Juan Manuel López Caballero

JUAN MANUEL LÓPEZ CABALLERO

Las memorias conversadas son historias de vida escritas en primera persona por Isa López Giraldo.

Algunas personas tienen una visión de lo que uno es a través de las imágenes que se proyectan. Soy consciente del hecho de que en ocasiones hay que diferenciar al personaje, el que se construye, de la persona: le ocurrió a Escalona y a García Márquez. Me pasa algo en menor medida, porque la gente opina sobre mí realmente sin conocerme.

La vida no es un itinerario, sino una aventura. No está en mí el ser disciplinado ni tener un orden sistemático. Tampoco nunca ha estado el ocupar cargos públicos ni trabajar en el sector privado. Soy impresionista, puntillista, diletante.  

ORÍGENES

RAMA PATERNA

FAMILIA LÓPEZ

En mi familia López se ha dado una circunstancia que calificaría de cíclica en la que los hijos han acabado en contradicciones o contrastes con sus papás. Jerónimo López, sastre, temía que con la insurrección, la ruana y los alpargates remplazaran a sus elegantes clientes virreinales. Su hijo, Ambrosio López Pinzón, mi tatarabuelo, quien fue sastre también, artesano, un rebelde, sindicalista, en cambio, creó con el gremio de los artesanos las  Sociedades Democráticas en la época republicana.

Cuando se dio la elección de José Hilario López, en el Congreso iban a elegir a su contradictor. Quien manejaba la Convención que nombraría al presidente era José Domingo Pumarejo, mi otro tatarabuelo, quien gestionaba a favor de Rufino Cuervo. Ambrosio, desde las barras y desde afuera con los artesanos, participó en la amenaza de tomarse la Corporación si José Hilario no salía elegido. Fue así que se derrotó a Rufino Cuervo, vocero entonces del libre cambio.

Pedro Aquilino López, mi bisabuelo, hijo de Ambrosio López, nació el 4 de enero de 1857. Sin contar con una educación formal, sino autodidacta, fue empresario, el mayor exportador de café del país, socio de la familia Samper, banquero que fundó un equivalente a lo que conocimos luego como la Flota Mercante Grancolombiana y el Banco López de donde nació el Banco de la República. El Banco lo fundó en el edificio Pedro A. López, en el que se encuentra la sede del Ministerio de Agricultura.

Pedro A. fue un personaje extraordinario que se convirtió en la institucionalidad misma de su época. Probablemente por la mala experiencia de su padre nunca quiso saber nada de política, pues lo consultaban los presidentes y hasta le hicieron ofrecimientos muy importantes que nunca aceptó.

Se casó con Rosario Pumarejo, vallenata, hija de un terrateniente muy rico de la región y nieta de José Domingo Pumarejo, coartífice (sic) de la proclamación de José Hilario López como presidente de Colombia. Tuvieron cinco hijos, entre ellos Alfonso López Pumarejo, su primogénito.

Como Pedro A. enviudó muy pronto, con el tiempo se casó con Smith Pumarejo, prima de Rosario. Y, como no pudo educarse, se esmeró porque sus hijos sí lo hicieran, especialmente el mayor quien estuvo bajo la tutela de los grandes maestros privados de entonces. Me refiero a luminarias de la época como Miguel Antonio Caro, Lorenzo María Lleras, Juan Manuel Rudas, José Camacho Carrizosa. También se educó después en Inglaterra y los Estados Unidos.

Alfonso López Pumarejo, mi abuelo, y María Michelsen Lombana, mi abuela, tuvieron cinco hijos de los cuales mi papá fue el mayor seguido por María, Pedro, María Mercedes y Fernando.

Mi abuelo fue un destacado miembro del Partido Liberal y ocupó la Presidencia de la República. Por estar inmerso en la política le prestó más atención a esta que al banco del papá. Esta situación le generó problemas con él y con sus hermanos, quienes consideraban que no ha debido desentenderse de los negocios familiares. Algo parecido le ocurrió a Pedro A. cuando tomó distancia de Ambrosio, su padre, más no a mi papá con mi abuelo, quienes se complementaron muy bien.

El libro que escribió Oscar Alarcón es dedicado a los López, aunque es un pretexto para contar las anécdotas más interesantes de la historia de Colombia. Menciona la existencia de otras personas de la familia  fuera de la línea directa de papá. Por ejemplo, el hermano menor de mi abuelo, Miguel López Pumarejo, quien fue una persona muy importante en los campos que no lo fue mi abuelo.

Miguel se educó en los Estados Unidos, fue ministro de Hacienda, embajador en Washington y en la India, suscribió los estatutos del Banco Mundial a nombre de Colombia, gran maestro masón, director de la Universidad Libre. Cuando estuvo hospitalizado conoció a la jefa de enfermeras, una joven cuarenta años menor que él, con quien contrajo matrimonio. Uno de sus hijos, tío mío, es quince años menor que yo.

Diana Sofía Giraldo escribió una biografía de papá que llamó López, sus demonios, amores y batallas políticas. Se apoyó en los archivos que mi papá conservó a lo largo de su vida. Mi papá fue un obsesivo para guardar cosas, en especial su correspondencia que guardó desde sus diecisiete hasta sus noventa y siete años. En ciertos momentos dejaba copia al carbón de lo que enviaba. Diana hizo una selección y, a través de estas cartas, logró escribir el libro.

El intento biográfico más completo de mi abuelo Alfonso López Pumarejo, lo escribió Hugo Latorre Cabal apoyándose en el archivo de papá relacionado con mi abuelo. Papa pasó la vida tratando de recuperarlo, pero nunca lo logró.

Diría que en las cartas que se perdieron, quedaron reflejados los aspectos más íntimos de mi abuelo. Mi abuelo tuvo muchos amigos políticos y sociales, entre sus más cercanos estuvieron el paisa Enrique Toro y Rafael Reyes Elicechea llanero veinte años menor con quien se asoció, aunque nunca supimos cómo se estableció el contacto entre los dos. Rafael también conservó cualquier cantidad de correspondencia que le prestó a Eduardo Zuleta quien la usó para escribir sobre mi abuelo, pero tampoco la devolvió.

En algún momento logré que se expidiera una Ley en la cual el Estado se obliga a tener una biblioteca para cada uno de los presidentes. Como se promulgó, entonces los presidentes mismos o sus familias pueden enviar archivos. Por supuesto, no ha sido tarea fácil obtenerlos.

En nuestro caso, la documentación de mi papá constituye una mina. Mi hermano Alfonso consideró inoportuno entregarlo sin antes depurarlo de cosas que no fueran pertinentes, por ejemplo, un archivo de las cartas intercambiadas a través de algunas de sus ‘aventuras’.

FAMILIA MICHELSEN

Mi padre tenía una buena debilidad por las genealogías. Entre las curiosidades que encontró fue la historia de una sobrina del gran cacique Inca Atahualpa, apodada la Paya, quien llegó a Colombia traída por un Collantes de Sandoval teniente de Pizarro. La línea viene a través de la abuela de su madre, Lombana Barreneche, hermana del candidato opositor a Marco Fidel Suarez.

Para hablar de la familia Michelsen debo mencionar una historia que involucra a José Saturnino Uribe. Resulta que Bernardina Ibáñez, mi tatarabuela, fue una dama de la sociedad quien sostuvo un curioso romance con Simón Bolívar. Su hermana Nicolasa con el general Santander. Bernardina acabó teniendo una hija con José Saturnino, un señor muy rico que se dedicó a tener hijos por doquier. Hay una poesía que menciona que le donó a la sociedad un colegio, pero antes produjo los hijos que asistirían como estudiantes.

Carmen Uribe, hija ilegítima de Bernardina con José Saturnino, aunque reconocida, se casó con Karl Michelsen, embajador de Dinamarca en Colombia. De ellos tenemos una herencia genética directa.

Bernardina y su hermana Nicolasa son el origen de toda una rama de la que descienden diez presidentes de Colombia, Enrique Olaya Herrera, Miguel Antonio Caro, Jorge Holguín. Bernardina terminó casada después con Florentino González.

La línea Michelsen viene de Dinamarca. Varias generaciones, hasta mi tío Pedro, fueron de embajadores de Dinamarca en Colombia y luego de Colombia en Dinamarca. Sobre ellos también escribió papá.

Por ejemplo, la historia del investigador Carlos Michelsen en El solitario de la calle 14. Pero, Rafico Puyana Michelsen, gran músico, equiparable en el clavicordio a Botero en la pintura, rompió relaciones con papá por haber revelado que éramos de una línea de izquierda.

El Banco de Colombia perteneció y fue manejado por la familia Michelsen, por Ernesto hermano de María mi abuela y después por Jaime su sobrino.

RAMA MATERNA

Los Caballero tienen una faceta conocida referida a que al interior de su familia se presentó una pelea a muerte. Mi tío abuelo, el general Lucas Caballero, siendo el mayor de sus hermanos, les manejó sus intereses. Decidió montar una fábrica de telas en San José de Suaita, Santander, para lo cual recurrió a créditos internacionales. Pero el proyecto fracasó viéndose afectada toda la familia incluido su hermano, mi abuelo Julio Caballero.

Mi abuelo para ese momento ya estaba casado con mi abuela Mery Blanco, quien murió muy joven, hija de Manuel Blanco, un hombre riquísimo con oficinas en Londres y cantidad de bienes que a uno le sorprenden. Fue precisamente Manuel quien cubrió la deuda.

Cuando mi papá, como apoderado de las hijas de Julio reclamó, se generó un conflicto que nunca se concilió. Fue así como los Caballero, Lucas, Eduardo y Enrique, periodistas y escritores, se dedicaron a atacar a papá desde el periódico El Tiempo. De Antonio, con quien conviví en Paris por un tiempo, fui muy cercano hasta cuando como calambur dijo que yo tenía la inteligencia de los Caballero y lo perverso (h.p.) de los López.

INFANCIA

Somos tres hijos, Alfonso, Juan Manuel y Felipe. Dicen que quien más se parece a papá soy yo y Felipe a mamá, lo que deja marginado a Alfonso. Creo que el contraste cíclico sería de papá conmigo, pues él era disciplinado, puntual, ordenado, tipo luterano.

Aparentemente yo era un niño muy difícil, problemático. Me daban unas rabietas que los llevaba a que, con el fin de quitármelas, me bañaran en agua helada, aunque yo no lo recuerdo.

Mi papá tenía las veleidades de la psicología, entonces me envió al psiquiatra desde mis tres años. En sus memorias cuenta que él era depresivo y que se dedicó a estudiar el tema. Era amigo de los padres de la psiquiatría en Colombia, como Pepe Gutiérrez y del vallenato, el Profesor Socarrás. Y por los dos dicen que pasé.

Cursaba kínder en el Helvetia, debía tener cinco años cuando cualquier día ubicaron mi puesto en una esquina del salón y me pusieron un sombrero de burro. Obviamente, de inmediato me sacaron del colegio por ese hecho que hoy hubiera dado cárcel a la profesora.

A mis siete años viajamos exiliados a México. Esta circunstancia hizo que yo prácticamente no compartiera con mi abuelo paterno, pues regresé a mis catorce años de edad y él murió un año después. Mi abuela paterna María Michelsen murió en la segunda Presidencia de López Pumarejo y entiendo que el cáncer que padeció su mujer fue una de las razones para que él renunciara a su cargo. Mery, mi abuela materna, murió antes de que yo naciera. Julio, hermano de mi mamá, se suicidó estando muy joven.

Las tías Blanco nos enviaban los pasajes para que pasáramos la Navidad con ellas en la Hacienda San Marino. Recuerdo el compartir con los trabajadores, el que echábamos voladores cuando la pólvora estaba permitida. Era la ceremonia de la parte festiva del año.

ACADEMIA

LICEO FRANCÉS

Viviendo en México estudié en el Liceo Francés, colegio en el que continué una vez regresamos al país. Curiosamente, antes estuve en un prekinder y hoy, después de setenta y tres años, me reencontré con una de mis dos condiscípulas mexicanas.

He tenido la dificultad de verme obligado a afrontar las consecuencias de cargar con la fama de ser inteligente. Esto fue así, quizás por mi gran facilidad para las matemáticas y la física. Por esta razón no asistía a la mayoría de clases.

De nuestro grupo, Martin von Hildebrand y yo no terminamos sexto bachillerato, pues sacaron el Decreto de que no podíamos presentar exámenes los estudiantes con un ausentismo superior al 50%.

Cuando entré a repetir sexto, el profesor de historia me dijo: “Mire, señor López. He oído de usted, entonces tengo referencias suyas. Le propongo que hagamos un trato. Usted se queda ahí en su esquinita, así no se mete conmigo y yo no me meto con usted”.

VOCACIÓN

Lo primero que quise estudiar fue Física teórica. Por ese gusto, me fasciné con la vida de Sábato, para mí un descubrimiento reciente gracias al editor Kataraín. Resulta que Sábato no solo la estudió, sino que se doctoró y acabó siendo profesor en Princeton, pero cualquier día decidió que lo dejaba todo para convertirse en filósofo. Fue cuando, a sus ochenta y nueve años, decidió contar por escrito, sin interlocutor, una especie de memorias, las suyas. En ese momento creyó que se estaba muriendo, en realidad vivió diez años más durante los cuales escribió otros cinco libros. Tuvo una jerarquía enorme, y vivencias mucho mayores a la de quienes hicieron y hacen parte de lo que se considera el boom latinoamericano, más que los escritores mismos que recibieron premios Nobel.

ETH DE ZURICH

Como no fui reflexivo, sino impulsivo, intenté estudiar en el Instituto Politécnico Federal suizo – ETH, en Zurich. Estando allá asistí a cursos del bachillerato suizo y tomé clases de alemán, pero no pase los exámenes de admisión.

Luego me inscribí en la Facultad de Física Teórica de París, donde descubrí que los estudios en Francia son muy poco disciplinados. Se trata de grandes anfiteatros en los que es el estudiante es quien tiene que tomar sus propios apuntes, sistema que no funciona conmigo y que me llevó a no continuar con la carrera allá.

Regresé a Colombia donde decidí cursar en los Andes un semestre corriente y uno de verano. Este momento coincidió con el cierre de la Universidad Libre. Sus estudiantes fueron invitados a terminar sus carreras en Alemania Oriental. Fue entonces cuando Jaime Ucroz, político amigo de papá, me animó a viajar, y acepté.

Viajé a Alemania donde estudié un año, pero la carrera era de Física de Minas, aplicada y no teórica. Me desanimé porque yo ya había adelantado dos años en el Politécnico y me obligaban a comenzar de nuevo la carrera. Además, enviaban a los estudiantes a la institución que ellos consideraran y no a la de nuestra elección.

La Economía Política era marxismo puro, una especie de religión, clase a la que quise asistir aunque los extranjeros no estábamos obligados a cursarla y aunque yo no entendiera nada debido a la barrera del idioma.

Viviendo en Alemania compartí cuarto con un yugoslavo y dos vietnamitas que veían, decían y sentían que ese era su frente de batalla en su guerra de liberación, y así se comportaban. Cuando fui a salir de vacaciones, el yugoslavo me invitó a conocer su país, que estaba más desarrollado en todo sentido.

En ese momento, Alemania Oriental era la cenicienta de los países soviéticos, el más pobre, el más atrasado, el que ofrecía las condiciones más difíciles. Cuando decidí aceptar su invitación, las autoridades, quienes retenían los pasaportes, no me lo devolvieron, impidiéndome viajar. Solo podía regresar a Colombia, así lo hice. Más o menos salí huyendo.

De esta experiencia me quedó la inquietud o interés sobre lo que se entendía por Economía Política, tema al que me referiré más adelante.

Con el tiempo regresé al Politécnico Suizo, pero en Lausana estudiando en francés.

ESPOSA E HIJAS

A María Carrizosa, mi esposa, la conocí en Colombia. Salimos mientras estuve en los Andes, luego ella se fue a trabajar a Nueva York donde fui a visitarla. Más adelante fue a recogerme a Lausana donde compartimos con amigos griegos, viajamos y coincidimos en Grecia con ellos. Fue cuando decidimos casarnos bajo el rito griego y en esas privilegiadas tierras.

Por un año estuvimos recorriendo diferentes destinos como la India hasta llegar a Katmandú. Es decir, hicimos el peregrinaje hippie, sin que realmente nosotros lo fuéramos. Luego regresamos al país, abrimos nuestra casa, tuvimos dos hijas: Rocío, quien nos ha dado dos nietas, y Cristina. Comenzó una trayectoria que me vinculó a los Llanos.

TRAYECTORIA

LLANOS ORIENTALES

Decidí comprar un ganado para explotar una finca en los Llanos que adquirí pagándole a mi suegro las dos terceras partes que le corresponderían a mis cuñados. El vendedor del ganado, amigo de papá, me convenció de que, en vez de comprarle unas cuantas cabezas, le comprara todo el hato. Me dijo que no quería seguir siendo esclavo de su mayordomo quien lo llamaba a las cinco de la mañana a decirle que necesitaba tal o cual cosa.

Quedamos en eso, pero luego me dijo que no habíamos hecho ningún negocio argumentando que lo que había querido era darme una lección, que aprendiera que uno no puede confiar ciegamente, que no se pueden hacer negocios sin dejar papeles. De esta manera acabé en pleito y al ganar quedé con esa segunda finca, por supuesto, también con el ganado, lo que pagué entregando parte de este al Fondo Ganadero de Cundinamarca.

La manera como funcionaba el Llano consistía en que uno solo tenía derechos sobre lo que ejercía posesión, es decir, sobre lo que explotaba, tuve que buscar ganado en otra parte. Me sucedió más o menos lo mismo, quedé con una tercera finca. Estas experiencias me volvieron experto en el Llano, por llamarlo de alguna manera. Ya como ganadero me volví miembro de la Asocebú y amigo de sus directivos.

En alguna feria ganadera llegó un comisionista a decir que estaban vendiendo el hato La Libertad. Con mi socio Julio Rebolledo, presidente de la Asociación Cebú, íbamos a sembrar con maní una de las fincas que él había prometido comprar. El comisionista le ofreció La Libertad con muy buenas referencias.

La Libertad era un hato conocido que había sido de propiedad del Gallino Vargas. Sobre Gallino hay una leyenda: tenía sesenta fincas y más de veinte hijos; el mejor ganado de esas fincas se lo llevaba para La Libertad donde tuvo la cantidad más grande de Cebú puro.

Por La Libertad nos pidieron cincuenta millones de pesos de la época. El presidente de la Asociación, su director técnico y un juez de Cebú quien asesoraba su desarrollo, al hacer el cálculo concluyeron que la oferta era muy buena, pues salía baratísimo el ganado. Consideraron que era necesario realizar una visita. Fue cuando me comisionaron para ir a ver ese hato.

Una vez en el lugar me reuní con el dueño. Resultó ser Benjamín Poveda, quien le había comprado al Gallino Vargas. Se dice que Poveda había armado un paquete para llevar las esmeraldas de varios esmeralderos y venderlas en el Japón. A su regreso no les rindió cuentas hasta que los citó en el barrio Santa Lucía, al sur de la ciudad, donde los mató a todos. Esto no era conocido entonces.

El hecho es que ofrecí treinta y cinco millones, pues contaba con la autorización de hacerlo, y cerré una promesa del negocio. Luego mis socios resultaron con que había muchos problemas de colonos, que mejor no seguían adelante. Consideré que no tenía presentación el dejar incumplida la promesa, pues papá acababa de ser elegido presidente y me imaginé el escándalo. Seguí solo, y le compré a Rebolledo su parte del hato donde íbamos a se sembrar maní. Me tocó por lo tanto repetir la historia de vender la totalidad del ganado, once mil cabezas, quedando propietario de una tierra sin ganado a la que me dediqué.

De ahí inventaron lo que fue el escándalo más grande durante el gobierno de papá cuando llegaron a asegurar que él había mandado a pavimentar la carretera para mi beneficio. Fue una historia montada cuando con el derrumbe de Quebradablanca quedó aislado el Llano. Fue por esto que se llamó la vía alterna por Guateque que existía en parte como antiguo camino ganadero.  

Como caballito de batalla lo cogió la esposa del expresidente Ospina, quien era bastante ‘atravesada’. Dos de sus hijos acabaron igual de ‘atravesados’, uno directamente acusado de estafador y asaltando un almacén de depósito intentado ‘recuperar su mercancía’. Y el otro, con tres de sus nietos encarcelados en Ecuador y en los Estados Unidos por tráfico de estupefacientes. Alrededor de eso fue que la señora recibió un tiro en la nariz.

El ataque y el escándalo terminó en que el Partido Conservador terminó expresando su solidaridad al Gobierno, y su jefe, el expresidente Ospina, explicando que se había casado “por lo católico, no por lo político”.

Con amigos a quienes hice partícipes de la propiedad de la tierra nos organizamos para darle manejo a un sitio totalmente virgen, pues ni siquiera existía el pueblo. Hicimos una reforma agraria, distritos de riego, canales al estilo europeo, plantamos palma. Cuando llegamos, el lugar lo ocupaban doscientos habitantes y acabó siendo el Municipio de Villanueva en el Casanare, el más desarrollado y de mayor crecimiento de todo el país.

Parte de ese proceso de crecimiento del pueblo incluyó la generación de empleo por las empresas que entraron y un intento de invasión por cuenta de la ANUC – Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, quienes invitaron a los colonos a apoderarse de las tierras, pero éstos  se negaron puesto que al haber recibido de nosotros sus respectivos títulos ya eran ellos dueños y se fueron a asentar a los terrenos comunales del pueblo.

De ahí saldría una propuesta política e ideológica alrededor del desarrollo del Llano. Han pasado veinte años y aún hoy tenemos proyectos y propuestas para la región. El tema principal no es el desarrollo físico de la empresa, sino el de la Fundación para el Desarrollo del Upia, a la cual aludiré más adelante.

AUSTRALIA

Cuando papá decidió participar por segunda vez en la contienda por la Presidencia, decidí estudiar lo más lejos posible de Colombia. Opté por viajar a Australia donde había unos polos de desarrollo de mundos nuevos, al igual que lo eran Suráfrica y Brasil.

Me inscribí en la Universidad de Sidney que contaba con la Facultad de Economía Política, la que se habían tomado los alumnos, acabándola. Solo quedó como una división de la Economía que dirigían los dos asesores del expresidente socialista chileno Salvador Allende. Entonces inicié esa carrera y la cursé completa, menos el último año dada la situación con la inversión que tenía en Colombia.

Uno de mis mayores intereses es la economía política, lo que me ha llevado a enfrentar a los economistas quienes creen que ésta se trata de cómo hacer políticas públicas a través de las decisiones económicas.

Economía política básicamente se trata del estudio de cómo se organiza una sociedad alrededor de sus modos de producción. Con el tiempo cambian las relaciones de producción, los sistemas de producción, los factores de producción, y a eso se adaptan tanto el Estado como la sociedad.

Se hace evidente en la actualidad cuando estamos viviendo una crisis telúrica porque está terminando su ciclo el capitalismo industrial. Como ejemplo, lo que ahora se necesita no es el aumento de producción, sino la preservación del medio ambiente.

Este es mi debate tratando de ubicar esa rama del saber, diferenciándola de la de los economistas.

LLANOS ORIENTALES II

Resulta que había dejado la tierra de los Llanos en la sociedad de un amigo que tenía gran capacidad como relacionista. Su Junta Directiva la conformaban destacadísimos personajes como el gerente de la Federacion de Cafeteros, del Banco de la República, del Banco Cafetero, exministros de Estado.

De alguna forma, mi amigo presentó inventarios falsos certificados por los órganos de control de los bancos, pero cuando fue descubierto se voló del país. Esto fue así pese a que yo venía cada tres meses a hacer seguimiento. Los bancos me dijeron que si les tocaba castigar la deuda se verían muy afectados, razón por la cual exigieron que con el administrador quedáramos de dueños únicos.

En el pasado se presentó el caso de que los usuarios campesinos habían tratado de invadir el hato. Como les habíamos titulado a todos los colonos, ellos se comprometieron a no invadir ni a permitir que otros lo hicieran. Pero, cuando entramos en concordato por aquello de los inventarios falsos, los de un caserío vecino argumentaron tener sabanas comunales, entonces comenzó el rumor de que iban a tomarse lo que quedaba desatendido por la empresa.

Por sugerencia de un amigo, Rodrigo Rueda, propuse a quienes habíamos vinculado a la región, los grupos Santo Domingo, Espinosa, Luker, con proyectos de palma, reforestación y arroz, que revisaran el tema como un problema regional. Entonces, en diferentes etapas, se creó la Fundación que hizo el desarrollo de la región. Desde ella montamos en cada vereda una escuela y un puesto de salud, llevamos al IDEMA, los sistemas de comunicación, la interventoria de las carreteras y más.

De un lado estaba la población, de otro las empresas y de otro el gobierno. La primera exponía sus necesidades para que fueran atendidas, las segundas hacían lobbying y asumían la contrapartida de costos de lo que el gobierno apoyaba.

Aquí lo más importante es el concepto de modelo de desarrollo. Entonces contratamos al historiador Julio Izaquita, quien había hecho un posgrado en modelos de desarrollo en Francia, para que consignara la historia de la Fundación que se imprimió en libro. El tema es que el libro no quedó bien, pues en su mayor parte se concentra en mi historia.

Lo que era importante para mí estaba relacionado con la conceptualización de lo que se hizo para convertirlo en un modelo de desarrollo replicable. Pero estos contenidos Izaquita los desapareció, los volvió una abstracción matemática. Muy lejos de la propuesta que se quería transmitir. Con esto no satisfizo a sus gestores, pues cada uno tenía su propia versión de sus orígenes.

A los administradores de la Fundación les disgustó el que, además del patrocinio que dieron, el escritor se aprovechara de este respaldo para su beneficio, que usara el material en sus temas académicos, pues lo incluyó en el currículo de su carrera universitaria sin que ni siquiera diera sus reconocimientos a nadie. Mucho menos compartió copias con los miembros de la Fundación, yo recibí unas pocas.

Curioso, recientemente se ofrece como modelo teórico de desarrollo por parte de Esther Dufflo, Nobel de Economía, el asentar grandes empresas que generen muchos empleos para crear núcleos que autónomamente generen oferta y demanda económica para que sean polos de desarrollo autosostenible. La teoría se refiere a seleccionar actividades donde exista más mano de obra que tecnología, es decir, industrias, y resulta que eso es exactamente lo que sucedió en el caso de nuestra región, pero a través de inversiones agrícolas.

PALACIO DE JUSTICIA

Mi regreso a Colombia, el que se dio faltándome un semestre para terminar mi carrera, coincidió con la toma del Palacio de Justicia. Me interesé tanto en este tema que puedo decir que soy la persona que más sabe respecto a todo lo que tenga que ver con este holocausto. Con otras personas constituimos una Fundación para el esclarecimiento de las circunstancias que se presentaron, sus motivaciones, su manejo y sus consecuencias.

Se decía que el responsable único era el M – 19. Los interesados en que no se juzgaran los hechos empezaron a justificar todo. Hoy en día es claro, pese a que lo sigan ocultando, que se trató de una barbarie por parte del Estado. Lo único que no se tiene ciento por ciento confirmado es hasta qué punto fue una ratonera, es decir, hasta qué punto fue montado, porque el Gobierno retiró la guardia, los militares estaban preparados para salir en cierto momento y tenían la información de la toma.

Queda subyacente la teoría de que el permitir la toma se hizo de manera deliberada para acabar con el movimiento guerrillero. Los militares quisieron ponerle la trampa a la guerrilla, matar a los guerrilleros estando adentro así acabaran matando a todos los rehenes y destruyendo todo lo que estuviera de por medio. Para mí esta es de las cosas más graves que han sucedido en el país.

Interpuse una demanda que coadyuvaron los familiares de los magistrados asesinados. También tuve un archivo que compartí con un par de estudiantes, pero que nunca me devolvieron. Aunque no sé si existió como tesis de grado, pues no la conocí, supongo que de esa investigación se tomó parte de la sentencia por medio de la cual se negó la amnistía a los integrantes del M – 19, dado que contiene apartes textuales de lo escrito por mí.

La curiosidad es que la sentencia concluye precisamente lo contrario. Me explico. En forma de relato de los hechos, en mi texto me refería a que el incendio fue parte de los combates, pero que no podía probarse que hubiera sido causado por la guerrilla. La tesis de la juez para negar la amnistía fue la de que el incendio no hace parte de los delitos políticos, sino que este es un delito autónomo que lo excluye de los amnistiables, luego el proceso judicial debía continuar. Dada esta sentencia el Congreso tuvo que sacar una nueva ley de amnistía.

Helena Urán, una de las hijas del desaparecido magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán Rojas, se dedicó a hacerle seguimiento a los procesos del Palacio y en especial a investigar lo ocurrido con su padre, lo cual consignó en el libro Mi vida y el Palacio, 6 y 7 de noviembre de 1985. Este es un extraordinario libro de historia de una novela de la vida real, con una importancia relevante sobre lo que fue el Palacio de Justicia. Se trata de la crónica de un crimen de Estado.

Urán salió vivo de Palacio y luego apareció muerto. Helena, su esposa como María, mi señora, eran profesoras de la Universidad de los Andes. Helena se presentó ante los militares con la grabación del noticiero de Diana Sofía en que se veía que él salía vivo. Pues bien, los militares se quedaron con la grabación. Cuando Helena salía en el ascensor, la persona que la acompañó le dijo que era mejor que abandonara el tema. Esto la llevó al exilio.

Hace unos pocos años, alrededor del 2020, Helena me pidió que rescatara la grabación para incluirla dentro del proceso que adelantaba su hija. Fue la época en que se reabrió el proceso reviviendo la tragedia. Lo que hay hoy es una sentencia de la Corte Penal Internacional que confirma que a Urán lo sacaron vivo, que fue torturado y llevado muerto a medicina legal.

Por mi parte, a través del tema del Palacio de Justicia, me volví especialista en Derecho Internacional Humanitario, el que no se debe confundir con los Derechos Humanos. El DIH es para la relación entre partes combatientes. El ámbito de los Derechos Humanos es el de las obligaciones de protección que tiene el Estado en relación a los ciudadanos. En estos temas mi posición no es, o no fue, compasiva o empática, sino analítica, porque no me detengo a reducirlos a sentimientos de pesar.

La segunda toma, la del ejército, violó todos los principios del DIH. Este implica las reglas que deben acatarse en los conflictos bélicos, todo lo que no se puede hacer en las guerras. Por su parte, los derechos humanos tienen que ver con la relación entre las instituciones del Estado con sus ciudadanos. Una tortura no es una violación a los derechos humanos, sino un crimen, un delito penal. Son ámbitos diferentes, aunque busquen tratar de evitar los horrores de los cuales es capaz el ser humano.

Para concluir, una de las tesis es que la toma del Palacio de Justicia sí fue un golpe de Estado porque Belisario no fue el que decidió, sino que lo hicieron los militares, lo que se reafirma en la teoría de la ratonera que tenían decidido llevar a cabo. Esto pese a su discurso en el que dijo que asumía como le correspondía, lo que era una mentira.

Cuando llamaron a Belisario a dar testimonio dijo: “Yo les indiqué que hicieran las cosas como se deben hacer. Si no siguieron mis instrucciones de retomar el Palacio…”. Pero esas órdenes no existieron. Solo que si lo aceptaba, confirmaba el hecho cierto de que había sido un golpe de Estado.

En ese momento el DIH en Colombia era totalmente desconocido, no había nadie que supiera del tema. Este holocausto sentó un buen número de precedentes importantes, desde el conocimiento, pasando por el desarrollo del DIH, hasta su función dentro del ordenamiento jurídico Colombiano.

DEMOCRACIA

En algún momento me dediqué a estudiar la democracia, como concepto y como ejercicio de política, pues antes se hablaba de la República. Todas las guerras de independencia son republicanas, la tumbada de los soberanos de las monarquías se hacía a nombre de la República, porque no existía la democracia.

La palabra democracia no vino a existir sino como desafío a lo que propuso la revolución rusa. Es decir, cuando la usan, hacen referencia a la democracia griega que nada tiene que ver con el modelo actual.

No existe en los papeles de la independencia americana ni en los de la revolución francesa. No existe en las revoluciones sociales ni en el marxismo. Tan solo vino a aparecer en un discurso del presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, después de la primera guerra mundial, en el que dice que tienen que defender y promover la democracia en el sentido del modelo de gobierno americano.

En el libro De la democratie, se describe cómo funciona el modelo americano. Alexis de Tocqueville fue enviado por el gobierno francés posterior a la revolución para estudiar el caso de los esclavos en los Estados Unidos, el país que más esclavos tenía por encima del resto del mundo. Tocqueville concluyó que lo interesante es que había un sistema político. Y escribió no para cuestionar la esclavitud, que es lo más antidemocrático, sino para describir el del gobierno americano.

La pregunta es qué piensa la gente cuando afirma que algo no es democrático, porque se refiere a sus características, cuando realmente el uso de la palabra la democracia tiene que ver con el modelo político americano, capitalista por demás. Es la base del Estado de Derecho que incluye elecciones, mayorías, pesos y contrapesos. Pero lo democrático en abstracto es la búsqueda de la mejor distribución del poder, de la riqueza, y de las oportunidades. Hoy, cuando se usa ese término, no se refiere a esos valores sino a los mecanismos copiados del modelo americano.

Después de la segunda guerra mundial decidieron que el mundo tenía que ser así, y se han dedicado a lograrlo. Se volvió importantísimo que en todo el planeta rija la democracia en ese sentido: en los países que se someten como nosotros,  a las buenas; en los que no se someten o en los que tienen dificultades, se impone a las malas, como en Irán, Siria, Afganistán, Ucrania.

Ese es el mensaje que se quiere transmitir, que democracia es sinónimo de lo bueno. En cualquier discurso se pueden reemplazar las palabras una por otra.

PARTIDO LIBERAL

La historia del Partido Liberal es muy compleja, lo ha sido en los últimos veinte años. Mi crítica es la de que el Partido ha desaparecido.

CÉSAR GAVIRIA

Bajo la presidencia de César Gaviria se convirtió en lo contrario de lo que había sido su esencia desde lo antidemocrático en su institucionalización, con unos estatutos ilegales; pasando por su funcionamiento al estar veinte años en manos de quien ha continuado con el actuar ilegal; hasta lo ideológico al promover el extremo contrario del pensamiento histórico y adoptar la línea neoliberal.

Lo ocurrido con Gaviria en el Partido Liberal es lo que más daño ha producido al país, junto al holocausto. Se dice que César tuvo las mejores notas como economista en la Universidad de los Andes. En política ha sido igualmente brillante bajo el amparo de Plumón. Para medir su espectacular carrera, en la Convención en que eligieron a papá para su segunda candidatura a la Presidencia, papá tenía cuatro credenciales (como presidente, exministro, parlamentario y alguna otra), mientras que Gaviria tenía cinco (como director de periódico, rector de universidad, alcalde…). Sus capacidades las tiene y son más que evidentes.

Cuando se estaba haciendo la unión entre el Nuevo Liberalismo y el Partido Liberal, papá sugirió que la persona que debía ser la bisagra, llevar a cabo las conversaciones, podría ser César Gaviria y dijo: “Gaviria es de los que no se ponen a hacer florituras en la mitad de la cancha, sino que él sí mete el gol”. Lo que papá no se dio cuenta es que era capaz de meter un auto gol. De bisagra pasó a ser jefe de campaña de la contraparte, de Galán, y promovido por Juan Manuel se convirtió en su candidato desconociendo a Iván Marulanda y tantos otros, pues él nunca había hecho parte del Nuevo Liberalismo. Él ha logrado hacer todo lo que no se puede sin tener que responder por ello.

CONSTITUYENTE

En este tema tengo algo personal que prefiero aclarar, pues no pretendo ser solo objetivo. El hecho es que su gobierno, el de Gaviria, tuvo las siguientes características. La citación a la llamada Constituyente fue una farsa porque nunca existió séptima papeleta, ni podía existir, y el mecanismo que se usó no alcanzó a tener ni siquiera la décima pare de los votos que obtuvo en esa elección. Se hizo una elección a través de un decreto de estado de sitio, es decir, saltándose todos los procesos que indicaba nuestro ordenamiento jurídico del momento. Se hizo sin ninguna clase de objetivo, de razón ideológica. No tenía ninguna orientación, tanto que el intento inicial era hacer tabulaciones en todos los municipios del país para que los puntos en los que tuviera más éxito fueran los que se trataran en la Constituyente. De hecho, y de paso, lo que se citó fue una Asamblea Constitucional que ella misma se convirtió en Constituyente dentro de ese caos o atropello que hubo.

La locura de buscar que todos dijeran lo que creían, de hacer una estadística cuantitativa para ver los resultados, fue reemplazada por tres proyectos con diferentes fuentes e ideologías. Para que no hubiera demasiados obstáculos, en el proceso separaron cada sala responsabilizándolas de ciertos temas sin que hubiera ningún punto de coordinación entre estas. El resultado fue, de un lado, que cuando se proclamó con toda la ceremonia “Bienvenidos al futuro”, no había todavía texto y lo que firmaron fue una hoja en blanco. Por esto después Carlos Lleras de la Fuente dijo que él era el padre de la Constitución, pues fue quien volvió a redactar los borradores que se habían sacado en todos los proyectos y concentrarlos en un solo documento.

MODELO NEOLIBERAL

Esto para decir, lo que más grave puede ser, la creación o implementación o importación del modelo neoliberal a Colombia. Rudy Hommes, su ministro, en unas memorias, en unos escritos posteriores, dijo: “Fue la gran jugada, porque con el pretexto de que todos los políticos estaban viendo cómo se discutía la Constituyente, pudimos sacar todas las medidas del Consenso de Washington sin que nadie las discutiera”.

Primero la responsabilidad, tal vez la más grande, la de haber traído el modelo neoliberal a Colombia en una forma ilegal, con un montaje, con maniobras todas, hábiles, pero obviamente indebidas. Ya como acción de gobierno, la citación a la Constituyente, a la que además llamaron la Constituyente de la Paz, el mismo día de las elecciones bombardearon el estado mayor de las FARC. La Constituyente había sido hecha para que se llevara a cabo la votación en la cual pudieran estar todos los actores. Estaban en conversaciones para que eso se hiciera, cuando se da esta acción traicionera que acabó con la posibilidad de que las FARC se integraran, dejándolas sin ninguna otra alternativa a seguir siendo guerrilla. Esto en un momento en que ya había caído el Muro de Berlín (1991), había implosionado la Unión Soviética, habían desaparecido los apoyos que tenían para seguir siendo guerrilla. Lo único que necesitaban era un aterrizaje suave, una salida de su situación.

PARAMILITARISMO

Por otro lado, Gaviria creó lo que en su momento se llamaron Cooperativas de seguridad civil o ciudadana que posteriormente reglamentaría Samper. Era el paramilitarismo incipiente, no como lo conocimos después, sino como apoyo civil a las Fuerzas Militares. Contradecía lo que había sido más relevante en toda la gestión de Alberto Lleras cuando en el Teatro Patria delimitó a los civiles quienes no podían participar en los conflictos, no podían vincularse a las Fuerzas Militares, esto para no prestarse a confusión. Gaviria acabó con esta tradición abriendo la posibilidad de crear organizaciones que apoyaran a los militares. El paramilitarismo en sí mismo se pude considerar malo, pero aquí además tuvo ese desarrollo del que ya todos sabemos y que Álvaro Uribe fue el que más lo utilizó. Jurídicamente nació con Gaviria y Samper le cambió el nombra a Convivir y lo reglamentó para limitar su capacidad, para que no pudieran usar armas de largo alcance, pues hasta ese momento podían usar bombas al no estar limitado al carácter de defensa, sino de apoyo.

PABLO ESCOBAR

Bajo el gobierno Gaviria y como negociación para que se entregara Pablo Escobar, se hizo la no extradición a través del Congreso para quedar en la Constitución. Entonces se entregó al día siguiente, como estaba pactado y negociado con el padre García Herreros. Recibió un castillo por cárcel. Desde La Catedral manejó sin ninguna limitación lo que quiso, hubo muertos, le llevaban plata y cuentas, porque gobernó desde allí. Como si fuera poco, Gaviria lo dejó escapar. Cuando el presidente trató de detenerlo con un montaje tan ineficiente que da la sensación de que se hubiera organizado todo para que lo pudiera hacer. Ya perseguido pasó de ser un delincuente a se declararse en guerra contra el Estado iniciando la violencia de las drogas pagando por cada policía muerto, poniendo bombas no solo en Bogotá como la del DAS.

TEMA ENERGÉTICO

Se presentaron en su gobierno cosas más mecánicas como el apagón. Uno no se imagina que Colombia vivió un año sin electricidad porque no supieron manejar los temas energéticos, tema que desarrollé en libro. Desmontaron la estructura que existía que dividía las funciones en diferentes empresas como ISA, ISAGEN. Como en principio eran relaciones comerciales, se debían plata las unas a las otras, decidieron entonces acabar con ese mecanismo para generar otro distinto lo que tomó más de un año y sin que existiera un órgano capaz de manejar el tema energético. No fue debido al fenómeno del Niño, sino que el comité central de administración del sector desapareció en ese plazo. Los productores vendían a quien quisieran en la cantidad que demandaran, pues era mejor negocio. En la medida en que se iban agotando las aguas de las hidroeléctricas, se abandonaban las termoeléctricas por la misma razón y sin que nadie les hiciera mantenimiento.

CAMBIO DE ESTATUTOS DEL PARTIDO LIBERAL

El Partido Liberal siempre ha tenido dos líneas, una de derecha y otra de izquierda, lo que terminó haciendo crisis hasta tener qué decidir por una de ellas. En realidad siempre se había asumido que la línea importante era la de izquierda, la progresista. 

Se logró cambiando los Estatutos, escribiendo unos nuevos y se redactaron a través del órgano del pensamiento liberal, que manejaba Hernando Agudelo Villa inspirándose en los del Partido socialista obrero español – PSOE. En ese momento y por cualquier razón me nombraron dentro de la Junta Directiva del Instituto de pensamiento liberal encargado de estos. No participé ayudando a escribirlos, pero sí como coordinador para definir la ideología.

Los Estatutos se sometieron a consulta en la Convención Nacional, esta resultó ser la consulta más grande de cualquier partido en cualquier parte del mundo, participaron dos millones ochocientos mil liberales aprobándolos, y empezaron a regir. Bajo esos Estatutos, que son muy progresistas, se aclaró la división entre la actividad política y los principios ideológicos que determinan lo que va a hacer el candidato en cada período presidencial. Se contó también con el Comité de Garantías en el que sus decisiones tenían carácter de pronunciamiento judicial.

Cuando se dio la campaña de Horacio Serpa, hicieron un acuerdo entre Samper, Serpa y Gaviria cuando ya había sido presidente y acababa de regresar de la OEA entonces era la persona más importante. Gaviria estaba totalmente en contra de que se hicieran políticas y programas antineoliberales porque la socialdemocracia es contraria al neoliberalismo que él había implantado y que él representaba. La negociación llegó a que quedara Serpa de candidato y él de director único del Partido Liberal siendo soberano desde hace veinte años salvo cuando se lo entregó a su hijo Simón y en algún momento a Rafael Pardo.

En la primera oportunidad que tuvo, lo que hizo Gaviria fue proponer un cambio de Estatutos para que quedaran unos redactados por él. Pero la Convención lo abucheó y más o menos lo sacó limitando la posibilidad de que se presentara siquiera su proyecto. En ese momento se expidió la ley de los partidos, cuando se estaba organizando el país para que girara alrededor de estos.

Esta ley obligaba a una cierta cantidad de requisitos, como el comité de ética y elecciones democráticas para lo que se dio un plazo de un año para hacer la transición o hasta que se reuniera y pronunciara el órgano máximo del mismo.

Gaviria lo que hizo fue pasar sus Estatutos que van exactamente en contravía de los aprobados por la Convención del Partido. En los suyos, el director del Partido nombra a los secretarios, al tesorero y demás convirtiéndose en un monarca. En sus requisitos de participación, ya no son los Departamentos o Asambleas donde se eligen los candidatos a la Cámara, sino que los elige el director, es decir, Gaviria es quien da los avales. Convirtió al Partido en una dictadura, también cuando dijo que el nuevo órgano destituía al Tribunal de garantías anterior. Citó una nueva convención para que decretara los nuevos Estatutos. Con los Estatutos espúreos crea la autoridad que destruye a la anterior.  

No contento con eso, a lo largo de estos veinte años ha sacado resoluciones como la que dice que no serán miembros del Partido Liberal con derecho a participar en convenciones o a nombre de cargos dentro del mismo quienes no tengan escrita su afiliación a partir de la fecha de él mismo. En conclusión, borró los derechos a todos los liberales de antes de él. Solo acepta a quienes tengan su firma en su carnet. Es una forma de destruir posibilidades, porque nadie puede ser candidato del Partido Liberal, si no cuenta con la venia de Gaviria.

Fue así como salieron Cecilia López, Juan Fernando Cristo y todos quienes habían hecho parte del liberalismo. Los nuevos partidos como La U, Cambio Radical, se formaron al no poder liderar dentro del Partido Liberal. Por eso hoy hay más de treinta candidatos distintos no unificados.

Insisto en mi tesis inicial. Más grave que la guerrilla, que haber creado el paramilitarismo, que La Catedral, es haber acabado con la estructura política que existía en Colombia y esto fue lo que hizo César Gaviria. El bipartidismo se volvió en feudos podridos en que en cada sitio surge un reyecito, una familia que gobierna autónomamente, al no poder hacerlo a nombre del Partido Liberal. Lo curioso es que desde entonces, el Partido no ha podido tener un candidato propio ni para la Presidencia ni para la Alcaldía de Bogotá. Gaviria controla las cuotas burocráticas y presupuestales.

También es cierto que durante diez años interpusimos todas las demandas posibles contra todo lo hecho por Gaviria y todas se ganaron. Ante el Tribunal de Garantías, ante el Consejo Nacional Electoral, ante el Consejo de Estado aunque un Partido es un ente por fuera del Estado, porque nos fueron dando la razón. Cuando se pronunciaron que deberían darse una nueva reunión para diseñar unos nuevos Estatutos, Gaviria dijo que eso tomaría diez o quince años y en el entretanto él seguiría al frente. También hizo convenciones virtuales, sin que se contara con reglas para llevarlas a cabo.

Gaviria no gobierna, sino que atropella sin que nada lo detenga.

CAMPAÑA HORACIO SERPA

Para ese momento acababa de salir elegido Felipe González quien atribuyó parte de su éxito en las elecciones a que un periodista lo había acompañado a lo largo de toda su campaña formulándole preguntas.

Resulta que yo tuve esa misión, la de entrevistar a Serpa. Consigné nuestra conversación en el libro Serpa al banquillo, Un contrapunteo con el candidato. Pero, pese a que se imprimieron diez mil ejemplares, estos no se repartieron, sino que los guardaron. Al ser yo parte de la campaña, le comunicaba a Serpa las inquietudes que él despertaba entre la gente de mi círculo más cercano, solo que él no quiso aclararlas evadiendo confrontaciones. Esta pudo ser la razón para que decidieran no distribuir el libro.

PROCESO 8.000

Por cualquier circunstancia tengo muy buen criterio jurídico, algo que le atribuyo a las matemáticas. La norma nace de una lógica jurídica.

Escribí el libro La Conspiración, El libro blanco del juicio al presidente Samper, para desarrollar el tema del juicio al presidente Ernesto Samper por el Proceso 8.000. También un artículo en el que consigno las razones por las cuales no se podía enjuiciar a Samper, sobre los defectos que tenía el supuesto juicio. Y ha sido la única vez que en la revista Semana publican algún texto mío. Samper dice en chiste que gracias a mí logró sobrevivir.

Lo que deduzco y sugiero que no se sabe, es qué plata entró a la campaña, porque hubo dos: la de los Rodríguez Orejuela, la del Grupo Santo Domingo sumada a la de Jorge Cárdenas con el grupo cafetero que enviaron desde Panamá,  siendo igualmente ilegal ya que no se podía declarar.

Fernando Botero Zea se quedó con una de las dos, no se sabe cuál. También usó una de las cuentas de su padre, el artista plástico Fernando Botero, lo que rompió su relación con él por años. Dado este manejo, Fernando hijo quedó sentenciado por apropiación indebida de dineros para terceros. La explicación que dio fue la de haber vendido obra de su padre, algo difícil de creer en medio de una campaña política a la Presidencia y sin que quede constancia de la operación.

JORGE ARANGO MEJÍA

Jorge Arango Mejía, manizalita, magistrado, expresidente de la Corte, me apreciaba porque lo ‘asesoré’ en el proceso que adelantó a favor de Vivian Morales cuando se intentó acabar con el principio de la inviolabilidad parlamentaria.

LIBROS

Me considero un ensayista, porque me gusta desarrollar los temas a profundidad. En cada cambio de gobierno escribía un libro haciendo una evaluación menos política, más analítica, esa que no es posible lograr en redes sociales. Se editaron varios libros que contienen mis columnas de prensa, también ensayos que recopilaron en libros en los que participaron otras personas.

En las redes solo se manejan las emociones. Es la exacerbación de a lo que había llegado el periodismo. Se trata de la reducción al propósito de manipulación de las personas mediante el uso de esta herramienta. Por eso no participo de ellas y preferiré siempre los ensayos.

Podría citarle algunos: Palacio de Justicia – ¿Defensa de las instituciones? · El retorno a la Economía política · Álvaro Uribe: El caballo de Troya del neoliberalismo · La violencia de los 90’s · La Conspiración – El libro blanco del juicio al presidente Samper · Crítica al modelo Neoliberal – Serpa al banquillo, un contrapunteo con el candidato.

EPITAFIO

Era una buena papa.