de aprovechar todo mi potencial para crear experiencias que transformen a las personas. Ser creador es ser el dueño de mi propio camino, un generador de beneficios para otros, un constructor de valor y un inventor de mejores realidades para todos. Este es mi mensaje, el que transmito a través de lo que hago, porque más que usar se debe crear. Mi foco, entonces, está en la realización creativa, en mi libertad financiera, en pertenecer a una tribu y en inspirar a que otras personas persigan su propósito. 

      ¿Hasta dónde te propones llegar?

Tengo un par de metas de vanidad pues quisiera que mi emprendimiento me lleve algún día,a estar entre los grandes empresarios, ser destacado en la lista de 30 under 30 de la revista Forbes. Me quedan tres años . Quiero ser el tercer unicornio de un colombiano después de Rappi y Nubank. Pero más allá de reconocimientos o éxito financiero quiero agregar valor a la mayor cantidad de personas posibles con las experiencias que cree e inspirarlas a crear una mejor realidad para si mismo y las personas que los rodean.

       ¿Qué es lo más extremo que has hecho?

Pues la verdad creo que la lista es larga. Pero una de las mas extremas fue recorrer casi toda Europa en un mes en compañía de tres amigos australianos y un holandés que medía cada uno 1.90 mts metidos en un carro de 800 Euros, sin aire acondicionado, pero no la pasamos entre festivales y lugares únicos en el verano creando memorias inimaginables. Pienso que si logramos esto, cualquier aventura es posible.

       ¿Qué no harías nunca?

Rendirme. Debo honrar a mi mamá saliendo adelante, siendo feliz y logrando mis metas.

      ¿Cómo celebras la vida?

Compartiendo con la gente que quiero, con mis amigos y con mi novia.

           ¿Cuál es tu proyecto personal más inmediato?

Formar un hogar con mi novia, tener esa base sólida sin dejar de ser nómadas. Ella viajó hace poco a Noruega a realizar su PhD en temas de ingeniería química enfocada en un proyecto de energía sostenible, por lo mismo como ella está apoyando el planeta tratare de apoyarla y acompañarla sin fronteras.

      ¿Cuál es tu mayor talento?

 Mi capacidad de generar ideas sobre cualquier cosa.